Crónicas de una familia primeriza [#2] ψJohnilψ

❝ 025 ; la boda pt.1 ❀ ❞

Taeil se miró al espejo frente a él y casi suelta un llanto de felicidad. No podía creer que el día que tanto había esperado llegará, finalmente era su boda con Seo John.

Ya estaba casi listo, sólo le faltaba arreglar su cabello y estaría completo para partir al jardín privado donde sería la misa. Ahora se encontraba el la casa de sus padres, siendo arreglado por su madre; Young Ho y su pequeña Chaeyoung se habían quedado en su casa para ser arreglados por la señora Suh, quien fue tan amable de traerle un lindo vestido amarillo a su nieta.

—Al fin encontré el fijador, cariño— dijo su madre, entrando nuevamente a la habitación.

Su traje blanco le quedaba cómodo y se le veía muy bien, no importaba que tuviera el vientre de siete meses de embarazo, él seguía viéndose divino. Porque sí, habían decidido casarse antes del nacimiento de su segundo hijo, si lo hacían después tendrían que esperar más tiempo a que creciera y Moon se recuperará; y ya no podían seguir esperando a ser esposos oficiales.

La emoción y la sensación que le daba traer un traje blanco a Taeil era incontable, y si, había usado trajes así mucho antes de este día; como por ejemplo en las presentaciones o premios, pero no era lo mismo, la razón por la que el día de hoy lo usaba superaba todo. Ahora sabía que lo usaba porque se casaría con el amor de su vida y no porque iba a presentarse con el grupo, ahora el contexto era diferente, se sentía diferente.

Ahora por fin vería a Johnny vestido de traje negro de otra forma, dejaría atrás esas fantasías cuando lo veía en los vestidores con esas prendas y se imaginaba el día de su boda con el estadounidense... ¡al fin se cumplirían!.

[...]

Moon iba en la parte trasera del carro de su padre junto a su madre a lado, sudaba y jugaba constantemente con sus dedos, enredando estos de manera nerviosa; y claro que lo estaba.

Fue tanto su nerviosismo y obviedad que su madre lo notó, alarmando a la mayor al ver su estado; la respiración de Taeil había empezado a ser rápida, su pecho subía con mucha velocidad.

—Taeil cariño, ¿Qué tienes?— el pelinegro la miró, quería hablar pero no podía —Estás muy nervioso, ¿Verdad?

—Sí, mamá— finalmente pudo soltar algo de su boca, no tardó más en estallar en llanto —Y-yo soñé con esto tanto tiempo, sé que Johnny no me dejará plantado pero no puedo evitar ponerme así.

—Te entiendo, hubieras visto como estaba yo el día que me casé con tu padre. Casi me desmayo camino al altar— rió levemente la mayor —Pero tú debes controlarte, tu embarazo hace que tus emociones y todo en ti sea más fuerte; debes controlarte por ti y por el bebé que llevas dentro— su madre colocó su mano contra su vientre y sonrió.

—¿Us-ustedes están orgullosos de mí? ¿Están f-felices de verme casarme?— cuestionó dudoso el embarazado, sabía ver sus padres habían cambiado pero ese pequeño sentimiento seguía ahí, muy dentro de él y ahora quería salir a darle inseguridad.

—Taeil, esa pregunta es tan tonta e innecesaria— la mayor llevó sus manos a los costados de la cara de su hijo y lo acercó a ella, dándole un beso en cada mejilla —Estamos tan felices y orgullosos por ustedes, porque a pesar de todo lo que sufrieron por nosotros y por otros más, lograron sacar adelante su amor y mira a donde llevo eso... a su boda.

—Antes éramos muy ignorantes hijo, y no entendíamos que mientras tú y John fueran felices y se amarán no nos debía importar nada más; pero haber perdido a nuestro hijo por meses nos hizo abrir los ojos, ver qué los únicos que estaban mal éramos nosotros. Ahora verte en camino a tu boda, a un momento tan importante en tu vida nos da mucha alegría— contestó su padre, viéndole con una sonrisa de orgullo y felicidad desde el retrovisor.