ཧᜰ꙰ꦿ𝑫𝒆𝒔𝒕𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔 𝒆𝒔𝒄𝒂𝒓𝒍𝒂𝒕𝒂𝒔.ཧᜰ꙰ꦿ

Destellos escarlatas - Capítulo 11.

¿Sentía algo por Dio? En aquel momento cuando me besó el dolor desapareció de mi, me había olvidado de todo a mi alrededor y me centré en lo suave y dulces que eran sus labios.

Dio...

Siempre nos habíamos llevado mal, eramos como el agua y el aceite ¿Por qué a mi? ¿O esto es una venganza por lo que le había echo hace tiempo atrás?

Eso debe ser, una simple trampa.

-Llamando a la inútil-oí la voz de Dio, sacudí apenas la cabeza y observé a mi lado al rubio, estaba sentado con el codo sobre la mesa, el mentón apoyado sobre la palma de su mano y con la otra mano con un dedo hacia circulos en mi cabello corto-me gusta como te queda el cabello de esta manera.
-¿Si?-mantuve la mirada sobre la suya ¿Acaso esto es verdad?
Asintió seguido de mostrar una leve sonrisa.
-¿En qué piensas tanto?
-Tú... ¿Realmente sientes algo por mi?
Detuvo su dedo y observó incrédulo.
-¿O haces esto por venganza?
Rió de manera suave, alejó la mano y con ella acomodó su cabello hacia atrás.
-¿Crees que perdería mi tiempo siendo de esta manera si solo fuera una venganza?-ahora alzó una ceja con la mirada fija en mi.
-No lo sé...
-No seas más tonta ___.
Fruncí el ceño cruzándome de brazos, apoyé la espalda contra el respaldar de la silla y mantuve viéndolo así.
-____, ya eres grande para hacer berrinches.
-No estoy haciendo berrinches-achique los ojos, él rodeó los suyos y en cuanto iba a hablar la música cambió a una lenta.
Dio se levantó, camino hasta mi y extendió la mano.
-¿Me concedes esta pieza, inútil?
Como arruinar momentos según Dio.
-No quiero-negué.
-Anda, era broma-me tomó del brazo delicadamente-¿Acaso no quieres divertirte un poco y olvirarte de todo?
Tenía razón, debía dejar de pensar en lo ocurrido, mi comportamiento era el de una amargada de la vida.
-Tienes razón-respondí sonriendo, me levanté y ambos nos dirigimos al centro de la sala.
-¿Sabes bailar?
-Un poco-respondí dudosa.
-Eso es un no.
-¿Y tú?
-Si, me gusta-me asombré al oírlo decir eso-¿Qué sucede?
-Nunca pensé que te gustaría eso.
-¿Por qué?
-Bueno, por como eres de malhumorado.
-Hey... no te aproveches de mi poca bondad contigo.
Reí acomodando una mano sobre su hombro y la otra sostenía a una de las suyas. La que quedaba libre de parte de Dio se apoyó en mi cintura, al sentir aquel toque un escalofrío recorrió por todo mi ser.
-Yo te guío-su voz sonaba calmada y eso me gustaba mucho.
Comenzamos a bailar, como había dicho él, me guiaba en la pista con suaves movimientos, a veces me hacia girar haciendo que la falda se moviera. A veces observaba hacia Jojo quien bailaba con Erina, ambos muy felices, disfrutando su reciente relación.
-___-llamó Dio acercándome a él, sus dedos se clavaron en la piel de mi cintura.
-¿Si?-pregunte viéndolo atento.
-Haré que te olvides de Jojo-susurró cerca de mi rostro, su mirada mostraba un suave brillo el cuál nunca había visto y sobre todo me transmitía mucha tranquilidad-deja de verlo, me vas a hacer poner celoso-agregó imitando un pequeño puchero.
Esas últimas palabras por alguna razón me hicieron sentir un nudo en el estómago ¿Dio, el chico más lindo de aquí sintiendo celos por mi? No pude evitar sonreírle.
-¿Tú, celos? Creo que eso no va contigo-reí a lo que él alzó una ceja.
-No me conoces ___, solo viste mi faceta de...
-Maldito-interrumpí.
-Mira quien habla-sonrió de lado.
-Yo te respondía a tus maldades-alcé los hombros-siempre me molestabas.
-¿Y ahora?-acercó aún más el rostro al mío-¿Qué te parece mi comportamiento?
-Me gusta...-susurré desviando los ojos hacia sus labios entreabiertos.
-Te besaría aquí mismo pero no quiero darte problemas-con los ojos señaló por detrás de él, me asomé y vi a mi padre que era sostenido por mi madre la cual lo regañaba. No pude evitar reír y volví a verlo.
-Te dejo libre-me hizo girar una vez más y de un suave tirón me acercó a él-por ahora-ronroneó y besó mi mejilla.
Un fuerte sonrojo se formó en mis mejillas.
-Hey-llamé, me observó, rápidamente me acerqué a él y deposité un beso en la comisura de sus labios. Noté un poco de asombro en su mirada pero luego sonrió de lado-nos vemos después.
Me fui en dirección a Jojo y Erina,

¡¿Por qué hice eso?!

Pensé tragando fuerte, había caído en si de lo que había hecho.
-Ay mierda-maldije por lo bajo para no ser oída.
-¡____!-llamaron al unisono la parejita, los observé y sonreí en cuanto se acercaron a mi con entusiasmo.
-¿Qué sucede?
-¿Estás con Dio? ¡Y no nos dijiste nada!-se apresuró Jojo alzando un poco la voz, con una mano le cubrí la boca, ya que varias personas voltearon a vernos.
-Claro que no salgo con él-negué, él parpadeó varias veces confuso.
-Estaban juntos y ustedes siempre pelean por todo-habló Erina, Jojo alzó el dedo índice e hizo señal de asentir con el-es raro verlos así.
-Queríamos hacer las pases y empezar desde cero-respondí alzando los hombros sin interés.
Jojo me tomó de la muñeca y apartó mi mano.
-Por cierto, tenemos que decirte algo-sonrió Jojo al ver hacia Erina. Ya sabía de que se trataba pero ahí voy yo fingiendo mi mejor cara de asombro.
-Estamos saliendo-respondieron al unisono a la vez que se tomaban de la mano.
Admito que me dolía un poco oírlos decir eso pero no puedo hacer nada, son felices y se merecen lo mejor por ser tan buenas personas.
-¿Enserio?-fingí asombro en el rostro a la vez que llevaba ambas manos a las mejillas-¡Los felicito!
Ambos sonrieron a más no poder y algo dentro de mi por alguna extraña razón me hizo sentir feliz por ello. Quizás porque a pesar de seguir sintiendo cosas por Jojo quiero verlo bien y eso más que nada me llena de alegría.
-Me lo cuidas ¿Eh?-codee a Erina-es un poco torpe pero que se le va a hacer.
-____-bufó Jojo dibujando un puchero en los labios, no pude evitar reír.
Después de todo no fue un mal día, tuvo sus cosas buenas.