Short-Stories

• Obediente • (2°)

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Erick comenzó a llorar recordando todo lo que había pasado, tapó su rostro con sus delicadas manos mientras mordía su labio para intentar no hacer ruido.

--hey...no llores-- dijo el mayor tomando con cuidado las manos del ojiverde para apartarlas de su rostro, Sintió una presión en el pecho al ver como el más pequeño se destrozaba enfrente de él. Tenía que hacer algo, debía hacer algo.

--Pe-perdón-- dijo, secando sus mejillas con rapidez, fracasando ya que sus ojitos seguían votando lágrimas.

--No tienes que pedir perdón por llorar-- habló con suavidad, llevando su mano hasta la caliente mejilla de Erick para acariciarla.

~Es normal tener pena. Y no creas que te juzgaré por lo que estás haciendo por qué sé que es tener necesidad de dinero y todo lo que alguien es capaz de hacer...la única persona que debe estar avergonzado es Joel ¿Cómo puede aprovecharse de tu situación para complacerse? Es un desgraciado-- Erick lo miraba atento, sus ojos brillaban por las lágrimas pero aún así Christopher lo encontró precioso, no sabía si era por el alcohol que nublaba su mente o por que realmente lo sentía pero las ganas de besarlo cada vez se hacían más grandes.

Erick no sabía qué hacer, estaba un poco nervioso por la oscura mirada que tenía Christopher pero esta vez no tenía miedo, no sentía asco, no se sentía incómodo, era una sensación extraña.
Vió como el mayor se acercaba de a poco mirando sus ojos cómo pidiendo permiso, a la vez que lo tomaba suavemente de la cintura para acercar más sus cuerpos.

--Chris...¿Qué haces?-- preguntó, el mayor solo sonrió negando con la cabeza.

--Solo quiero...-- No dijo más por qué sabía que Erick entendía a lo que iba, sus respiraciones chocaban y sus ojos no se despegaban ni un solo segundo, solo cuando juntaron sus labios para crear un lento y suave beso.

Christopher sonrió en medio de este y apegó más a su cuerpo a Erick, metiendo su lengua sin permiso sacando un sorprendido y bajo gemido del menor.

Erick se sintió desfallecer, nunca lo habían besado con esa delicadeza y suavidad, Joel siempre lo tomaba por más mejillas besándolo con fuerza haciendo que algunas veces se le parta el labio por ello.

--Duerme aquí conmigo, quiero conocerte más-- dijo Christopher rompiendo el beso, llevando sus manos a la nuca del menor para pegar sus frentes.

--No puedo por más que quiera, Joel llegará en cualquier momento y se enoja cuando no me ve en su cama-- un poco desanimado respondió.

--Me importa una mierda, te vienes conmigo si ocurre algo-- Erick rió negando suavemente con su cabeza mirándolo fijamente.

--Chris, no me conoces para nada ¿Cómo puedes decir eso?--.

--¿Y? Con el tiempo podemos conocernos y ser amigos...o algo más-- Agregó.

--Bobo-- el menor con cada minuto que pasaba se sentía más cómodo y en confianza, sentía como si lo conociese desde hace años siendo que solo llevan un día (con suerte) de hacerlo.

--Aww-- dijo con ternura el mayor.

~Hasta para insultar eres adorable-- los dos rieron, recostándose juntos en la cama para hablar sobre ellos, sobre su familia y sus cosas personales, sus sueños a futuro y cosas triviales.