Luego de abrir los ojos al amanecer, Kouki no volvió a pegar los párpados. Estaba demasiado asustado y confuso como para hacerlo. Se abrazó las piernas en el sillón, mirando por la ventana.
¿Podría ser que Takao formara parte de su secuestro? ¿Él lo habría traicionado?
Un viejo recuerdo invadió su mente, su principal razón para tener esa duda.
Pasaron pocas semanas del cumpleaños numero trece del castaño cuando tuvo un fuerte mareo seguido de fiebre. Decidió no ir al colegio, no se sentía nada bien como para hacerlo. No había nadie en casa así que sólo se quedó acostado, hasta tomar el valor de bajar las escaleras por algo fresco. Se levantó muy despacio y anduvo deslizando la mano por la pared, bajando paso a paso los escalones. Su cabeza palpitaba y se sintió desorientado pero consiguió llegar a la cocina. Bebió un largo trago de jugo de naranja pero entonces todo se oscureció, el vaso se estrelló contra el piso y él cayó de lado.
Cuando Kouki abrió los ojos se encontró conectado a unos cables en el pecho y con una aguja en el brazo. Gimió dolorido y se levantó despacio.
—Con calma —Observó al dueño de esa voz, encontrándose con un pelinegro de ojos claros— Soy tu médico ¿recuerdas lo que paso? —Hizo estas preguntas mientras iluminaba sus pupilas con una linterna, hacía anotaciones y luego leía unos papeles.
—Tenía mucha fiebre.. Y.. —Su voz sonó chillona, con la garganta reseca— creo que me desmayé.
—Fue algo común debido a tu organismo.. Pero no te preocupes, sólo sucede la primera vez.
—¿Mi organismo? —Apartó la vista de los papeles y lo miró como un padre cariñoso debía mirar a sus hijos, aunque él no tenía la experiencia.
—Furihata kun, ¿sabes lo que es un doncel? —Su corazón se aceleró. Parpadeó varias veces intentando ver el deje de burla en su voz, pero era todo un profesional, insistiendo con sus filosos ojos mientras esperaba una respuesta.
—Oí algo en las noticias.. Y en la clase de .. Educación sexual —murmuró apenado, con sus mejillas ardiendo. Las palabras no quisieron salir de su boca, el médico tomó aire.
—Un doncel es un hombre capaz de procrear niños pues tiene un útero, como las mujeres. La fiebre y el desmayo son a causa de esto. Tu cuerpo se está preparando y pronto serás capaz de traer niños al mundo.
El castaño había palidecido. Incapaz de cerrar los ojos o dejar de mirar al medico, aún deseando que fuera una broma, un sueño o cualquier cosa que lo alejara de esa realidad.
—No puede ser.
—Ya hicimos exámenes de sangre y una ecografía —Una sonrisa tiró de sus labios al ver el horror en su paciente— no te preocupes, sólo confirmamos que posees un útero, aunque harán falta otras pruebas más.. Invasivas para saber si podrás embarazarte o no.
El medico miró su reloj y le tendió varios folletos.
—Tus amigos están aquí afuera, esperando desde el mediodía. ¿Quieres que los haga pasar? —Él asintió despacio mientras dejaba esos folletos con su ropa a un lado— a partir de ahora deberás tomar precaución si tienes relaciones con un hombre, también te recomiendo que vayas a ver cuanto antes a un ginecólogo especializado para recetarte anticonceptivos. —Sus mejillas ardían, asintiendo a todo lo que le decía sólo para que se largara de allí, era demasiado bochornoso— Volveré en una hora para firmar tu alta, tienes quién te acompañe? Estos síntomas suelen durar algunos días hasta acostumbrarte.
—Sí, no se preocupe.
El medico al fin se fue, Kouki apretó las sabanas con ambas manos, temblando. De improviso entraron sus amigos chillando y corrieron a abrazarlo, más se detuvieron abruptamente al verlo llorar.
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Máscaras
FanfictionDurante un robo en una mansión, el líder de la banda Akashi Seijurou encontrará un doncel encarcelado en el sótano. Después de tantos robos sin ser atrapados.. ¿por qué ahora quieren matarlos? Inspirado en el drabble Máscaras del desafío "31 días de...