La inocente Ellizabeth Pullman ha sus veinte años paso la mayor tormenta de su vida cuando su hermana menor y única familia falleció.
Lo que le queda ahora es esa espinilla que se niega a sanar y una enorme deuda con el banco producto de los gastos...
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—¿Vas hacerle una fiesta de cumpleaños a Sebastian?.—Me pregunta Laura muy confundida.
—Si, en su casa.
—¿Y estoy invitada no? Espero que sí.
Ruedo los ojos.—Si, si lo estas.
—Genial, me daré un buen tour ese día. ¿Tendrá dulces en el baño? Oí que los ricos lo tienen.
—No hay.
—De igual forma revisare.
Suspiro.
—¿Y cómo vas con él?
—Él se ha metido a un grupo de apoyo.—Respondo.—Va muy seguido, así que creo que los invitare también.
—Eso es amable de tu parte.
—Amable es que lo estén ayudando a él.
Laura sonríe.—Estoy muy contenta por ti, Ellie.
Yo también estoy contenta de que progrese.
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Por primera vez voy al lugar donde se lleva el grupo de apoyo y el haber ido solo me causo conflicto cuando vi a Sebastian y a la que debe guiar al grupo, sin separarse.
Es guapa y eso me hizo sentir mucho más celos, me pregunto si a su edad me veré igual de bonita.
Sebastian llega hasta mí y le tomo del brazo.
—Cielo, ella es Elizabeth.
¿Cielo?
—Soy su novia.
Ella me observa sorprendida, pero aun así me tiende la mano.
—Soy Cielo, mucho gusto.
No puedo decir lo mismo.
—Me alegra conocer a la mujer que hizo a Sebastian querer cambiar.
—Si..—Respondo orgullosa.—Soy esa mujer.
Tranquiliza tus celos.
—¿Nos vamos?.—Le pido a Sebastian.
—Creo que debo irme antes de que me griten.
Se despiden con un beso en la mejilla y por mi parte solo prefiero decir "Adiós".
Salimos del local y Sebastian comienza a reír mientras me hace entrar al coche.
—No es gracioso.
—Si lo es.
Subo al coche y él también lo hace, mientras busca las llaves, yo reprocho.
—¿Viste cómo te miraba?
—No, porque solo te miraba a ti, mi amor.
Mi corazón se acelera.
No te desvíes, Elizabeth...
—Dime la verdad.. ¿Ella ha intentado algo contigo? ¿Ella o alguien más?
Por alguna razón en esas últimas palabras se queda callado.
—Sebastian... ¿Alguien más a...
—No.—Me interrumpe.—Ni Cielo, ni nadie.
—Cielo, no la llames así.
—Ese es su nombre, baby.
—Llámala por su apellido.
El vuelve a reír.
—Me encanta verte celosa, es caliente... es más, creo que se me quito el apetito, vayamos de frente a la casa.
—¿Crees que voy a tener sexo así... después de ver que hay una trepadora cerca de ti?
—¿Trepadora? Amor...—Pronuncia aguantándose las ganas de reír.—Aveces me recuerdas que sigues siendo una niña.
—22 años no es edad de una niña.—Le corrijo.—Soy una mujer y te lo he demostrado.
Sebastian sonríe.—Si, lo has hecho.
Me sonrojo.
Acerco mi boca a la suya y nos besamos, me coge la mejilla y sonríe acariciándome.
—Te amo tanto, Ellie.
Sonrio despacio.—¿Incluso después de esta escena?
Vuelve a besarme.
—Solo te amo a ti.
Sé que es así, pero no puedo evitarlo.
Le cojo la cara entre mis manos.—También te amo mucho, Sebastian.
Hola...
He leído sus comentarios, siempre esperan lo peor de mi :(
AJAJJAJAJJA
Que yo recuerde he dado más finales felices que tristes :o
Aunque uno no sabe, no todo puede acabar igual - Se encoje de hombros-
