—Un día ambos fuimos a una fiesta, estaba muy ebrio y no supe en que momento mencione lo de Evy. Los idiotas de mis amigos comenzaron a molestarla frente a todos y ella solo huyó. Trate de seguirla pero no podía mantenerme de pie. Michelle, mi novia, me llevo a casa, le llamé a mis padres porque se suponía que volveríamos juntos. Al llegar estaban subiendo a Evy en una ambulancia, ella había tomado un frasco completo de las pastillas para dormir de mi padre.
Pasó alrededor de dos semanas internada. Estuve al pendiente de ella todo el tiempo y eso molesto a Michelle así que terminamos. Fue en ese momento que mi madre me dijo que quería enviarla al internado. Discutimos allí sin darnos cuenta de que Evy había despertado. Comenzó a llorar y le rogué a mi madre que no lo hiciera. Me quedé con ella toda la noche. Michelle llamó, estuve hablando con ella sobre nuestra relación, otra vez no me di cuenta que ella estaba despierta, volteé pero se hizo la dormida así que salí al pasillo para no molestarla. Decidí terminar definitivamente con Michelle ya que me pedía elegir entre ella o mi hermana ¿A quien se le ocurre preguntar semejante cosa? En fin, antes de colgar vi una luz parpadeando y a muchos enfermeros correr al cuarto de Evelyn. Fui tras ellos y vi que estaba sobre un charco de sangre. Había cortado sus venas con un bisturí. Ella murió unos minutos después. Mis padres llegaron llorando luego de que los llamara y solo ellos hablaron con el doctor. Nadie sabía que Evelyn se anotó para ser donante de órganos y por eso te los dieron a ti, su sangre era compatible. Siempre supe que tu tenias su corazón y es por eso que te odiaba. Por que tu pudiste vivir y ella no.
Al final mi madre demandó al hospital por haber dejado ese bisturí la habitación de una joven con intento de suicidio. Es cierto que fue imprudente pero ella siempre llevaba todo al límite y quería sacar provecho de eso. Fue entonces cuando me mude aquí para no verla.
Laia estaba atónita. Ya habían terminado de comer y la botella de vino estaba casi vacía.
—Derek lo lamento mucho, no se que decir.
—Está bien, no hace falta que digas nada. Debía sacarme el peso de encima. Gracias por escuchar.
Hubo otro silencio incómodo.
—Creo que ya debería irme —dijo Derek.
—¿Seguro? Puedes quedarte si quieres. Digo... Si la policía ve que tomaste alcohol te pondrán una multa.
—Tienes razón...
—El sofá se hace cama —dijo señalándolo.
Luego de unos minutos en los que ninguno dijo nada más allá de como armar el sofá-cama ambos fueron a dormir.
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Ámalo por mi
Short Story"Jamás pensé en haber hecho lo que hice, pero en parte me alegro de haberlo hecho, salvé una vida y reuní a dos almas gemelas. No me arrepiento de haber muerto." -Evelyn. Esta es la historia de Laia una joven que sobrevivió a la muerte gracias a la...