❝ 020 ; unas sorpresas ❀ ❞

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Finalmente el día había llegado.

Young Ho planeó durante un mes su propuesta de matrimonio perfecta. Había tenido muchas ideas para pedirle la mano a su hyung, en ellas involucraba a sus amigos y familiares; pero al final se dio cuenta que no necesitaba que todos estuvieran presentes para que vieran el amor que le tenía a Taeil, lo único que necesitaba era a Taeil. Ellos no portarían ese símbolo de amor, no entenderían el enorme sentimiento y felicidad que ambos sentían por el contrario.

Optó por la cita romántica en un restaurante cálido, en una noche fresca ellos dos solos. Pidió ayuda a sus suegros para el cuidado de Chaeyoung durante estas horas y aceptaron gustosos, su excusa para el mayor era "necesitamos tiempo para nosotros dos, hace mucho que no salimos solos"; obviamente Moon no se negó... él también tenía una sorpresa para el estadounidense y encontró la oportunidad para decirle.

Los dos mayores estaban dentro del auto negro que hace unos cuantos años compraron; Taeil sonría mientras miraba por la ventana las hermosas calles nocturnas del centro de Seúl, las cuales eran iluminadas por luces de colores. Johnny mantenía su vista fija adelante, pero de vez en cuando se distraía y miraba de reojo al amor de su vida; es que no podía creer que alguien tan perfecto y lindo como Moon Taeil estuviera a su lado.

Seo mentiría si negaba que no estaba muriendo de nervios, sudaba frío y sus manos temblaban levemente sobre el volante; agradecía que su mayor fuera un poco distraído y no notará su estado, era evidente que no estaba como de costumbre. Durante el camino al restaurante estuvieron hablando de temas triviales, los cuales fueron bastantes puesto que su destino estaba a las afueras de la ciudad; John aclaraba su garganta cada cierto tiempo y si no hacia eso, tragaba con dificultad, algo que exhibía su nerviosismo al ahora ya preocupado Taeil.

Al llegar, bajaron y Moon tomó la mano de su amado, eso hizo que su preocupación incrementará tanto que ya no se limitó a mirarlo con el entrecejo fruncido, ahora se decidió a preguntar.

—¿Estás bien, cariño?— los ojitos de Taeil tenían un brillo singular por las luces tenues del restaurante y las estrellas, el corazón de Johnny se aceleró con demencia, no podía creer el bello ser que tenía a su lado.

—Sí, no te preocupes my love. Sólo que estoy emocionado, hace mucho que no salíamos— el pelinegro asintió con una sonrisa; tenía razón, él estaba igual.

Se adentraron al cálido y tranquilo establecimiento, su decoración era simple pero con un toque elegante, no había tantas personas ahí dentro; y las pocas que había hablaban bajo y sin romper la atmósfera relajada. Tomaron asiento sobre la mesa que Seo reservó una semana antes, todo esto sin el conocimiento del pelinegro.

—Que lindo lugar, Johnny, ¿Cómo conociste este lugar? No habíamos venido antes— dijo Taeil después de pedir su orden.

—Oh, un amigo mío me comentó de este lugar y quise traerte para probar nuevas cosas, ¿Te gusta?— preguntó algo desconfiado, colocando su mano sobre la de su hyung.

—Me encanta Johnny— le sonrió —A cualquier lugar que me lleves me va a gustar, mientras esté a tu lado y pasemos tiempo juntos me va a encantar— se estiró sobre la mesa lo más que su vientre le permitió para poder besar los abultados labios del menor, éste entendió lo que quería hacer y también se estiró; se dieron un tierno piquito que terminó en un fuerte sonrojo en las mejillas de Moon.

La cena transcurrió entre risas y besos, algunas personas que se encontraban cerca les miraban en ciertos momentos, no sabían si estaban siendo muy escandalosos o ruidosos, pero de algo estaban seguros... se la estaban pasando de maravilla. Otras tantas personas les miraban realmente mal, a lo que los dos pensaban que era por envidia, envidia por su hermosa relación y su amor.

Crónicas de una familia primeriza [#2] ψJohnilψDonde viven las historias. Descúbrelo ahora