Destellos escarlatas - Capítulo 8.

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Con ayuda de Erina estabamos haciendo los preparativos de la fiesta de Jojo.
-¿El pastel de que sabor prefieres?-preguntó Erina observándolo con una libreta y pluma en mano.
-Mmmm.... chocolate-respondió sonriente.
-Hay que ver adornos-agregué-la comida, bebidas con y sin alcohol, los invitados, cuantos serán...
Mientras hablaba Erina trataba de escribir lo más rápido que podía, le iba a salir fuego de la hoja con la velocidad que iba y arrastraba la punta de la pluma sobre la hoja.
-¿Qué tanto hablan?-se hizo presente Dio pasando cerca nuestro para ir en busca de un vaso con agua.
-Una fiesta para Jojo-respondió Erina alegremente-se acerca su cumpleaños.
-Es cierto, se acerca el cumpleaños de Jojo-dijo con un semblante de asombro-¿Cuantos invitados serán?  ¿Seis, siete como máximo?-su tono cargaba un poco de burla que solo yo pude notar y eso molestaba un poco.
-Claro que no Dio-rió Jojo inocente como siempre-invitaré a todos nuestros amigos y a varios familiares.
-Interesante-dijo Dio chocando los dedos sobre el vaso de vidrio-¿Y no invitas a algunas amigas?
-Si-respondió Jojo asintiendo y nos señaló a ambas-a ellas.
-¿Otras amigas aparte de ellas?-alzó una ceja rubia.
-Mmm... no, no las tengo-alzó los hombros Jojo sin interés alguno.
-Bueno, no puedo quejarme-al decir aquello desvió su mirada escarlata hacia mi.
-¿Por qué?-Jojo parpadeó confuso varias veces.
-Por nada Jojo-le restó importancia y mantuvo su mirada.
-Todavía no estas en la lista, no te autoinvites rubio-avisé sacándole la lengua.
-Te recuerdo que vivo en la misma casa de Jojo y soy su hermano.
-¿Y?
-Anda ___-rió Jojo-claro que estas invitado Dio, ___ solo bromea.
Si, claro, solo bromeo.
Avanzando la tarde con toda la lista preparada, la cual nos llevó tiempo, decidimos ir a hacer un picnic ¿Y quién estaba presente? El mismo Dio.
-Vamos a armar todo-dijo Jonathan hacia Erina, ella asintió emocionada y ambos corrieron con las cosas en manos bajo un gran árbol que daba sombra.
-Que raro de ti compartiendo momentos con nosotros-dije cruzándome de brazos-¿Qué? ¿Te estás muriendo?
El rubio chisto mientras avanzaba hacia los demás.
-Admite que me extrañaste rubio-comenté divertida.
-¿Y tú me extrañaste?-volteó a verme, sus ojos escarlatas hicieron que sintiera nuevamente esa sensación en el estómago.
-N-No...-¿Por qué dudaba? Voy a admitir que hubo días que pensé en él y en como estaría-claro que no.
-Si, claro-sonrió burlón y siguió avanzando.

Idiota.

Jonathan y Erina habían preparado todo para que los dos nos fueramos a sentar.
-¿Recuerdas cuando peleaste contra esos dos chicos para defender a Jojo y a mi?-hablaba Erina sonriente.
-Si, lo recuerdo-reí divertida.
-Siempre cuidando nuestras espaldas ___-Erina mantuvo aquella expresión tierna.
-Golpea fuerte-agregó Dio y recordé aquella vez que le había dado un puñetazo en el rostro.
-Bueno, te lo merecías-me escude hundiéndome de hombros.
-Todavía puedo vengarme de ello-sonrió pícaro el rubio con la mirada encendida.
-¿Ah si? Ya lo veremos-sonreí de lado desafiante.
-No cambian-rió Jonathan.
Las charlas siguieron pero en un momento Dio decidió tomar un libro que se había traído y comenzó a leerlo.
-Hey, estamos hablando. Únete a la conversación-dije hacia Dio quien no apartaba la mirada del libro.
-No, gracias.
Una sonrisa pícara se dibujo en mis labios.
-Ya que...-suspiré, me levanté y agaché apenas ante él para arrebatarle el libro de los manos.
-Devuélvemelo-ordenó Dio alzando la mirada hacia mi.
-Mmm...-fingí estar pensando-no-reí.
-Te vas a arrepentir ___, piénsalo bien-advirtió el rubio.
-¿Qué dicen chicos? ¿Se lo doy o no?-pregunté hacia Jonathan y Erina que reían.
Dio de un salto se levantó y se preparó para lanzarse a correr hacia mi.
-¡____ corre!-gritó Jonathan.
Me eché a correr lo más rápido que podía, no podía parar de reír al sentir los pasos cercanos de Dio tras de mi. Me detuve tras ponerme detrás de un árbol, él se detuvo delante de este y atinaba a correr pero tenía un problema, si me corría por la derecha, tenía escapatoria hacia la izquierda y si fuera hacia la izquierda, saldría por la derecha.
-Dámelo tonta-dijo Dio, notaba en su expresión que se estaba divirtiendo con esto.
-Te lo daré si me atrapas-me eche nuevamente a correr pero el rubio fue tan rápido que me tomó del brazo y de un tirón me llevó hasta él. Con ambos brazos me envolvió la cintura y entrelazó los dedos tras esta para evitar mi escapatoria.
-Perdiste-sonrió victorioso.
-Aún no me rindo-forcejeaba entre risas.
Di un paso hacia atrás y una rama se interpuso en mi pie, haciendo que perdiera el equilibrio al igual que Dio. Ambos caímos, estalle entre risas por lo sucedido, hace tiempo no hacia estas cosas y más molestar al rubio.
Detuve mi risa al ver en la posición que estábamos, Dio sobre mi con sus caderas apegadas a la mía y su rostro muy cerca.
-¿Extrañabas esto?-alzó una ceja aún con aquella sonrisa en los labios.
Sentía el rostro caliente y sobre todo aquellos ojos que me habían dejado atontada, eran hermosos.
-Si-respondí sonriendo tímidamente.
Sus ojos se desviaron hacia mis labios, tragué fuerte al notar eso. Su expresión era de calma y sobre todo de algo que me sorprendía y era...
-¡Dio! ¿Qué estás haciendo?-apareció Jonathan-¡Es una dama! ¡No seas cochino!
Quería que la tierra me tragara y escupiera en otra parte.
-¡N-No seas idiota!-era la primera vez que veía tartamudear a Dio y sobre todo un leve sonrojo en sus mejillas.
Se levantó de golpe y sacudió sus ropas con el ceño fruncido.
-La inútil se cayó cuando la tomé del brazo y yo también perdí el equilibrio-habló aclarando la garganta.
Jojo se acercó y me tendió la mano, la cual tomé.
-Inútil serás tu, oxigenado-y mostré el libro en manos-aún sigo con el libro, yo gané-le saque la lengua.
-Claro que no, yo gané. Te atrapé.
Jojo y Erina rieron hacia nuestras peleas de niños pequeños pero aún así sentía ese sacudón en el pecho luego de lo sucedido ¿Qué tiene Dio que se comporta así conmigo?

ཧᜰ꙰ꦿ𝑫𝒆𝒔𝒕𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔 𝒆𝒔𝒄𝒂𝒓𝒍𝒂𝒕𝒂𝒔.ཧᜰ꙰ꦿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora