• Siempre estaré contigo •

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Capítulo largo (un regalito para mis lectoras fieles❤️)

--¡Pero tu no me entiendes!¡Jamás me has apoyado ni mucho menos pensar en mí!¿Crees que es fácil saber que estoy perdiendo a mi hermana?¡Ella tiene posibilidades de vivir pero tú y tu puta ambición de no gastar dinero van a matarla!-- los gritos salían rotos, a Erick le ardía su garganta y su visión era borrosa gracias a las lágrimas.

--Entiende hijo, tu hermana solo está sufriendo aquí ¿Crees que a mí no me duele ver como mi hija se está muriendo?--

--Por supuesto que no, no te duele ni un poco. Papá te envío el dinero de la operación ¿Donde está?¿Ya lo gastaste en ti?--

--¿De que dinero hablas, Erick? Tu padre jamás me ah mandado dinero--

--Los escuché...¡Te escuché decirle que necesitabas el dinero para mi hermana! también lo escuché a él cuando dijo que te lo iba a mandar. ¿¡Piensas que soy un crio que no se da cuenta de nada!?--

--Erick, gastaremos ese dinero en vano si tu hermana está tan grave, puede incluso morir después de la operación y lo sabes--

--Losé, claro que losé. Pero quieres que muera sin siquiera intentar salvarla ¿Y si no muere?¿Y su se recupera?--

--¿Y si no? Erick, por más que te duele la decisión final la tomaré yo, y no pienso ganar ese dinero en algo que quizás luego no sirva--

--Si tu permites que le hagan la eutanasia perderás a tus dos hijos, el día que aceptes que la duerman no me verás nunca más--

...

Una semana, lleva una semana durmiendo bajo ese puente el cual tiene el camino de un río, que ahora ya no tiene agua.
Toda esa semana había sido un martirio, no comía nada, tampoco dormía por el miedo de que alguien viniese y le hiciera algo. Lo único que lo mantenía "fuerte" era el agua, la cual iba pidiendo de casa en casa y que algunas veces, lo trataban de vago, de sucio, de inservible.

Sí, quizás su ropa estaba totalmente sucia, pero el jamás estaba hediondo.
Cada vez que pedía agua y gente buena le llenaba una botella, iba debajo de ese puente y al pequeño basó que encontró botado le echaba agua, con ese poco de agua se encargaba de lavar su rostro, sus pies, sus axilas, sus manos y vigilando que nadie estuviese cerca ni mirando se rociaba un poco de agua en su parte íntima.

El ya no tenía ganas de vivir ¿Para qué? La única persona que estuvo con él ya se había ido de este mundo, lo había dejado solo. Pero no por que ella quiciera, no. Si no por culpa de esa mujer la cual se hacía llamar madre.
Esa mujer no merecía nada, lo único que quería y deseaba con toda su alma es que ella sufriera, que llorara, que se arrastrara por el suelo para pedir su perdón, y aunque lo hiciera jamás se lo perdonaría, pero disfrutaría demasiado verla de esa manera.

Mostró una débil sonrisa al aire, mirando hacia arriba viendo lo alto que era ese puente ¿Que pasaría si se lanzara? De seguro que nada, ya no tenia por quién vivir, ya no había nadie que le impidiera hacer lo que el quisiera.
Y con esa idea en mente comenzó a subir por unas pequeñas y casi invisibles escaleras para llegar arriba.
Cuando lo hizo respiró profundo, viendo a su alrededor y observando como las personas se alejaban de él al verlo con ese aspecto ¿Quien se querría acercar a un chico que parecía un vago?.

Soltó un sollozo involuntario, las lágrimas ya bajaban por sus mejillas sin siquiera pedir permiso para hacerlo.
Erick tenía miedo, tenía miedo de que pasaría después de la muerte, de que pasaría con él si saltaba desde ahí.

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