Endeble como papel

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Los ojos chocolate brillaban anaranjados mientras observaban el atardecer, sus brazos cruzados frente a la ventana sostenían su apenado rostro pálido.

-Ustedes no debieron inmiscuirse.. Este no era mi plan. No así.

-Esperabas que nos quedáramos de brazos cruzados?! -espetó Takao pateando la puerta- Tu mismo lo dijiste! Le prometí a Yukio! Le prometí a Shin chan..!!

Guardó silencio y se apretó el puente de la nariz, dejándose caer de pronto al piso, se frotó los ojos con furia y Kouki ya no tuvo ánimos para decir nada. Por su culpa habían herido al único hombre que lo había amado pura y sinceramente, por su culpa habían capturado a Takao y su amigo Kuroko...

-No pongas esa cara, Furihata kun -Dijo apoyando una mano en su hombro, los ojos chocolate se veían fríos y vacíos a ver los ojos cielo- estoy seguro de que nuestros amigos nos ayudaran, ya no estás solo. No nos habíamos conocido pero Akashi es como mi hermano..

-Lamento que nos hayamos conocido así -murmuró en voz baja- lamento ponerte en esta situación.

-No te preocupes. Una vez me secuestraron y Akashi san pagó mi rescate.. Esa fue mi razón para ayudar, no porque le debiera el dinero, sino porque quería hacer algo con aquellos que van en contra de la ley.

-No lo sabía..

-Todos teníamos razones personales para inmiscuirnos pero estoy seguro de que ninguno se arrepiente. Murasakibara kun lo hizo para poder casarse con Himuro san; Midorima kun para ayudar a su padre y la clínica que atiende a donceles maltratados de esposos crueles.. -Takao se encogió con dolor- Aomine kun pretende no importarle pero también desea cambiar las cosas..

-¿Que hay de Kise?

-Él necesitaba dinero para ayudar a su hermana a divorciarse -murmuró con tristeza- vive en Londres ahora. El punto es que cosas buenas vienen de ayudar a otros.. Aunque ayudarlos sea robar lugares por ellos.. O ser secuestrados con ellos.

Kuroko le sonrió con simpleza en su delicado rostro cual marfil, Kouki apenas lo conocía pero entendía porqué era tan cercano de Akashi. Era el típico buen amigo que pone paños fríos cuando todos están enloqueciendo, pero aunque lo intentó, su sonrisa fue más bien una mueca vacía.

...

Con lentitud y pesadez, dos ojos rojos se abrieron. Los recuerdos llegaron a su mente como una catarata y se sentó de golpe, llevándose una instantánea mano al lugar que relampagueo de dolor en su costado derecho. Bajó la sábana y vio una gran venda que le envolvía la cintura con manchas de sangre. Un terrible presentimiento le atizó la garganta.

-No te muevas. La bala entró por tu cintura y salió por tu abdomen -Los ojos oro y sangre se alzaron hacia el hombre vestido de médico con anteojos- tienes suerte, Akashi.

-Donde está Kouki? Por qué no está aquí? -Lo vio apretar los labios- Shintarou.

-Supongo que es inútil ocultarlo, -La expresión de Akashi era severa e inexpresiva, pero su corazón desbocado palpitaba con miedo- ..el novio de Kuroko vio cuando fue llevado junto a Kuroko y Takao.. Oi! Dije que no te movieras!

El pelirrojo bajó las piernas y se levantó, pero un fuerte mareo le hizo apretar los ojos y detenerse de la pared. Las fuertes manos de Midorima lo volvieron a sentar.

-Sueltame.. -gruñó con las manos del más alto aún en lo hombros.

-No hasta que te calmes. Nadie va a prohibirte que vayas a buscarlo porque sabemos que lo harás de todos modos.. Sólo escucha.

Akashi sintió en ese instante el temblor de las manos de Midorima. No estaba así por él, sino por Takao.. También lo tenían a él. Sólo por eso se relajó, porque su amigo era capaz de mantener la calma incluso estando en su misma situación. Tomó aire hasta llenarse los pulmones y uno los hombros

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