Short-Stories

• más allá • (2°)

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Mientras la joven pareja se entretenían en el segundo piso, los padres de cada uno hablaban muy preocupados.

--Erick no quiere que esté contigo, él no me quiere por que te separaste de tu esposa por mí-- murmuró Yenny, ella no quería que el chico este triste por su culpa, pero tampoco iba a separase del hombre que ama por eso.

--Losé, mi hijo es complicado y todo eso pero con el tiempo se irá acostumbrando, además ya es hora de decirles que nos vamos a casar-- Yenny asintió suspirando mientras abrazaba al hombre por la cintura y este le besaba la cabeza.

--¿Se lo tenemos que decir ahora?-- Alejandro asintió, tomó a la mujer por el mentón para dejar un suave beso ahí.

Los dos se tomaron de la mano para subir las escaleras sin ningún apuro.

Mientras ellos subían, Christopher estaba encima de Erick con las piernas de él a cada lado de su cuerpo, terminando de sacarle el gran polerón para comenzar a besar sus pezones mientras simulaba embestidas.

--¡Que mierda está pasando aquí!-- el mayor con rapidez se bajó de encima de Erick, el cual se cubrió su pecho con las cobijas.

--Papá t-te puedo Ex-explicar...--el menor habló aún detrás de Christopher, el cual solo se encargaba de mirar a los mayores por si algo ocurría.

--Callate, ya se que fue lo que ocurrió y ahora mismo te vistes para que vamos a un doctor-- Christopher lo miró incrédulo ¿Doctor?¿Para qué? Él no estaba enfermo.

--¿Qué? Papá por favor, ha-hablemos-- pidió el menor. Yenny quién todavía seguía sin moverse ni hablar, levantó una mano en señal de que guardaran silencio.

--Erick, se que no debería meterme en esto pero hazle caso a tu papá, mi hijo jamás a sido así y me sorprende que se haya dejado doblegar por alguien como tú-- las palabras salieron tan frías que Christopher sintió como todo su cuerpo se congelaba ¿Ella también era así? Nunca pensó que su madre tenía ese tipo de mentalidad, que decepcionado estaba.

--¿De que estás hablando mamá? yo fui quién buscó a Erick, no el a mí-- Erick solo escuchaba lo que Christopher discutía con su madre, se colocó su poleron mientras intentaba no dejar que sus lágrimas bajaran. Él no quería que su padre se enterara de esa forma, el todavía no se sentía preparado para lo que le diría.

--Erick levántate de ahí, nos vamos-- este miró a Christopher y Christopher a él, sus ojos demostraban la pena, la rabia, la decepción que sentía en ese momento.

--Espere...¿podría dejarnos hablar unos minutos? Tienen razón, estamos enfermos y de eso mismo quiero hablar con él-- Erick lo miró con sorpresa ¿Acaso se había vuelto loco?¿Por qué dice que están enfermos?¿Acaso iba a dejar que le metieran mierda en la cabeza?

--Tienen 5 minutos-- y con eso los dos adultos salieron del cuarto. Por lo menos los dejarían hablar un poco.

El mayor se giró sobre sus talones para ver como el ojiverde lo miraba con la pena reflejada en su rostro.

--Amor, escucha bien ¿Si? Yo te amo con todo mi ser y no estoy dispuesto a perderte por qué tú padre y mi madre son así de cerrados, a si que piensa bien en estos minutos que nos quedan y decide ¿Te irías conmigo? Vamonos juntos, dejemos esto atrás para que seamos solo tú y yo--.