- Zayn… ¿te puedes apurar? Debemos llegar a tiempo por Leah.
- Ya, acomódame la corbata y vamos linda, no rezongues más.
- Es que… Dios, estoy tan nerviosa.
- Lo sé, pero vamos… tendrás un hermanito.
- Calla, Harry no debe de saber nada o abrirá su bocota.- Advertí.
- Ok ok, lo siento.- Se disculpó tierno.- Dame un besito.- Pidió estirando los labios.
- Luego, vamos.- Apresuré tomándolo de la mano.
- Parece que ustedes serán los que se casan, tortolos.- Atacó Harry en el auto.
- Conduce rápido, pero no tanto.- Ordené.
Hoy era el día que había esperado desde la muerte de mamá, la boda de papá. Así es… se casa con Leah y tendré un hermanito, Jimmy aún no lo sabía pero lo anunciaríamos hoy en la boda… ya me lo imagino cambiando pañales.
Era la madrina de bodas, y Zayn… el padrino.
- Hemos llegado.- Anunció Harry aparcando fuera de la casa de Leah.
- Te amo.- Besé los labios de Zayn y bajé del auto corriendo.
En la casa no se podía casi caminar, anoche había estado la “Despedida de soltera” y había quedado echa un desastre.
- Se me ha hecho tardísimo, lo siento.- Me disculpé entrando en el cuarto de Leah.
- Lo he notado ya.- Rió levemente.- Ayúdame.- Pidió, y así lo hice, amarré bien el corsé del vestido y, acto seguido, comencé con el maquillaje.
- Creo que Margaret se pasó de copas anoche, y… ¿se llevó al strippers?
- Pues claro, linda. Es Margaret, la conoces mejor que nadie.
- Sí, pero… no pensé que en verdad lo haría.
- Acostúmbrate a ella, cariño.
Y así pasamos la hora que seguía, hablando de la noche anterior, del bebé que llevaba en su vientre y de cuánto insistía Zayn con ser padre… por segunda vez.
Al acabar, llamamos a Bill, el conductor del auto que transportaría a los casados a la iglesia, la fiesta, y luego el aeropuerto, para que viniese a por nosotras.
- Estoy tan nerviosa, y … ¿si dice que no?
- ¿Qué taradeces dices?- Exclamé golpeándola en la cabeza.- Si te llega a decir que no es porque aún no se ha dado cuenta de los maravillosa que eres, lo sabes. Además… te ama.
- Espero y tengas la razón en lo que dices.
- Ya, deja de tonterías y párate, Bill espera.
Salimos de la residencia en la cual vivía Leah, nos adentramos al auto y emprendimos camino a la iglesia en donde se procesaría la ceremonia. No era la gran cosa, ya que había sido algo inesperado, pero Jimmy es así y ya estamos acostumbradas.
- Que nervios.- Dijo Leah a punto de comerse las uñas
- Sólo unos minutos y serás mi madrastra oficial.- Comenté emocionada tratando de desviar sus nervios.
- Ojalá, linda.
- Hemos llegado.- Anunció Bill.
MIERDA. ¿Tan rápido?
Al bajar del auto vimos al padre de Leah esperándola junto al fotógrafo.
- Iré adentro, suerte.- Besé su mejilla y corrí como pude hacia la iglesia. En realidad parecía Bambi recién nacido, hacía tiempo que no usaba zapatos de tacones.
- ¿Llegó ella?- Preguntó papá, ya en el altar.
- Pues…- La canción de la novia comenzaba a sonar.- Míralo tú mismo.- Al decir esto me acomodé en mi lugar con mi ramo, esperando, como todos, a la novia.
Era lo más lindo del mundo ver a mi papá sonreír de la manera en la que lo hacía, la miraba de una manera especial, única.
Comencé a imaginarme como debería haber sido la boda de mis padres, de mis ambos padres biológicos… ella, era bastante parecida a mí, según Jim…
La ceremonia inició y duró bastante, con Zayn solíamos cruzar miradas y cuando me guiñaba el ojo, la sangre subía a mis mejillas como si nunca lo hubiese visto y me hubiese enamorado a primera vista.
- Acepta usted, ¿Leah Alexandra Clooper al Señor Jimmy Diper ______ como su esposo, para amarlo y respetarlo, tanto en la salud como en la enfermedad, en la riqueza como en pobreza, hasta que la muerte los separe?
- Sí, acepto.- Dijo decidida.
- Y usted Señor-
- Sí acepto, acepto de todo corazón.
- Entonces.- Pronunció riendo el cura.-Los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.- Y antes de que el pudiese completar la esperada frase, Jim ya estaba besando a Leah.
¡VIVAN LOS NOVIOS!, se escuchaba fuera de la iglesia. ¡VIVAN!, se repetía una y otra y otra vez.
- Algún día seremos nosotros, mi amor.- Dijeron en mi oído.