❝ 001 ; una tigre llorona ❀ ❞

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Eran altas horas de la madrugada cuando la pequeña Chaeyoung comenzó a moverse incomoda en su cuna. La paz que había en aquella habitación se esfumó por completo; rompiendo el silencio, la pequeña empezó a sollozar muy alto.

Inmediatamente Young Ho se movió al escuchar los llantos de su bebé, se dio la vuelta para ver a su pequeño novio; quien le estaba dando la espalda mientras dormía con toda la tranquilidad del mundo.

—¿Taeil?— le llamó para ver si éste no se daba cuenta de los sollozos de Chae —Uh, creo que estás muy perdido y cómodo durmiendo— sonrío comprensivo, sabía que su hyung estaba cansado; el parto había sido agotador, aparte Moon era quien cuidaba de Chaeyoung durante toda la tarde mientras él iba a la empresa.

Se puso de pie y fue directo a la cuna, donde su pequeña lloraba y pataleaba sin parar; pero Taeil seguía sin escucharla. La tomó entre sus brazos, abrazando su diminuto cuerpo; la llevó consigo a la cama matrimonial, recargo su espalda en la cabecera de ésta y recostó a la bebé en su pecho.

—Ya, ya Chae—susurraba mientras le daba caricias a su suave cabello —Tienes que dormir y dejar descansar a tus papis, aunque creo que papi Taeil nisiquiera te logra escuchar— rió bajito.

Después de varios minutos, Chaeyoung reemplazó los fuertes y escandalosos sollozos por unos más débiles, las comisuras de los labios de Johnny se alzaron al tener a la bebé un poco más tranquila.

—Debo mantenerme despierto, debo mantenerme despierto— se repetía una y otra vez el estadounidense, mientras luchaba contra sus impulsos de cerrar por más de cinco segundos sus ojos —Duerme Chae...— bostezó en un último intentó de mantenerse despierto.

Pero finalmente sus ojos fueron cediendo al sueño y se cerraron, haciendo que Young Ho olvidará que tenía a su bebé en brazos.

Entonces un débil grito y balbuceo lo despertaron de golpe, se sintió como si le hubieran echado una cubeta de agua con hielos. Abrió sus ojos y con el corazón en la boca, pero Chaeyoung seguía en sus brazos; segura. Suspiró aliviado y le dio un fuerte abrazo y beso en su pequeña frente.

—Casi me da el patatús—reconoció con risas nerviosas —Ahora que haz dejado de llorar, ¿Dormirás Chae? ¿Podremos dormir?— la pequeña le miraba curiosa, mientras soltaba más balbuceos sin sentido —Oh vamos Chae, ya es muy tarde y debemos descansar; si no lo hacemos no podremos ser así de hermosos toda la vida— habló cómo si pudiera entender lo que dijo la pequeña o cómo si ésta pudiera entenderle.

John siguió intentando dormir a su bebé en brazos, mientras luchaba contra el sueño y el cansancio; ayer no había sido un día fácil en la empresa, lo bueno que hoy no tendría que ir, eso le sacó una sonrisa.

—Chae, él es tu papi, él que te cuidó tanto cuando estabas en su pancita; es hermoso, ¿No es así?— dijo con voz melosa, podrá estar cansado y casi dormido pero jamás podría dejar de hablar de Taeil de esa forma llena de amor. El mayor se dio la vuelta mientras seguía durmiendo, Young Ho sonrió y le retiró unos cuentos mechones de cabello de la frente —Cada que lo veo me pongo feliz porque yo soy el afortunado de tenerlo a mi lado, yo soy quien tiene la oportunidad de hacerlo feliz por el resto de su vida... ah, claro y tú también pequeña— hubo un silencio, eso desconcertó al menor —¿Chae?— miró a su bebé, la cual tenía sus ojitos cerrados y su respiración calmada; por fin se había dormido.

Rió bajito, parecía que a su bebé le aburría que fuera tan empalagoso con su otro papá. Young Ho estaba casi dormido, le parecía imposible ponerse de pie y dejar a Chaeyoung en su cuna; así que decidió algo de lo que no estaba tan seguro pero quería intentar.

Crónicas de una familia primeriza [#2] ψJohnilψDonde viven las historias. Descúbrelo ahora