La inocente Ellizabeth Pullman ha sus veinte años paso la mayor tormenta de su vida cuando su hermana menor y única familia falleció.
Lo que le queda ahora es esa espinilla que se niega a sanar y una enorme deuda con el banco producto de los gastos...
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—¿E-Embarazada?.—Tartamudeo la palabra. —¿Dijiste Embarazada?
Chloe asiente con la cabeza. —Si... yo.. —Coloca ambas manos en su vientre y sus mejillas están rojas. —Voy a tener un bebé.
Mierda, Chloe está embarazada.
¿Qué debería decir? Es difícil de entender su expresión.
¿Está feliz?
—¿Debo decirte Felicidades?. —Separo los brazos para darle un abrazo y ella se ríe asintiendo.
Chloe acepta mi abrazo y puedo sentir toda la alegría que trasmite, cuando nos apartamos se limpia las lágrimas de los ojos y vuelve a sonreír.
—De haberlo sabia, le hubiera pedido a Travis que también viniera.
¿De quién más podría ser?
Chloe está muy emocionada.
—Travis y yo vamos a tener un bebé. —Sonríe.
—Ese bebé va a salir privilegiadamente atractivo.
Ella se sonroja y vuelve a reír.
—No había pensado en esto, creí que tenía algo mal en mí y ... creo que es la mejor noticia que he recibido en mi vida.
Cielos, Chloe.
Las hormonas ya están haciendo efecto en ella.
—Con razón lloré cuando vi a Travis con esa mujer la noche del desfile, yo no suelo llorar y menos por cosas banales. —Otra vez está llorando, se limpia las lágrimas.—Estaba celosa, pero no suelo comportarme así.
—Es normal si tienes un bebé.
—Ahora lo sé. —No aparta las manos de su vientre.
Suspiro.
—¿Quieres que... vayamos a alimentar a ese bebé?
Chloe se rie.
—¿Algún antojo?. —Pregunto riendo.
—Si por favor. —Admite. —Tengo muchos.
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