Ámalo por mi

Capítulo 6

   Era el día, Laia se estaba mudando cerca de la universidad a la que iría dejando atrás su casa de Mesina. Sus padres después de tanto tiempo estaban felices y orgullosos de que su hija dejara el nido y viviera una nueva aventura. Cargó su motocicleta en la parte trasera del camión de mudanzas y emprendió el viaje hasta el edificio que sería su nuevo hogar. El departamento era muy simple: un piso completo que se accedía directamente del ascensor, al entrar en el pasillo: estaba la cocina; luego una habitación enorme, con una cama y las ventanas que daban al balcón. A su izquierda un pasillo que resultaba ser el armario y al final de éste el baño. Uno bastante pequeño, con una bañera y una ventana encima de el, con vidrios opacos. Era un departamento muy simple, pero perfecto. No tardo en decorarlo y ordenar sus cosas. Estaba tan felíz de haber dado ese gran paso que decidió festejarlo con helado. Bajo las escalera y camino por el vecindario, a unas cinco cuadras encontró una heladería. Estaba eligiendo los sabores de helado cuando volteó su cara hacia la ventana y en ese instante él aprecio, el chico rubio del hospital había pasado frente a ella. Salió, pero ya no estaba. Sin duda, haberse mudado fue la mejor decisión que había tomado. Sólo sonrió, no pensó en perseguirlo, tenía la firme creencia que si debían conocerse se conocerían y si él no era su verdadero amor no lo harían y lo encontraría algún día, pero con paciencia. Quería vivir lo más tranquilo posible, aunque sus instintos la hacían ir rápido. Volvió con un kilo de helado a casa y se sentó en el sillón a ver películas. Al terminar fue a dormir.
   El día siguiente era domingo, no tenía mucho que hacer y el viaje la dejó exhausta, solo se recostó nuevamente a ver series y luego a organizar el resto de la semana.