ACROSS THE UNIVERSE (John Lennon - Paul McCartney)

CAPÍTULO 49

Alguien abrió la puerta. Y empecé a los gritos. No sé que dije pero pude dar a entender que Paul estaba inconsciente y que llamen a George urgente.

Enseguida vinieron George junto con Ringo al rescate.

-Debemos llamar un médico. - Dijo.

Entre ambos lo llevaron a la habitación de huéspedes y lo recostaron en la cama.

-Jane no tiene que enterarse de esto.- Dijo Ringo.- Se pondrá furiosa. Podría hasta cancelar el compromiso si esto se convierte en un escándalo mediático.

-Tienes razón.- Coincidió George.

-¿Pueden llamar al médico antes de ponerse a pensar en la vida sentimental de Paul? No sabemos si va a despertar. - Dije al borde del llanto. Entonces Ringo se me acercó y me rodeó con su brazo.

-Relajate, Mary. Ya lo hemos visto así antes. Solo ha bebido un poco de más.

-¿Un poco? ¡Está desmayado!- Estaba perdiendo los estribos otra vez. Debía controlarme.

Sean comenzó a echar a todos de la fiesta. Y el médico llegó en unos 15 minutos. Solo quedábamos George, Sean, Ringo, Alice y yo.

El médico nos miró con cara de pocos amigos.

-El señor McCartney se encuentra bien. Solo esta desmayado. Pronto recuperará el conocimiento. Deben hidratarlo porque probablemente perdió mucho líquido al vomitar tanto. Y haganlo seguir esta dieta por una semana. Lo espero en mi consultorio para controlarlo.

-Yo me quedo aquí con él. No voy a dejarlo hasta que no despierte.- Dije.

George y Ringo se miraron poco convencidos.

-No creo que sea una buena idea, Mary... después de todo lo que ha ocurrido...- Dijo George.

-Por favor, saben que conozco a Paul muy bien. No le haré daño. Vayan a dormir. Se ven exhaustos. Yo me quedo aquí sentada en el sillón esperando.

Ya me conocían. Sabían que era cabeza dura. Así que me dejaron allí con él y se fueron a descansar. Ringo y Sean para sus respectivas casas. George y Alice a la habitación continua.

Me quedé ahí sentada. Observando a Paul como yacía en la cama. Me acerqué un poco más.Contemplé sus facciones. Parecía un ser angelical. Era tan perfecto. Lo admiraba profundamente. Odiaba que me odie. Aunque nuestro último encuentro no había estado mal. Es decir, estaba segura de que habíamos conectado en esa sesión de fotos. Pero la realidad era que yo, estando con John, me había ganado su odio con justa razón.

Acaricié su rostro. ¿Qué demonios estaba haciendo con mi vida? ¿Estaba enamorada de John o de la idea que tenía de él? ¿Porque me quedaba hipnotizada mirando a Paul de esta forma?

De repente abrió sus ojos. Y me quedó mirando. Se asustó un poco. No entendía qué estaba pasando.

-¿Que me pasó?- Dijo llevándose la mano a la cabeza. Señal de que le dolía.

-Te emborrachaste... un poco de más...

Hizo cara de dolor.

-Por eso me duele tanto mi cabeza y todo mi cuerpo.

Me encogí de hombros.

-Te encontré en el baño. No supe qué hacer. Pensé que estabas muerto por un momento. Me desesperé.- Dije.

Entonces tomó mi mano para tranquilizarme un poco. Ya conocía sus métodos.

-Gracias. Si no fuera por ti... quizás si hubiera muerto.- Dijo mirándome a los ojos. ¡Dios santo! ¿Porque era tan lindo?

-Tú hubieras hecho lo mismo. - Dije tratando de apartar mi mirada de sus ojos.

-Sé lo que sientes, Polly. Puedo verlo en tu mirada. Algo cambió.

-No sé de qué estás hablando. - Recordé que él no sabía nada de lo que John me había ocultado. Y que si se enteraba en ese momento sería perjudicial para su salud.

-Imagino que tu y John han discutido. Por eso él no estuvo aquí esta noche y tu viniste sola. Además que puedo notar la energía en el ambiente. Tu y yo sentimos lo mismo el uno por el otro. Solo que somos muy estúpidos para admitirlo.

-¿Sabes? Creo que necesitas descansar.- Dije caminando hacia la puerta.

-Acabo de despertarme, creo que tengo suficientes energías. Tu estás evitándome. - Sentenció.

No pude responder. Tenía razón.