El vientre de Taeil comenzaba a crecer con el paso de las semanas. Ahora que ya tenía tres meses de embarazo, su pancita evitaba que sus pantalones cerrarán y sus sudaderas le empezaban a quedar apretadas, haciéndolo sentir incómodo.
—Johnny— le llamó, viendo como su pantalón se quedaba atorado en sus caderas —Ayúdame.
El nombrado volteó a verle y no pudo evitar soltar una carcajada, pero en cuanto vio el rostro triste de su novio cesó las risas con su mano. Se acercó a él y le ordenó que se sentará en la cama para poder ayudarle, el mayor hizo caso.
—No me gusta que mi panza crezca— lloriqueó en lo que John jalaba los pantalones para retirarlos.
—A mí me encanta— le dijo, dándole un beso en su frente cuando logró sacarle los apretados pantalones —Siempre diré que me gusta mucho verte llenito y con esa pancita. Te hace ver mucho más tierno y lindo de lo que ya eres.
—Pero hace que mi ropa ya no me quede— hizo un gran puchero, viendo su pantalón favorito siendo doblado y metido al armario por su amado —Necesito ropa nueva.
—Después de que recojamos a Chaeyoung, los dejaré en el centro comercial para que se compren ropa; cuando acaben me marcan para recogerles— Moon asintió con una enorme sonrisa.
[...]
Como había planeado y dicho el estadounidense, dejó a su novio e hija en el centro comercial con una gran cantidad de dinero para sus gustos.
Taeil sostenía la manito de su pequeña hija. Ella seguía con su uniforme de la escuela, la mochila se la había llevado su papá Young Ho para que no se cansará más rápido. El mayor estaba indeciso por no saber a cuál tienda entrar primero.
Al final decidió entrar a una especialmente para ropa de niños pequeños. A Chaeyoung no le emocionaba o siquiera le gustaba estar en tiendas como esas, sino había juguetes, ella no estaba interesada.
—Mira Chae— habló el pelinegro, mostrándole una falda rosa pastel —¿Te gusta? Está muy bonita y sencilla.
—Nop— negó de inmediato la castaña. Miró de arriba a abajo esa prenda, hizo una mueca de desaprobación —No me gusta.
—Uhm bueno. Hay que seguir viendo— susurró el mayor.
Duraron eternos minutos e incluso horas ahí dentro, viendo ropa que a la pequeña Chaeyoung no le gustaba pero a su papi Taeil le encantaba y las tenía que dejar con penita; eran tan lindas, su hija de vería hermosa con esas prendas... pero no podía hacer mucho si a ella no le gustaban.
Salieron con dos bolsas de aquél local. La pequeña Seo Chaeyoung estaba feliz y orgullosa de la ropa nueva que le había comprado su papi, la mayoría eran short's, pantalones y algunas camisas; sin mucha decoración, pues no le gustaban que fueran tan llamativas.
Pausaron un rato, pues ambos se habían cansado de estar de un lado para el otro dentro de esa tienda que parecía interminable para la menor. Taeil le compró un helado de fresa a su bebé y para él una orden de papas fritas; lo dulce estaba tachado en su nuevo embarazo.
Después de descansar, estando sentados y comiendo, siguieron adentrándose a más tiendas; el pelinegro tenía esperanzas de que a su pequeña Chae le gustará más ropa y no sólo se llevará dos bolsas.
[...]
Al final se dio por vencido, nada convencía o le gustaba a Chaeyoung; su pequeña era muy estricta y especial con su forma de vestir. Se dedicaron ahora en buscar ropa grande y holgada para el pelinegro.
Habían entrado a una gran tienda de ropa para adultos. Chaeyoung estaba sentada en uno de los sillones frente a los probadores, jugando un juego en el teléfono de su papi; Moon había decidido dárselo mientras él se probaba ropa, así su hija no se aburriría, pues en aquellos locales no había muchos niños de su edad.
—¿Te gusta, Chae?— preguntó algo dudoso el mayor, asomando su cabeza por la puerta del probador. Los ojitos de la menor se levantaron de la pantalla y dejó el teléfono a un lado, vio a su papi con una gran sudadera color azabache.
—Me gusta, pero se ve chiquita de tu pancita— la menor tenía razón, se veía estrecha. El largo era demasiado grande, las mangas le cubrían por completo sus manos y le llegaba casi hasta las rodillas, en cambio en la zona del vientre se veía como la tela se estiraba.
—Me voy a probar otra— dijo el pelinegro y su hija asintió de acuerdo con eso. Antes de que pudiera entrar de nuevo a los probadores para retirarse esa estrecha e incómoda sudadera, pasó una de las trabajadoras del lugar —Disculpa, esta sudadera me queda muy estrecha, me gustaría una talla más grande— hizo una mueca por la incomodidad que sentía con esa prenda.
La vendedora de la tienda, que no debía pasar de los veinte años le observó detenidamente y formó una "o" con sus labios color cereza.
—Es que esa talla es la última que hay para ese diseño. Debería probar con otras sudaderas que tengan más tallas o con las sudaderas especiales para el embarazo— dijo con voz compresiva y cordial. Sin embargo, para Moon Taeil las palabras de la femenina estuvieron lejos de ser amables.
Chaeyoung de inmediato puso su atención sobre los dos mayores. Sus ojitos se posaron con cautela sobre su papi, esperando la peor reacción posible.
Y así fue, la chica no supo que hacer cuando vio al pelinegro estallar en lágrimas, estaba asustada y llena de pánico por no saber calmarle... o peor aún, por no saber que había echo mal. La pequeña castalla, familiarizada con esa actitud de su papi, se acercó hasta él y tomó sus manos.
—Ell-ella me dijo que estaba gord-do, Cha-ChaeChae— dijo con voz entrecortada, debido al fuerte llanto. El método de acariciar las manos de su progenitor fue inútil, él no paraba de sollozar —¿L-lo estoy? ¿Es-estoy gordo?
La chica que le había atendido se fue llorando desconsoladamente como el mayor. La zona de los probadores se hizo un caos, muchas personas habían venido a ver que estaba pasando y el porqué de tanto escándalo; Chae tenía que calmar pronto a su papá, no quería seguir siendo el centro de atención de las personas.
Su plan B fue sentar a su papi Taeil en uno de los sillones mientras le abrazaba y le daba besitos por todo su rostro, repetía una y otra vez con voz dulce "no estás gordo, papi" "te ves muy bien así" "así le gustas a papá Johnny, y así me gustas a mí". El mayor fue calmando de a poco sus llantos, hasta ser reemplazados por simples espasmos.
[...]
Young Ho recogió a Taeil y Chaeyoung más temprano de lo que esperaba. Y es que su pequeña hija le había contado todo el espectáculo que creó el pelinegro en una tienda, esa fue la razón de que Moon se quisiera ir del centro comercial; no le importaba no haber comprado nada.
—No te preocupes, my love. Puedes usar mi ropa, igual siempre lo haces— besó su mejilla cuando el semáforo estuvo en rojo.
Taeil asintió aún con sus ojitos llorosos y el sabor agrio en sus labios. Al menos su pequeña tuvo ropa nueva, eso era lo único que le importaba.
Johnny había olvidado que su pequeño novio se ponía muy sentimental respecto a su aumento de peso durante el embarazo, sintió lástima por la chica y por su hija; debió advertirle.
—Mejor vamos a comer hamburguesas— sugirió el castaño al ver que su hyung seguía cabizbajo y sin hablar.
—¡Síiiii!— chilló emocionado el pelinegro, dejando de lado su tristeza y cambiando por completo su actitud y estado de ánimo.
Ahora Taeil no paraba de hablar cómo un niño pequeño todo emocionado y feliz. Eso siempre funcionaba para que dejará su tristeza de lado y fuera el Taeil de siempre.
꒰🐯꒱
Hola ٩(◕‿◕。)۶Espero les haya gustado uwu💖
Perdón por las faltas de ortografía💫💕
¡Gracias por leer!🐰❤
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Crónicas de una familia primeriza [#2] ψJohnilψ
FanfictionTaeil y Johnny tuvieron a su bebé. Ahora deberán cuidarla y Johnny deberá pensar en la mejor propuesta de matrimonio para Taeil... y tal vez, sólo tal vez la familia se agranda. "Ser padres no es nada fácil" 🍼 Segunda temporada de "Crónicas de padr...