Pétalos (JungHoSeok)

37

-¿Qué pasa con él? -preguntó mi hermano

-...Nos queremos tanto que no nos queremos perder el uno al otro

-daj

-...Está asustado de que me pase algo

-Eso es normal

-Dijo que haría todo lo posible para separar a América de Víctor

-Eso sería bueno

-No, claro que no, no quiero eso y tampoco quiero que Hoseok se sienta preocupado por cosas mías

-Bueno, eso quiere decir que te quiere y que tu lo quieres, que los dos quieren el bienestar del otro

Claro que sí, lo quiero y no quiero que se preocupe, pero el corazón de Ligeia me está fastidiando demasiado aun y me hace entrar en debate conmigo misma de qué debo hacer.

Aun me sentía algo cansada, por eso, en cuanto Hoseok se fue, me fui a mi habitación para dormir un poco mientras mi hermanito iba a buscar más cosas que nos ayudaran con este asunto de mierda.

Dormir hace que el tiempo pase volando, por eso cuando abrí los ojos, el tono del atardecer llenaba mi habitación. Nana estaba a mi lado en la cama, hecha bolita y tranquilamente dormida, lo que me hizo sentirme soñolienta y regresar a cerrar los ojos.

-Alice -escuché en un susurro que me hizo abrir los ojos de golpe y ver como todo a mi alrededor se desaparecía.

Todo se volvió solido de nuevo, pero estaba en medio de una carretera.

-Alice

Escuché a mis espaldas y me giré de golpe, asustada por lo que pasaba. 

-ay por Dios

Corrí a Hoseok, que estaba en el suelo, con su mano en el estomago y muy mal herido.

-¿Qué paso? -pregunté

-...Ellos... -dijo

Hoseok

Veía el rostro cansado de Alice, pero aun así ella seguía sonriéndome, por eso decidí irme, para dejar que ella durmiera y descansara tranquilamente.

Regresé a casa, para tomar un baño y cambiarme de ropa. Hoy no tenía ganas de ir a trabajar, por eso llamé a la cafetería para avisar y así poderme tomar el tiempo libre.

Me sentía solo en casa, pero por más que quisiera ir con Alice, no puedo hacerlo, ella tiene que descansar y recuperarse pronto, por eso decidí mejor ir a visitar a mi madre. Hace unos días me llamó para avisarme que papá había salido de viaje de negocios y que ella iría a la casa gris, una casa que teníamos en las montañas donde se tenía una impresionante vista de la ciudad y la misma casa a la que ella le gustaba ir cuando papá salía de viaje, además de que nunca estaba sola, siempre iba con la mucama de confianza de siempre.

Esa era una buena idea.

Me levanté de mi sofá y tomé las llaves de mi auto.

-¡Hijo!

Saludo mi madre en cuanto me vio en casa. Me dio un abrazo y un beso en la mejilla.

-¿Cómo has estado?

-Algo ocupado

-¿Cómo va la cafetería?

-Bien, tiene una buena demanda

-Que bueno, me alegra mucho ¿Quieres una taza de té?

-Claro -sonrei

Salimos al jardín, ese de la vista hermosa. Nos sentamos en una mesa de jardín y le pidió mamá a la mucama que nos trajera el té con galletas.

-¿Qué pasa? -preguntó de repente mamá

-¿De que hablas?

-Algo te pasa, lo puedo notar

-...Problemas

-¿Qué problemas?

-Una chica

-¿Es una buena chica?

-Lo es

Llegó el té y las galletas.

-¿Qué pasa con ella?

-...Digamos que, le gusta otra persona

-Entonces déjalo

-¿Lo dejo?

-Si esa chica no te prefiere, déjala ir, no insistas

-¿Y si hay posibilidades de que me quiera?

-¿Qué clase de posibilidades?

-Ella misma me lo dijo

-Menos te conviene

-¿Por qué?

-Indecisa, no me gusta, puede que cuando se decida por ti, llegue otro chico y se vaya con él

Reí por lo bajo, no podía explicarle las cosas como eran, pero me daba risa como se molestaba con Alice sin conocerla.

-¿De que te ríes? -preguntó

-Nada

-Deja a esa chica, no me gusta

-Bien, lo haré... pero que hay de esta otra chica

-¿Dos?

-... Algo así

-¿Quién es esa?

-Una chica linda, dijo que me quería y sé que lo dijo de verdad... pero un amigo me dijo que le gusta

-Pero si ella dijo que te quería, ese amigo pierde, punto final

Reí de nuevo por lo directa que fue con su solución.

-¿Pero si es mi amigo?

-Que sea tu amigo, tu hermano, tu primo o lo que sea, si ella dice que te quiere a ti, te quiere a ti y punto

-Bien ¿Esa chica te agrada?

-Bueno, si dice que te quiere a ti y tu dices que es linda, esta bien para mí, aunque suenas como una persona indecisa pensando en dos chicas

-Solo era curiosidad de ver qué pensabas

-Bueno, espero que pronto invites a la chica que dice quererte -me miró -quiero conocer a esa chica con excelente gusto -sonrió

Permanecimos hablando por un momento. Siempre me ha gustado hablar con mis padres, es relajante... a veces.

Comenzaba a hacerse de noche y mañana por la mañana tenía que volver al trabajo.

-Nos vemos después, mamá

-Ven a comer mañana

-Tal vez, te llamaré si me decido

-Bien

Me dio un abrazo y un beso en la mejilla.

-Ve con cuidado

-Lo haré –le di un beso también en la mejilla

Me despedí de ella y de la mucama.

Entré a mi auto y salí de ese lugar.

La carretera comenzaba a quedarse a oscuras y dado que por este lugar no hay postes de luz, me quedaría en completa oscuridad pronto.