Giramos y ella quedo sobre mí, con sus piernas a los costados de mi cintura. Se llevo el cabello hacia un lado y se acercó a mi cuello para besarlo. No podía evitar uno que otro sonido raro cuando sentía como sus labios tocaban mi piel. Tampoco podía evitar presionar mis dedos sobre sus muslos por sobre la tela de su pantalón.
Me gustaba como movía levemente sus caderas sobre las mías y me encantaba como había desfajado mi camisa y había deslizados sus dedos por debajo de la tele, no sé qué hacía, pero parecía como si estuviera jugando, dando toquecitos en mi estómago.
Pero no duro mucho, después sus manos bajaron al cinturón de mi pantalón y lo desabrocho para después desabrochar el botón.
Me incorpore un poco para tomarla por la cintura y hacer que girara y se recostarla, en ese momento, yo hice lo mismo con su pantalón, solo que yo sí se lo quite por completo y me tomé mi tiempo besando su cuello, su estómago y sus labios mientras deslizaba mis manos por la piel de sus muslos y su trasero.
Abrí los ojos y miré a mi derecha para darme cuenta de que hoy era un día nublado. La casita seguía sintiéndose cálida. Alice me estaba abrazando mientras su cabeza estaba en mi pecho, no podía ver si estaba dormida o no, pero por si las dudas, me quede en silencio. Suspiré un poco mirando el montón con nuestras ropas a mis pies y no pude evitar sonreír al recordar lo que había pasado.
Alice soltó un quejido y comenzó a moverse, se alejó de mi pecho y se acomodo a un lado de mí.
-Hola -dijo aun acostumbrándose a la luz
-Hola -dije
Ambos estábamos cubiertos con una cobija de color morada, Alice mantenía la cobija contra su pecho en todo momento.
-¿Deberíamos irnos antes de que tus padres se despierten? -preguntó
-Sí, eso sería una buena idea
-Bien
Tomó la cobija y con su mano fuertemente sobre su pecho, evitaba que la cobija cayera. Se frenó de golpe, cerró los ojos con fuerza y gimió de dolor.
-¿Alice?
Bajó la cabeza haciendo que su cabello cubriera todo su rostro y no me dejara verla.
-¿Qué pasa? -tomé sus hombros, pero no estaba seguro si debía moverla o no
Respiró un poco más fuerte, pero por lo menos ya no parecía dolerle.
-¿Estas mejor?
-...Sí
Levantó la cabeza y acomode un poco su cabello para quitárselo de la cara. Mis ojos pasaron a su tatuaje. Anoche había cuatro pétalos, ahora solo le quedan tres.
-¿Ligeia está molesta por lo que hicimos? -preguntó
-No lo sé... si estaba molesta, debió hacerlo anoche, no ahora
Me moví un poco con intenciones de ir por nuestra ropa, pero de un segundo a otro, ya estaba vestido. Miré a Alice y ella también ya estaba vestida.
-Vamos a casa -dijo
-Vamos
Al salir de la casita, sentí el frió en todo mi cuerpo y más por haber recién despertado, pero de nuevo, un abrigo me cubrió de un segundo al otro haciéndome dejar de sentir frió mientras que Alice llevaba uno de color blanco.
Bajé primero y esperé por ella, en el segundo escalón, la tomé de la cintura y la cargue para dejarla de nuevo en el suelo.
-Déjame explicarle a Kinkaid cómo es que perdí otro pétalo
-Bien
Me miró a los ojos por un momento y peino mi cabello con sus dedos.
-¿Te sientes culpable? -preguntó mientras me miraba con una dulce expresión
-Un poco -levanté los hombros
-No fue tu culpa
-Lo fue por pedirte que te quedaras toda la noche conmigo
-Prefiero perderlo así que simplemente escuchando como el tarado de Víctor anunciando su compromiso
No puede evitar sonreír cuando le dijo tarado.
-Mejor vámonos antes de que tus padres vean que pasamos toda la noche en la casita
-Bien
Salimos de casa de mis padres en completo silencio y regresamos a casa, donde Kinkaid aún seguía dormido y por eso no hubo interrogatorio.
Alice
Ambos entramos en nuestras habitaciones en silencio. Yo no quería despertar a Nana, pero creo que ella me estaba esperando, porque se despertó en cuanto cerré la puerta de mi habitación.
-Omi ¿Dónde estabas?
-ab... a... en casa de los padres de Hoseok
-¿Por qué?
-Pues, la cena se fue de largo y terminamos tarde, sus padres dijeron que era malo que nos regresáramos y nos ofrecieron quedarnos a dormir en la casa
-Kinkaid está enojado
-Kinkaid siempre piensa cosas raras, solo nos quedamos a dormir en casa de sus padres. En cuanto despierte le explicare las cosas
-Bien
Pareció satisfecha con lo que le dije y volvió a dormir, mientras yo entraba al baño para darme una ducha.
Para cuando salí del baño y terminé de vestirme escuche cómo hacían ruido en la cocina.
Salí de mi habitación y me encontré a mi hermano en la cocina.
-buenos días -dije al sentarme en el banco de la cocina
-¿Dónde te quedaste anoche?
-En casa de los padres de Hoseok
-¿Por qué?
-Porque platicamos mucho y ya era noche cuando quisimos regresarnos, pero sus padres nos dijeron que nos quedáramos a dormir en la casa y pues aceptamos
-¿Durmieron juntos?
-No -dije rápido -claro que no ¿Cómo dormir juntos en casa de sus padres?
Me miró serio por unos segundos.
-Bien -dijo después con una sonrisa
Solté un suspiro de alivio y en eso Hoseok apareció dándonos los buenos días y después Nana.
-Kinkaid -lo llamé -perdí otro pétalo
-¿Qué? -me miró
-...No sé qué fue lo que paso, simplemente cayo otro... solo me quedan 3 ahora
Dejó la taza de café sobre la isla de la cocina y suspiró.
-Se nos está acabando el tiempo -susurró
-Debemos decidir si voy a pelear con Diácon o cómo lo vamos a resolver
-Si llegamos a pelear con Diácon, seremos los dos, no solo tu
-Pero... ¿Pelearemos?
-No estoy seguro
Si antes los dije con seguridad, fue porque aún me quedaba mucho tiempo, pero ahora que mi tiempo se termina, comienza a darme miedo.
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Pétalos (JungHoSeok)
Teen FictionTendrás que conseguir su corazón. Esa fue mi sentencia, tengo que conseguir el corazón de la persona que Ligeia amo en vida, debo hacerlo o de lo contrario yo también moriré. 1° Temporada