Tendrás que conseguir su corazón.
Esa fue mi sentencia, tengo que conseguir el corazón de la persona que Ligeia amo en vida, debo hacerlo o de lo contrario yo también moriré.
1° Temporada
Tengo tantos platillos favoritos que no creo que mamá los preparé todos, así que pedí los que realmente me gustaban, si mamá preparó los mismo, sería lo mejor, comer de mis platillos favoritos doble vez.
Después de comer tuve que regresar a la cafetería, pero eso fue hasta las 7, cuando dejé todo al encargo de mis empleados quienes antes de irme me sorprendieron con un pastel pequeño y una vela, cantándome las mañanitas y deseándome un feliz cumpleaños.
-¿Y ese pastel? -preguntó Alice mirándolo como si quisiera probar un poco
-Me lo dieron mis empleados
-Te quieren mucho
-Soy el que les paga, claro que me quieren
-Tonto -bromeo y me dio un suave golpe en el estomago
Tomó el pastel de mis manos y lo dejó en la cocina.
-Regresaremos después -le dijo a Kinkaid
-Cuídense
-Sí
-Espera -ambos nos frenamos -feliz cumpleaños, tonto -hizo un movimiento con sus manos y apareció una caja color verde militar con un moño dorado a mis pies
Me agaché por ella y la abrí. Era una llave de auto.
-Es por el accidente con tu auto -dijo
-No tenías que...
-Tranquilo, solo lo hice... aparecer
-Claro -sonreí
A veces olvido que ellos no son como yo.
-Ya puedes regresarle esa camioneta a tu madre
-Gracias
-No hay de que
Bajamos al estacionamiento y a un lado de la camioneta que mamá me había prestado después de decirle que me habían chocado el auto mientras estaba estacionado, había un lindo auto nuevo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Increíble -dije
-¿Te gusta? -preguntó Alice con mucha emoción
-Claro, es increíble
-Vamos, vamos, pruébalo -me tomó de la mano para que ambos enteramos al auto
El olor a auto nuevo era encantador y el sonido del motor cuando lo encendí, era tan... satisfactorio.
Nos dirigimos a casa de mis padres, no a la casa gris, sino a la casa de la ciudad, como ya había regresado mi padre, ya no era necesario que mamá estuviera en esa casa.
Al llegar, dejé el auto estacionado en la entrada, bajamos y entramos a casa.
