Calma

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Mientras el grupo de asalto decidía detalles y métodos a proceder Kouki les dio toda la información que pudo considerar de utilidad.

-Tiene seis casas principales en Tokio y algunos almacenes donde guarda armas u otras cosas -Le decía a Midorima, quien había hecho una lista de los puntos necesarios a tener en cuenta- es necesario pensar en todo esto si vamos a llevarlo a la justicia?

-Aún puede que haya algo que dejamos pasar -dijo Yukio a su lado- algo que no hemos notado.

-Además, ellos podrían intentar un ataque ahora que estamos todos juntos.

-¿Que hay de Himuro? ¿No lo habrán seguido? -dijo Kouki preocupado.

-Murasakibara puede parecer idiota pero no es tonto -dijo el de cabello verde, releyendo todo lo que habían recopilado- incluso envió a Ogiwara por protección.

-Ya veo -Kouki soltó un largo bostezo.

-No has comido nada en horas, será mejor que continuemos luego -Yukio le apretó el hombro con una sonrisa- tienes que mejorarte para que podamos salir a beber cerveza, hay mucho que quiero contarte.

-También hay cosas buenas que quiero decirles a todos.

Kouki se despidió del grupo, tomaría algo de aire y comería algo antes de buscar algún rincón donde dormir. Subió al tercer piso donde había un pequeño comedor con una heladera y estanterías llenas de bocadillos.

-Vaya.. Parece un búnker -Se rió y tomó una tarta con un vaso de jugo.

-Es por mi osito.

-Himuro kun.

-Comemos juntos?

Pronto ambos se sentaron frente a un balcón de ventanales abiertos, respirando el fresco aire nocturno mientras observaban las estrellas.

-Al fin nos reencontramos.

-Si.. Parece que pasó mucho tiempo -sonrió el castaño mientras comía despacio.

-Me culpé muchas veces luego de que me llegó ese pendrive. Pensé que algo malo había ocurrido para que no regresaras -reconoció bebiendo algo de jugo.

-Luego de que él amenazara con herirte preferí no volver a buscarte. Estaba guardando información en una nube cuando me descubrió -dijo con mirada pensativa, observando el cielo ser lentamente ocultado por nubes crepitantes- así que te casaste?

-Sí. -Su rostro pálido se iluminó- Atsushi vino como un cliente pero no tenía ninguna experiencia.. Fue el más dulce y gentil conmigo.

-Suena como una buena persona.

-En cuanto lo hicimos me dijo que no quería que lo hiciera con nadie más -Sus ojos color plata brillaban de frente a las estrellas- se decepcionó un poco cuando le dije que sólo podía irme si me compraban.. Pensé que nunca volvería pero lo hizo. Apareció un mes más tarde con una bolsa de dinero en efectivo.

-De donde sacó el dinero? -Himuro apretó los labios.

-Fue por el robo al banco, el primer golpe que dieron buscando pruebas para liberarte. Al parecer había un hombre importante que tenía algunas  pruebas contra Gold, aún las mantienen guardadas..

-El mundo es un lugar pequeño -suspiró y le dio un sorbo a su jugo- ahora podrán usar todo eso. Tendremos justicia.

Ambos se miraron con una sonrisa esperanzada, pero en el fondo, los dos temían que no se tratara más que de un sueño, un bello sueño del que podrían despertar en el momento menos esperado.

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