Al fin fuera de ese mugroso hospital, y prometí que si alguna vez volvía, iba a ser para dar a luz a mi bebé.
Diciéndole adiós al dolor y dando paso a la felicidad me encontraba yo, junto a mi novio Zayn Malik, mirando los fuegos artificiales que iluminaban el cielo de Paris.
Después de que le di una "señal de vida" a Zayn en el hospital, todo es hermoso. Me dijeron que era fértil aún para quedar embarazada, y las esperanzas de poder ser la madre de los hijos del hombre que amo estaban en pie.
Al fin, recordé todo, cada cosa. Sin ayuda de psicólogo, o de mis amigos y familiares, yo sola lo hice y estoy orgullosa de eso.
Con Zayn nos habíamos tomado unas vacaciones, en Paris... la "CIUDAD DEL AMOR".
'Tal vez podamos hacer nacer lo que existió alguna vez entre nosotros allí, en París', fueron las palabras exactas de mi novio al mostrarme los boletos.
Llevábamos una semana aquí y nos la habíamos pasado súper bien. Había conocido la ciudad de mis sueños, junto al amor de mi vida, experimentando cosas nuevas y realmente bellas.
Habíamos vuelto a hacer el amor, sentirlo tan cerca de nuevo simplemente fue, es y lo va a ser siempre, algo inexplicable. Vivía diciéndole cuánto lo amaba y él a mí.
Al final, me di cuenta que las cosas en la vida tarde o temprano llegan. Te caes, te levantas y tal vez vuelvas a tropezar, pero siempre te puedes volver a levantar.
La vida te da sorpresas, algunas buenas... otras malas, y otras hermosas.
Antes de viajar hacia París, Leah me había comentado que tal vez, existiría la posibilidad de tener un hermanito. ¿Bellísimo, no?
- Amor... ¿quieres ir a casa?- dijo con la cabeza recargada sobre mi hombro, mientras me sobaba el muslo con la mano que estaba libre del abrazo en el que me tenía atrapada.
- ¿Te ha dado sueño?- pregunté enternecida.
- Un pocito.- respondió en un encogimiento de hombros.
- Pues vamos, tontito.- Se bajó de la pared no muy alta en la que estábamos siendo espectadores de una belleza incomparable, para poder bajarme en mí.
- Si alguna vez nos casamos... ¿dónde te gustaría irte de luna de miel?- Preguntó de la nada de camino al departamento que habíamos alquilado por dos semanas y medias.
- ¿A qué se debe esa pregunta?- Respondí realmente confundida.
- Se debe a que quiero saber a dónde se te antojaría ir.
- No lo sé... al Caribe o... tal vez a Latino América.
- ¿Latino América? Bonito lugar... ¿Brasil?
- ¿Por qué no? Conocería a negritos.- Le dije divertida mirándolo.
- Claro, y ellos conocerían el camino más rápido a casa con mami.- Respondió celoso apoderándose de mi cintura.
- Celoso.- Comenté en voz bajita.
- ¿Qué dijiste?- Me preguntó frenando.
- No repito las cosas, Sr. Malik.
- Las repetirás.
- ¿Y qué si no quiero?
- No lo sé, lo pensaré de camino al cuarto del departamento.
- Eres un sexópata, en lo único que piensas es en sexo.
-Claro que no. Sólo lo pienso cuando estás conmigo, y no es sexo, es hacer el amor.- Dijo tierno.
- Eres un dulce cuando quieres, y un depravado a cada rato. Cada comentario tuyo tiene doble sentido.- Dije graciosa.
- Ya, te ves mejor con la boca cerrada.
- ¿Seguro?- Dije mirándolo de forma pícara.
- Y te quejas de mí.- Se quejó cual un niñito de 6 años.
- Te amo, amor.
- Y yo a ti, bebé.- Respondió depositando un maravilloso beso en mis labios.
Y no mentía, lo pensó seriamente de camino al cuarto.
No creo que haya necesitado mucho el pensar, sólo debió haber pensado con su amigo y listo.
Nos quedaba poco tiempo en París, y salimos a comprarle cosas a nuestros amigos.
*Días más tarde*
De vuelta en Londres y a volver a soportar las tonterías de nuestros amigos, los reclamos de mi padre, los lengüetazos de Larry cada mañana y los gritos de Louis y Harry cuando Eleanor abrazaba a Louis.
Sip, Eleanor está de novia con Louis y Liam con Danielle, eso ya no era noticia, desde el primer momento era notoria la atracción que sentían uno por el otro.
Niall se le había declarado a Demi y ella gustosa aceptó el noviazgo que el rubio le había propuesto.
Isabel se había disculpado conmigo y había aclarado todo con ambos. Ahora éramos algo así como "amigas", pero no tanto.
Leah no había podido quedar embarazada y habíamos planeado quedar ambas al mismo tiempo.
Zayn le ganó a papá en una lucha de pulgares y Jimmy había apostado la cama matrimonial, y aunque antes ya tenía una cama de dos plazas, la reclamamos y ahora nosotros teníamos el colchón cómodo, claro que papá se había comprado otro.
Mi vida volvió a la normalidad, a la felicidad.
'Después de una tormenta, siempre sale el sol'
Ahora entendía el significado de esa frase tan bella que vivía diciendo mamá.
Hablando de ella, la fui a visitar al cementerio. Lloré muchísimo, pero también me relajé al contarle todo por lo que había pasado, le presenté a Zayn y a Leah. Cuando toqué el tema de Ziam y Niam, sentí un dolor fuertísimo en el medio del pecho, pero algo hizo que se calmase.
La necesitaba, la había necesitado y la iba a necesitar, pero la fortaleza me acompañaba a donde quiera que vaya.
Ah... casi me olvidaba de contar que Isabel estaba embarazada y que había encontrado a su amor verdadero en una... no lo van a creer... verdulería.
Tenía tres meses de embarazo y estaba hermosa y me había dicho que yo sería la madrina de bautismo del pequeño que crecía en su interior.
¿Qué más podía pedir?
El amor de mi vida, estaba conmigo y no se separaba de mí casi para nada.
Mi papá era feliz con Leah, había reconstruido su familia y yo... lo apoyaba a morir.
Mis amigos estaban más que felices con la noticia de que queríamos comprarnos una casa... aunque ya teníamos una... queríamos una más grande para, según Zayn, "Los futuros minis Zayn's y ____'s".
No sé cuántos hijos querrá, pero lo que sí sé es que se los daré con todo mi corazón.
Y ni hablar de la parte en la que se buscan a los bebés.
