Laia sacó una caja de debajo de la cama, él se acercó a ella y le entrego la carta que guardaba allí. Derek comenzó a leerla y cada vez que sus ojos volvían al lado izquierdo del papel más se humedecían sus ojos a tal punto que cayó sentado en la cama y tapó su cara con sus manos. Laia podía sentir su dolor, solo se sentó junto a él y lo abrazo sin importar qué, esperando una reacción negativa de su parte pero nada pasó.
—Lo lamento —dijo él.
—No tienes por que.
—Nunca supe nada de esto. Ese día estábamos dándonos obsequios de navidad y ella luego de abrir mi regalo dijo "Te amo", le respondí "Yo también". Jamás pensé que lo decía de esa manera. Yo siempre la ame como mi hermana menor.
—Derek, no sólo me dieron el corazón de Evelyn —levantó la vista hacia ella, sus ojos estaban rojos.
—¿Qué más pudieron darte?
—Tuve una extraña combinación de cáncer y necesitaba un corazón, un pulmón y una laringe. Es por eso que debes sentir un dejo de su voz en mi.
—Me siento frustrado de no haber hecho nada. No pude salvarla.
—¿Me dirías que sucedió con ella?
Derek no quería hacerlo, pero sentía que debía hablarle sobre eso.
—Es una larga historia.
—Tengo pizza y una botella de vino.
—¿Tinto?
Hizo una nueva desfavorable —Blanco —afirmó.
—Me gusta más el blanco.
—Perfecto.
El brillo de sus ojos hizo que a Derek se le escapara una sonrisa. Laia puso la pizza a calentar en el horno y sacó dos copas, sacó una botella de vino de la alacena y la destapó volcándolo en su blusa.
—¡Demonios!
—¿Te encuestas bien?
—Si, no es nada, iré a cambiarme.
Laia camino hacia el armario mientras se quitaba la blusa, Derek pudo ver su espalda y parte de su brasier. Sintió un deseo que ir tras ella pero pudo contenerse.
—Listo —dijo con una remera deportiva verde.
La alarma del horno sonó y saco la pizza. Se sentaron frente a la mesa del sillón.
—Dime... ¿Qué ocurrió? —pregunto Laia mientras servía el vino en cada copa.
—Creo que comenzó cuando termine la secundaria. Yo conocí a una chica en la universidad y comenzamos a salir, nadie en casa sabía, cuando volví a casa para navidad Evelyn dijo lo que dijo. No le di importancia. Pero un día su amiga me contó que ella estaba enamorada de mi, creo que siempre supe sus sentimientos pero decidí ignorarlo, si alguien se enteraba de eso, especialmente en la iglesia, tendríamos problemas y podrían enviarla a un internado ya que veían aquello y la homosexualidad como un desorden mental. Una noche invité a mi novia a comer a casa, creí que si Evelyn se enteraba de lo nuestro dejaría de amarme pero no apareció, mamá dijo que estaba enferma y no cenaría con nosotros —tomó casi toda su copa de vino—.
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Ámalo por mi
Short Story"Jamás pensé en haber hecho lo que hice, pero en parte me alegro de haberlo hecho, salvé una vida y reuní a dos almas gemelas. No me arrepiento de haber muerto." -Evelyn. Esta es la historia de Laia una joven que sobrevivió a la muerte gracias a la...