El Chico de Cabellos Escarlata © CɑʍմŚ×MíӀօ

🌹~ será

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Capítulo 06: Será.

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—¿Quién? —Escucho su grito desde el fondo de la casa. Tan solo niego con la cabeza.

—Soy Shura. Abreme —solicito con una sonrisa en los labios.

Comúnmente algo que suelo compartir con Camus, mi mejor amigo, es darle una impresión totalmente distinta a las personas. A él lo tachan de ególatra y déspota. Diciéndonos no le interesan las habladurías y burlas hacia su persona, sé que lo hace. Su corazón, es tan frágil como el de cualquier humano.

En cambio, a mi, malhumorado e insensible. Tan frío, que no soy capaz de sentir humanidad. Aquel cliente que se niega a pagar me lo ha dicho a la cara. No dándole la atención que merece.

«Pero igual, duele»

Sin querer, la tristeza me ha nublado, siendo detallada en ni rostro. No siendo lo suficientemente rápido como para ocultarla de él.

—Shura ¿Qué tienes? —No digo una palabra. Permanezco con la cabeza abajo, abochornado por que vio mi lado sensible—. Sabes que puedes confiar en mi, ¿cierto?

—Cierto, Aioros —respondo, inhalando una gran bocanada de oxígeno.

—Entonces. Pasa y cuéntame cada detalle de tu aflicción. Por tu mirada opaca, puedo asegurar, se trata de un amor no correspondido ¿A qué si? —Me pregunta risueño. Sus ojos azules, luminosos como la luna.

—Yo... —Dudo. No puedo hacerlo. Al menos, no hoy.

¿Cómo voy a decirle que por quién sufro es él? Se pondrá triste.

Él no me corresponde, y mi confesión solo lo hará sentir miserable. Incapaz de poder darme la felicidad que tanto deseo.

—¿Qué te parece, si mejor me cuentas como le va a tu hermano en Inglaterra?

Casi parece saltar ante mi interés por su hermano menor. A quien no ve desde hace cuatro años.

—Ponte cómodo —sugirió, dándome entrada.

==°🌹°==

Le observo detalladamente con una sonrisa cálida. Sentado en el sillón de dos plazas, con las piernas cruzadas y un maletín negro sobre su regazo. Le noto penoso, casi como si no quisiese estar aquí.

Lo que resulta una verdadera lastima. Su inesperada visita, resulta para mi, lo mas laborioso nunca sentido. Compartiendo el mismo espacio y oxígeno.

—Mmm... Maravilloso —suelto sin querer, perdido en su esculpido rostro, y en sus muecas graciosas. Inmediatamente clava sus ojos en mí, aquellos zafiros que tanto me tienen loco, junto a aquella melena única. Y de la que solo pocos, son poseedores—. Lindo —ronroneo, dejando ir un suspiro de ensoñación.

—¿Disculpe? —interrogó, con una ceja alzada, casi burlándose ante lo deslumbrado que me tiene su inmaculada e irreal belleza. Pese a no demostrarlo en sus facciones, soy capaz de percibirlo en sus iris.