❝ 014 ; llantos y antojos ❀ ❞

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Taeil había preparado palomitas de maíz y había bajado dos cobijas, una para él y otra para su pequeña. Chaeyoung le había dicho que estaba aburrida, así que tuvo la idea de ver películas hasta que Young Ho llegará.

—¿Seguro qué quieres ver películas de Disney, papi?— preguntó la castaña. Desde hace un mes y medio su papi Taeil se había vuelto demasiado sensible y emocionalmente inestable. Cualquier cosa lo hacía llorar, y las películas infantiles de ésta empresa no eran del todo recomendables para su estado de ánimo.

—Por supuesto que sí, ¿Por qué preguntas eso, Chae?— dijo muy seguro, como si no supiera de sus cambios de humor. La menor negó y se encogió de hombros, tal vez esa etapa del mayor ya se había ido.

Sin más, se sentaron en el gran sillón; acurrucados y cobijados vieron la película que Moon había propuesto.

[...]

Eran alrededor de las seis y media cuando Seo aparcó el auto frente a su casa. Se apresuró a llegar a la puerta de su hogar, pues el frío otoñal de ese día estaba más fuerte y calaba los huesos.

—¡Ya llegué!— se apresuró a adentrarse a su hogar.

Johnny llegaba agotado todos los días por culpa del trabajo, pero nada le quitaría la emoción y la sonrisa que se le posaba en sus labios al llegar a casa y ver a su amado novio y hermosa hija.

Cuando llegó a la cálida sala de estar pudo ver a su pequeño novio envuelto en una manta verde pastel. Rió con ternura por lo tierno que se veía, incluyendo las lágrimas que caían en sus ya abultadas mejillas y como su pequeña hija le daba ánimos con abrazos y besitos en su rostro.

—Hola lunita, hola ChaeChae— besó tiernamente sus húmedas mejillas y las de su bebé. Se sentó junto a él, abrazando su cuerpo mientras Chaeyoung también abrazaba el pequeño cuerpo de su papi —¿Por qué lloras? ¿Otra vez recordaste a los animalitos de la calle? Los animalitos tendrán un hogar, my love.

El menor le hablaba con un tono meloso. Había optado ser más comprensivo de lo que ya era y mimar a su pareja en lo que fuera; no quería hacerle llorar aún más.

—Nop...— Taeil negó, incorporándose para mirar al estadounidense a los ojos —La mamá de Bambi se murió... Bambi se quedó solito...— apuntó con su dedo la televisión y sus ojitos se volvieron a llenar de lágrimas.

Young Ho y Chaeyoung se aguantaron las ganas de reír.

Bambi estará bien, todavía tiene a su papá— le volvió a abrazar para tranquilizarle.

—¡No es lo mismo!— sollozó aún más fuerte, aferrándose al cuerpo del menor.

Se quedaron un largo tiempo en esa posición, pero ahora Chaeyoung estaba sentada sobre su cobija en el suelo. Taeil no tenía intenciones de separarse del pecho de Johnny y dejarlo libre, eso no molesto al más alto en absoluto; pero a Chae sí, ella quería que su papá también le abrazara así. Durante toda la película el mayor no dejó de lloriquear, aún cuando Bambi quedó como Rey del bosque. No, Moon no paraba.

—Yo le pregunte si en verdad quería ver estas películas... él está muy sensible, papá— le dijo su pequeña en un susurro, Young Ho asintió; estaba de acuerdo en eso, su hyung había estado así desde hace ya un mes o casi dos.

—Qui-quiero comer— dijo el pelinegro, dejando el llanto en segundo plano.

—¿Qué quieres comer, lunita? ¿Algo en específico?— no se pudo contener a besar los labios abultados del mayor.

—Papas fritas— sonrió.

—Las papas fritas no son una buena cena, no son saludables ni recomendables para cenar— le regañó el castaño. Nuevamente los ojitos de Taeil se cristalizaron.

—¡Pero yo quiero papas! ¡Dame papas, Seo John!— lloriqueó como niño pequeño. Chaeyoung miraba asombrada a su papi, nunca le había visto de esa forma... tan llorón; pensó.

—Bien, bien, bien. Iré por papas fritas, tranquilo Taeilie— dejó un beso en la frente de su novio, para luego levantarse del sillón e ir en busca de esas papas. Se fue no sin antes de ponerle otra película a su niño y niña, una con la cual su pequeño novio no se deshidratara y abrazara a su hija hasta triturar sus huesitos.

[...]

Gracias a dios, John encontró las papas fritas ya echas en un restaurante no muy lejano a su casa. Y es que últimamente su novio había pedido con mucha insistencia comer cosas saladas, no importaba la hora del día. Esos antojos extraños que le habían llegado estaban hartando un poco a su pequeña hija, pues estaba aburrida de lo salado; ella prefería lo dulce.

El menor preparó la mesa para la cena. Había traído un ramen para él y otro para su pequeña Chaeyoung; aparte de una rebanada de pastel de chocolate.

El mayor comió en un dos por tres todas las papas, aún con sus ojitos llorosos porque Bestia había encerrado a Bella en su castillo y no la dejó despedirse o ver a su padre.

—¿No quieres pastel, hyung?— le preguntó John, tomando un pedazo de la rebana en su cuchara.

—¡Iug! No— frunció el entrecejo e hizo una mueca de asco. Lo dulce le estaba provocando náuseas.

—Pero si el pastel sabe muy rico, papi— le dijo la castaña con un leve puchero, ¿Cómo era posible que a su papi Taeil no le gustará el pastel?

—Taeilie, estás teniendo antojos muy raros... antes no eras tan especial para comer, incluso te gustaba el pastel— le remarcó el alto con preocupación —¿Estarás teniendo antojos de... embarazado?— tragó duro. Moon no tardó en explotar de risa.

—No digas esas cosas, Johnny. No puedo estar embarazado así por que sí... ¿O si?— rápidamente esa sonrisa burlona despareció.

—Que lo estés por obra del espíritu santo... pues no. Pero ponte a pensar, has tenido antojos muy raros y específicos como cuando estabas esperando a Chae, tienes cambios de humor muy drásticos y comes mucho más que antes...

—¿No te gusta que coma mucho?— preguntó algo ofendido, poniendo una mano en su cadera.

—No, no es eso my love. Es que...

—Es que nada Johnny. Ya no te gusto porque subí de peso y porque "estoy embarazado"— le interrumpió rompiendo en llanto una vez más.

—Hyung no diga eso, yo lo amó...

—¡Ya no quiero que papi llore! Siempre que lo hace tú le das prioridad a él y te olvidas de mí, papá— se unió en lágrimas la menor, haciendo sus típicos berrinches de siempre.

Ahora Johnny debía tranquilizar a su berrinchuda y llorona bebé y a su pequeño y llorón novio. Les daba abrazos y besos por todo sus rostros, diciéndole a cada uno las palabras necesarias para calmarlos.

Nota mental, nunca le debía dar más atención a su pareja si su bebé celosa y llorona estaba cerca.

A pesar de estar cansado por las prácticas, no le importaba mimar a su pequeño novio y su pequeña hija durante horas.

Tal vez Young Ho había exagerado con el nuevo posible embarazo de su mayor... tal vez no lo estaba y solamente estaba teniendo días difíciles o antojos nuevos, para cambiar un poco, quien sabe.

꒰🐯꒱


Hola ฅ(•ㅅ•❀)ฅ

Espero les haya gustado uwu💖

Perdón por las faltas de ortografía💫💕

¡Gracias por leer!🐰❤

Crónicas de una familia primeriza [#2] ψJohnilψDonde viven las historias. Descúbrelo ahora