ACROSS THE UNIVERSE (John Lennon - Paul McCartney)

CAPÍTULO 84

Polly's pov

Y sucedió lo que todos esperábamos. Cynthia volvió de su viaje de Grecia y se encontró con John y Yoko en su casa. No pudimos evitarlo. Las cosas debieron ser así aunque no me gustasen. Cerraba los ojos y me repetía a mí misma una y otra vez: esto es por Sean. Pero la realidad era agotadora. Me dolía mucho. Mi querida amiga Cynthia estaba sufriendo mucho. Paul se sintió mal por ella también y fue a visitarla. Los dejé. Todos sabemos que de ese encuentro salió "Hey Jude". Pensé que debía dejarlo que vaya y que tenga su privacidad para que esto suceda.

Entonces fue cuando decidí que no lo soportaba más. No quería ver lo que iba a pasar a continuación.

-Tengo que irme Paul. Pero sabes que volveré... en otro momento de tu vida. Tu y yo sabíamos que esto iba a terminar.

Pero mi marido no me dejó terminar esa frase y se acercó a mi para comenzar a besarme apasionadamente. Estaba claro que era la única forma que encontraba para callarme pero ambos sabíamos que era inevitable.

Comenzó a besarme el cuello. Cerré los ojos y me dejé llevar. Cuando de Paul se trataba siempre había sido débil. El solo contacto con su piel me ponía en un frenesí del cual no podía salir más. Comenzó a desprenderme la blusa y yo hice lo mismo con su camisa. Me tendió sobre la cama y siguió besándome como si fuera el fin del mundo. Me sentía tan a gusto con él que me quedaría así por toda la eternidad.

De repente sonó el timbre. Ambos semidesnudos refunfuñamos.

-¿Quién será a estas horas?- Pregunté molesta.

-Quédate aquí. Ya regreso.- Dijo poniéndose su bata. Pero no le hice caso y también me puse la mía y bajé detrás de él. Cuando escuchó mis pasos detrás suyo se dió vuelta y me puso los ojos en blanco. Estaba segura de que quería que me quede allí para que no se pierda el "momento".

Abrió la puerta y ambos no pudimos creer lo que veíamos. Yoko y John se encontraban mirándonos con cara de súplica.

-¿Que es esto?- Preguntó Paul preocupado.

-Le dije todo a Cynthia. Me echó de casa. No tenemos a donde ir.- Se encogió de hombros John.

Paul me miró con cara de susto. Pero yo asentí. No podíamos hacer otra cosa más que ayudarlos.

Ambos entraron. Yoko no dijo ni mú. Al menos podría haber saludado. Se sentaron en el sillón y Paul les trajo un vaso de whisky a cada uno, imaginó que lo necesitaban.

-Puedes quedarte el tiempo que desees. No voy a dejarte en la calle.- Dijo Paul mirándolo disgustado a su amigo.- Pero no puedo culpar a Cyn por lo que hizo.

John asintió. Luego se levantó y lo abrazó.

-Puedes ir a la habitación del tercer piso. tendrán su intimidad. ya conoces el camino.- Dijo soltándose rápidamente del abrazo.

-Muchas gracias hermano.- Dijo John tomando a Yoko por la mano y llevándola hacia las escaleras.

-No le he escuchado la voz.- Se quejó Paul.

-Podría haber agradecido al menos.- Coincidí yo.

-Esto va a ser difícil.- Dijo Paul tirándose en el sofá llevándose ambas manos a la cara.

Me senté junto a él y acaricié su rostro. Me preocupaba como pudiera reaccionar. Sabía de sobra que Paul no soportaría lo que ocurriría con John y Yoko.

-No puedes irte y dejarme con ellos aquí.- Insistió.

Entonces decidí recurrir a su maniobra y besarlo yo. Sus labios estaban tan cálidos como siempre. Lo besé sin parar hasta quedarme sin aliento. Lo acaricié como si nunca iba a acariciar a alguien más en mi vida. Le hice el amor como si fuera la última vez que lo iba a hacer con alguien.