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Por el momento, lo único que pude hacer, fue arrastrar a Kinkaid hasta el auto y regresar al departamento.

Subimos al ascensor hasta que llegamos al piso del departamento y lo arrastre hasta su habitación para dejarlo recostado en la cama.

Todo ahora se sentía tan distinto, saber que Alice ya nunca más regresara a esta casa... no lo sé, aún estaba un poco en shock, mi cerebro aun no le daba el peso completo al hecho de que Alice... estaba muerta.

Salí de la habitación de Kinkaid y fui a la de ella. Todo estaba ordenado, la cama tendida y los zapatos en su lugar, podía oler su perfume y por un momento esperé a que ella entrara... pero no lo hizo.

Me recosté en su cama y tomé su almohada, la pegué a mi pecho en un abrazo y después de un tiempo, me di cuenta de que estaba llorando.

Me levanté a mi habitación por la caja que ella me dio en mi cumpleaños y regresé a su habitación, me tumbe en su cama y abrí la caja. Las miles de estrellas inundaron la habitación y lo único que lograron, fueron hacerme sentir peor de lo que me sentía.

Al final... me quede dormido.

Para cuando abrí los ojos, el tono naranja del atardecer inundaba la habitación y las estrellas seguían en donde las había dejado cuando me quedé dormido.

Me levanté de la cama y cerré la caja mientras la dejaba en la mesa de noche, me restregué un poco los ojos y me quede sentado a la orilla de la cama mirando a la ventana.

Caminé hacia la sala para poder llegar a la cocina, pero cuando llegué a la cocina, me detuve en seco y regresé de prisa a la sala.

-¿Nana?

Nana estaba hecha bolita en el sofá.

Corrí a la habitación de Kinkaid y abrí la puerta de golpe.

-Despierta, despierta, ahora

-¿Qué? ¿Quién? -despertó de un salto

-Ven, ahora ¡Rápido!

-¿Qué pasa?

-Tienes que ver esto

Bajó de la cama algo mareado, pero de todos modos corrió detrás de mi por el pasillo hasta que llegamos a la sala.

-Mira -señalé a Nana

Kinkaid abrió los ojos de sorpresa.

-¿Cómo...? Pero...

-¿No se supone que Nana desaparecería si Alice moría?

-Sí, se supone que así son las cosas

-¿Entonces?

-No tengo idea

-Pero entonces, en todo caso, eso quiere decir que... ¿Ella sigue viva?

Ambos nos miramos.

Me acerqué a Nana y la moví un poco hasta que ella despertó.

-¿m?

-Nana ¿Cómo te sientes? -pregunté

-Cansada, con mucho sueño...

-¿Puedes sentir a Alice? -preguntó Kinkaid

Nana miró a todos lados.

-...No su presencia ¿Dónde está omi?

-am... Diácon se la llevo

-¿Qué? -se levantó

-Alice terminó rindiéndose cuando solo le quedaba un pétalo

-Pero... ella no murió

-¿No? -pregunté emocionado

-No, puedo sentir su corazón aun

-Entonces ella sigue viva -dijo Kinkaid

-Podemos ir por ella -dije -podemos buscar con libertad a Arion y pedirle que regrese a Alice

-Sí, sí -dijo Kinkaid moviéndose de un lado al otro pensativo -primero vayamos con mi amigo Henry, con él podemos ayudarnos a encontrar la ubicación de Arion

-Vamos ahora mismo -dije

-Sí, sí

Salimos de casa y fuimos en busca de su amigo Henry.

Pétalos (JungHoSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora