Destellos escarlatas - Capítulo 16.

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Jojo me había dicho que lo ayudara con el regalo para su padre. 
-No se que puede ser...-suspiró apoyando el mentón sobre la mesa de la cocina, a su lado me encontraba pensativa de brazos cruzados.
-¿Sabes que puede gustarle?-pregunté a lo que negó levemente.
-No lo sé...
-Estamos complicados entonces-torcí el gesto.
-Encima es mañana su cumpleaños, voy a quedar horrendo si no le regalo algo-suspiró incorporándose y se hundió de hombros.
-Tranquilo-apoyé una mano sobre su hombro-todavía hay tiempo para buscar su regalo.
-¿Me ayudarás?
-Claro que si, por algo estoy aquí-respondí.

Aparte de venir a ver a Dio.

-Así que vamos, yo te ayudo.
-Eres genial ___-me tomó de ambas manos y sonrió-por eso eres mi mejor amiga.
-Lo sé-sonreí de lado-ahora vamos, no debemos perder tiempo.
Ambos nos levantamos y dispusimos a salir de la cocina cuando de repente Dio se hizo presente y observó la escena alzando una ceja.
-¿Y ahora que están tramando?-preguntó viendo a Jojo y luego hacia mi.
-Jojo quiero hacerle un regalo a George pero no sabe que. Así que voy a ayudar a buscarlo-respondí a lo que Jonathan asintió torpemente.
-Buena suerte en ello-comentó y dicho eso Jojo avanzo, iba a hacer lo mismo pero un brazo de Dio atrapó mi cintura-hey ¿No te olvidas de algo?-me observó con aquella ceja alzada.
-Perdón-reí acercándome a su rostro y besé sus labios.
-Ten cuidado-dijo tras separarse, solo asentí y avancé para encontrarme al grandote sonriendo con ojos llenos de brillo.
-Que lindos se ven juntos-suspiró llevando ambas manos sobre sus mejillas, reí seguido de tomarlo del brazo y jalarlo.
-Anda, vamos.
¿Qué regalo sería? Esa era la misión, George es un hombre que no habla mucho de sus gustos, suele pasar por la biblioteca ¿Pero otro libro? Tiene millones.
-¿Algún vino?-hablé a lo que Jonathan se mantuvo pensativo.
-Podría ser...
-Es que George tiene todo-reí y Jojo hizo lo mismo.
-Es cierto pero... al debe haber que le guste.
-¿Algo relacionado con su marca de nacimiento? Recuerda que yo te regale un collar con el dije.
-Si y fue hermoso-sonrió-mira-metió la mano en el cuello de su camisa y de este sacó la sutil cadena con aquel colgante con forma de estrella-lo llevo conmigo, es como mi amuleto de la suerte.
Algo que apreciaba mucho de Jojo, era su dulzura, nunca en la vida sería capaz de ver de mala manera a alguien o tener malos pensamientos, es por eso que es un gran amigo mío.
-Podría ser algo parecido-volví a repetir y ambos llevamos una mano al mentón, parecíamos dos tontos de esa manera.
-Tampoco es mala idea.
-Pero tú también di algo-me exaspere y su respuesta fue llevar una mano tras la nuca.
-Es que no se me ocurre nada-tras ello suspiré y seguimos avanzando.
Dimos vuelta por toda la ciudad buscando ese regalo especial que al final dimos en el blanco tras detenernos a descansar.
-Jojo-llamé en cuanto mis ojos se enfocaron en una tienda de trajes-¿Y si le regalas un nuevo traje?
Los ojos de Jojo se encendieron por la gran idea.
-Que gran idea-habló entusiasta-él siempre anda de traje y la mayoría de veces con los mismos, no tiene tiempo de ver otro.
-Entonces vamos-lo tomé del brazo y sin pensarlo dos veces, lo jale dentro de la tienda.
El grandote había sido víctima de las pruebas de trajes, ya que su tamaño es idéntico a George, así que ahí se encontraba, probándose más de un traje.
-Ya me cansé-se quejó dejando caer los hombros hacia adelante en señal de cansancio.
-Este era el último-avisaste y suspiro de alivio-de todos ¿Cuál te gustó más?
-Mi padre es siempre de usar colores formales como el negro, gris.
-¿Y si pruebas llevarle este?-alcé en mi mano aquella prenda de un color azul casi idéntico a sus cabellos-combinará con su cabello.
-Bien-sonrió asintiendo.
Nuestra misión había sido cumplida, ya estaba el regalo de Jojo para su padre, así que era hora de volver. Todavía era temprano, así que podía quedarme un rato en la mansión Joestar y quién dice, molestar un poco a aquel rubio de mal carácter.
-Llegamos-avisó Jojo sonriente y el mayordomo lo recibió con una sonrisa.
-¿Cómo le a ido señor?
-De maravilla, ya tengo su regalo-sonrió el peliazul-gracias a ___.
-No fue nada-le resté importancia y sonreí-eres un gran amigo para mi, claro que voy a ayudarte.
-¡Que suerte que tengo de tenerte!-festejó y sus curpulentos brazos me envolvieron en un abrazo.

Ay mierda.

Pensé al quedar con los pies fuera de tierra firme, se olvidaba que era bastante complicado manipulando su fuerza.
-Jojo, me asfixias-avisé tosiendo.
-Lo siento-rió soltándome e inhale profundo, el mayordomo reía viendo la escena.
-Bien, iré a ver a Dio-avisé a ambos.
-Hace rato subió las escaleras, de seguro se encontrará en su cuarto-avisó el más adulto.
-Gracias-tras una leve reverencia me dispuse a ir escaleras arriba.
Crucé el pasillo y a paso lento me dirigía la cuarto de mi querido rubio, quería saber como estaba, si ya tenía algún regalo para George o simplemente que hacía. Así que al llegar a la puerta de su cuarto, tomé el picaporte y di suaves golpecitos a esta con los nudillos.
-¿Quién es?-su voz ronca y molesta me hizo sonreír.
-Soy ___-respondí.
-Adelante.
Abrí la puerta y observé a Dio recostado en la cómodamente sobre la cama con un libro en manos.
-¿Interrumpo?-pregunté cerrando la puerta tras de mi.
-La verdad que si-respondió y sus ojos burlones se posaron en mi.
-Bueno, mala suerte. Vengo a molestarte-avancé hasta quedar junto a su cama y me senté a un lado suyo.
-¿Ya consiguieron el regalo para George?-preguntó viéndome.
-Si, después de tantas horas lo encontramos-suspiré y sonreí-lo bueno es que Jojo está sumamente feliz por ello y con eso me basta.
De improvisto Dio me rodeó con sus brazos y de un movimiento rápido me hizo caer acostada sobre su cama con él encima.
-¿Dio?-pregunté confusa ante su ceño levemente fruncido, no me veía a los ojos como era de costumbre.
-No hables de él ahora, préstame atención a mi-sonaba como murmuro, al parecer le daba vergüenza admitir que estaba celoso ¿Dio celoso? ¿Eso existe en su diccionario? Una risita se me escapó y ahora si me observó con un leve rubor en las mejillas.
-¿Qué da gracia? Idiota-ahí estaba ese Dio que me encantaba, el que se enfada fácilmente.
-Eso me huele a celos-bromee a lo que mantuvo una ceja alzada.
-¿Celos? ¿Yo?-soltó una carcajada con aires superiores-eso no existe en mi.
-Como tu digas rubia-le acaricie el cabello y nuevamente me veía con el ceño levemente fruncido.
-Hoy quería pasar tiempo contigo.
-¿No lo estamos haciendo ahora?
-Pero quería hacerlo por más tiempo-suspiró exasperado.
-Lo siento, es que era importante para Jojo.
-¿Y no podía ir Erina?
-No, estaba ocupada-respondí alzando los hombros-Jojo es un gran amigo para mi.
-Y un amor platónico de tu pasado-comentó desviando la mirada a un lado, me mantuve viéndolo detenidamente.
-Dio-llamé, no había respuesta-Dio, mi amor...
Sus ojos ahora si se fijaron en los míos, mostraban aquel brillo tan característico que amaba y me tenía perdidamente enamorada.
-Solo quiero estar contigo, Jojo quedó en el pasado. Llegaste tú y me hiciste ver las cosas como realmente deberían ser.
Suspiró aún con aquel semblante enojón pero sabía perfectamente que mis palabras le habían gustado.
-Te quiero solo a ti, mi Dio-sonreí rodeando los brazos en su cuello y apreté a mi en un gran abrazo-eres el hombre de mi vida y eso nada, ni nadie lo va a cambiar.
Silencio, pero me fui suficiente que correspondiera rodeando los brazos en mi cuerpo, y tras un suspiro se apretara a mi, escondiendo el rostro en la cueva de mi cuello.




¿Qué les puedo decir? Me encanta sacar este lado en personajes con personalidades como la de Dio 💛
Espero que les guste el cap. 💛

ཧᜰ꙰ꦿ𝑫𝒆𝒔𝒕𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔 𝒆𝒔𝒄𝒂𝒓𝒍𝒂𝒕𝒂𝒔.ཧᜰ꙰ꦿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora