ཧᜰ꙰ꦿ𝑫𝒆𝒔𝒕𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔 𝒆𝒔𝒄𝒂𝒓𝒍𝒂𝒕𝒂𝒔.ཧᜰ꙰ꦿ

Destellos escarlatas - Capítulo 7.

Los años pasaron, ahora tengo 20 años, sigo siendo amiga de Jojo y Erina, nuestra amistad se hizo tan fuerte que nada, ni nadie la podía romper. Respecto a Dio, desde aquella vez que me dijo eso no volví a verlo, y si lo hacia lo evitaba, sus palabras me habían dolido mucho y era mejor estar así.
-Vamos Jojo, tu puedes-palmee con fuerza la espalda del grandulón y sonrió rascándose la nariz.
-Gracias ___, siempre me apoyas en todo.
-Siempre lo haré Jojo.
-Que suerte que tengo de tenerte como mejor amiga.
No, a pesar de que pasaron los años a Jojo no le dije nada de mis sentimientos, y si, aún estaba enamorada de él, porque aquellas palabras me hicieron sentir un apretón en el pecho.
-Ay ya-reí.
-Apresúrate Jojo-se hizo presente un rubio de la misma estatura que Jojo, su cabellera y ojos escarlatas me hicieron dar cuenta de quien se trataba.

Dio.

Pensé observándolo, años atrás lo evadía de todas las maneras posible que incluso me olvide de como él también había crecido.
-Ya voy Dio-observó Jojo avanzando hacia el rubio el cual desvió la mirada hacia mi.
Tragué fuerte sintiendo un cosquilleo en el vientre ¿Por qué de nuevo esa sensación inexplicable?
-No es momento de pensar en ello-me dije a mi misma, debía alentar a Jojo en su partido de Rugby.
Y así fue, me senté con la tribuna a ver el partido que daba a comienzo. Era bestial la fuerza y capacidad de moverse que tenía Jojo, tenía sus ventajas el grandote.
-¡Vamos Jojo!-alenté alzando una mano.
La pelota fue dirigida hacia Dio, este de un salto la tomó en el aire en una pose que me había dejado boquiabierta, sus ojos por un momento se volvieron a cruzar con los míos y una notable sonrisa altanera se dibujó en sus labios.

¿Sigue siendo un fanfarrón?

Pensé frunciendo el ceño de inmediato.
El partido acabó con la victoria del equipo de Jojo, felicitaban a Dio por su último movimiento para obtener la victoria y de mi parte aproveché y me acerqué al grandote.
-Bien hecho-felicité dándole una palmada en la espalda, esas típicas que solía darle cada vez que hacia algo bien-ganaste.
-Gracias ___-dijo-pero también ganamos gracias a Dio-sonrió Jojo.
-Eh... si, claro-dije sin interés alguno.
-Jojo-llamó Dio a la vez que se acercaba a él.
-Bien jugado-dijo Jojo y ambos se dieron un apretón de manos seguido de unas sonrisas.
Así es, ambos se llevaban bien después de todo lo que había ocurrido y eso en parte me parecía extraño viniendo del rubio.
-Felicidades Jojo-felicitó un compañero al acercarse.
-También gracias a ti ganamos-se acercó otro y así hasta rodearlo, me aparté y no pude evitar sonreír al ver a mi amigo tan contento.
-¿No me vas a felicitar también?-oí en seco, giré el rostro en dirección a Dio, estaba de brazos cruzados a mi lado.
-¿Por qué debería?-alcé una ceja.
-Gracias a mi también ganaron.
-¿Acaso Dio necesita de mi atención? ¿Necesita atención de esta fea mujer?
-Te tomas a mal un chiste-rodeó los ojos Dio.
-¿Era un chiste? No me jodas Dio-fruncí el ceño.
-Perdón ¿Si?
Me asombré ante las palabras ¿Dio pidiéndome perdón? ¿Estaba soñando?
-Ahora si te ves como una mujer-y con sus ojos indicó mi busto.
-¡Dio!-alcé la voz y crucé los brazos sobre el pecho, él rió-tonto-me contagié de sus risas.
-¿Eso quiere decir que me perdonas?
-Si tanto quieres mi perdón-alcé los hombros mientras le extendía una mano-te perdono.
Tomó la mano y la acercó a sus labios los cuales le depositaron un beso, mi corazón comenzó a latir con fuerza y de seguro tenía un muy notable sonrojo en las mejillas.
-Perfecto-sonrió apenas de lado.
Tragué fuerte apartando la mano y con la mirada buscaba a Jojo, aún seguía hablando con sus compañeros.
-Nos vemos luego-se despidió Dio alejándose.
-N-Nos vemos...
Observé como se iba ¿Por qué me ponía así? ¿Por qué?
Traté de odiarlo por todo lo que había hecho pero me fue imposible, a veces regañaba a Jonathan porque le había perdonado todo a Dio y aquí me encuentro yo en la misma situación ¿No puedo ser más tonta?
Cambiando de tema, se acerca el cumpleaños de Jojo y eso me ponía muy contenta, ya que tenía su regalo preparado y sobre todo iría vestida lo más linda posible, así me notaría como una mujer.

Eso mismo.

Pensé sonriente al verlo allí con toda su alegría mezclada con ternura. Aparte de ello es hora de decirle mis sentimientos, ya no puedo permanecer así, ya no soy una niña.
-Es hora de lanzarme-dije entre suspiro.
Pero mientras tanto iba a disfrutar de su compañía con un disfraz de "mejor amiga" no voy a negar que me encanta serlo pero... yo siento otra cosa por él, siento amor y deseo que sea correspondido, de no ser así lo aceptaré pero temo también perder su amistad por ello.

No puedo continuar fingiendo.

Sacudí apenas la cabeza, era cierto. No podía seguir así, me hacia mal a mi misma.
-¡___!-alzó la mano Jojo al despedir a sus compañeros, trotando se acercó hasta mi y sonrió-perdón por hacerte esperar.
-No te preocupes-le resté interés-hey, se acerca tu cumpleaños.
-Es cierto-dijo con asombro, si, se había olvidado.
-Te has olvidado ¿No?
Llevó una mano tras la nuca y sonrió con pena.
-Si...
Negué levemente dándole un golpecito en el hombro.
-Anda, vamos. Tienes que empezar a dejar de tener tu cabeza en esa máscara.
-Sabes que no puedo ___, después de lo que vi siento que debo investigarla a fondo.
-Pero no llegar al extremo de dejar todo de lado-me crucé de brazos-¿También te vas a olvidar de tus amigos?
-Claro que no-respondió rápido negando con la cabeza repetidas veces-eso jamás pasaría, Erina y tú son mis mejores amigas de hace años.
Sonreí enternecida por su expresión decidida.
-Bueno, te propongo que te despejes un poco haciendo una fiesta para tu cumpleaños.
-No es mala idea-dijo pensativo.
-Y la harás quieras o no.
Rió observándome atento.
-Lo haré por ti, querida ___.
Sonreí sintiendo que el corazón se me derretía de la felicidad al oír eso último.