шестнадцать.

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"Gracias por amarme cuando seguía oliendo a guerra y huidas

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"Gracias por amarme cuando seguía oliendo a guerra y huidas."

Los miembros de negro del equipo STRIKE, como se llaman los que "cuidan" de ella, escoltan a Svetlana por los pasillos de la sede. Apenas aguanta su suspiro agravado cuando es Brock Rumlow quien deja caer una mano sobre su hombro y la empuja hacia adelante. ¡De todas las personas! ¡De todos los lugares! ¿Tiene que trabajar para S.H.I.E.L.D. también? ¿Ha traicionado al Superior? Honestamente, es sorprendente. El grupo de tres compañeros de equipo y una asesina se acercan al elevador, cuyas puertas cierran lentamente antes de que Rumlow deslice su mano, haciendo que se abran de nuevo. El hombre, el que estuvo en el tejado, está de pie con su espalda cubierta por un escudo.

—Quiero a todo el personal de STRIKE aquí —dice Rumlow mientras guía a la niña de trece años y a sus otros dos compañeros de equipo.

Rumlow le da al rubio una mirada extraña y persistente que no pasa desapercibida para Svetlana. Luego se recuerda rápidamente que no le importa. Nada de lo que sucede aquí le importa. En absoluto. Ella solo quiere regresar al Frente, reunirse con su soldado y regresar a la horrible rutina que conoce.

Los hombres a su alrededor continúan comunicándose por unos momentos más mientras Rumlow le dice al hombre rubio:

—Capitán.

—Rumlow —reconoce Steve en voz baja, dándose la vuelta y mirando a la chica con el ceño ligeramente fruncido—. ¿Traslado de prisioneros?

—Sí, órdenes de Pierce. Acabo de salir del interrogatorio.

Los ojos de Steve se posan en las manos esposadas de la niña, aprieta la mandíbula al verlas magulladas. Es una cría. No importa lo que haya hecho o para quién lo esté haciendo, nadie merece ser torturado por información o, francamente, por cualquier motivo. Los ojos de Svetlana permanecen deprimidos y sus pies se alejan incómodamente de Rumlow, luchando con el ceño fruncido por su exterior rocoso.

—Los de pruebas quieren que veamos unas fibras que han encontrado —Rumlow asiente un poco—. ¿Ordeno al equipo que se prepare?

—No —dice Steve, mirando hacia el suelo—, esperemos a ver de qué se trata.

—Bien —responde Rumlow.

Tanto Steve como Svetlana miran extrañamente a uno de los miembros del equipo, el que mantiene su mano sobre su arma. No es que Svetlana vaya a intentar algo. Después de todo, aún no lo ha hecho. Todos saben que no lo hará cuando ha cuatro hombres mucho más grandes para dominarla, especialmente teniendo en cuenta cómo tendría que luchar para salir del edificio. Entonces... ¿por qué todos se esfuerzan tanto por actuar? No tiene sentido. Rumlow tira de Svetlana hacia atrás cuando las puertas se abren y entran más hombres. La barbilla de Steve se levanta muy ligeramente y Svetlana mira a Rumlow, entrecerrando los ojos. A medida que más hombres se acumulan, Steve los atraviesa cuidadosamente hasta quedarse detrás de Rumlow y Svetlana. La precaución está escrita en su rostro, tal como está en el de ella.

✓ BLOODY BALLERINA ▹ barnes-romanoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora