Capítulo 9

0 0 0
                                    

   El tiempo en la universidad pasó de forma muy extraña, iba muy rápido hasta que Derek aparecía y el tiempo se detenía por completo. Al final él compró el libro. Jamás se volvieron a hablar hasta el club.
   Luego de debatir los primeros tres capítulos hasta que la campana sonó.
   —Recuerden que la próxima clase será en la noche de 21:30hs a 23hs.
   Antes de salir Laila vio unas llaves en el asiento donde estaba Derek, debían ser suyas. Intentó alcanzarlo pero iba muy rápido.
   —¡Derek! —gritó.
   Su piel se puso de gallina, había olvidado lo que se sentía oírla decir su nombre. Él joven volteó y dijo —¿Qué quieres? —vio a Laila sacudir sus llaves entre sus dedos. Enfadado con él mismo avanzó hacia ella pero quitó sus manos antes de que pudiese agarrarlas.
   —¡Dámelas! —exigió.
   —Dime por que me odias —retrucó Laila.
   —No te odio.
   —Si lo haces y quiero saber por qué —él no dijo nada, solo la observaba con el ceño fruncido—. Derek.
   —¡Basta! Deja de decirlo —cerro sus ojos.
   —¿Qué cosa?
   —Mi nombre... Deja de decir mi nombre con su voz.
   Tomó las llaves de su mano, que ante la sorpresa estaba suelta, y se fue.

Derek llegó a casa azotando la puerta de su habitación. Su respiración estaba agitada y sus ojos llorosos. No podía, no soportaba estar cerca de ella y oírla reír. Le partía el alma. Pero no podía alejarse, era lo único que le quedaba de su pequeña hermana. Y no sólo por ella, Derek estaba enamorado de Laila incluso antes del incidente.

Laila estaba sentada en su sillón viendo tv, aunque no le prestaba atención, seguía pensando en aquello que Derek había dicho. No le había dicho nada más, solo se fue y eso había despertado aun más la intriga por él.

Ámalo por miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora