Short-Stories

• Él y Yo • (2°)

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--Habla-- exigió mí castaño al dejarme sentado en el sofá.

--¿Que quieras que diga?--.

--Jodidamente todo, desde el comienzo-- temble un poco al ver su rostro serio, sus brazos estaban cruzados sobre su pecho y con su pies golpeaba el piso.

--pues...fue tú culpa-- acuse de inmediato. ¡Claro que fue su culpa! Si el no se hubiese ido con esa chica jamás hubiese pasado esto, seguiríamos tan bien como antes.

--¿A si?¿Por qué?-- levanto una ceja.

--Por...por que si me hubieses acompañado a mí y no hubieses preferido ir a "conversar" con ella no estaría enojado-- hice comillas en la palabra "conversar" y luego me crucé de brazos, su sonrisa burlona apenas se asomaba por sus rojos y bellos labios.

--Erick...sabes que no deberías enojarte por eso por qué solo eres mí amigo ¿Verdad? No eres mí pareja para reclamarme algo-- sentí como mí pecho se encogía por sus palabras. Claro, solo somos amigos...

--Tienes razón ¿ahora, puedes quitarte de la puerta por favor? Quiero irme a mí casa-- me estaba levantando del cómodo sofá, pero Chris rápidamente se acercó quedando a solo unos centímetros de mí.

--Erick ¿Todavía no notas todo lo que siento por ti? De verdad eres un idiota, desde hace más de un año que me gustas, que me tienes completamente enamorado de esa linda y preciosa sonrisa, cada vez que tenías miedo y te escondias en mis brazos y ponías tu cara en mí pecho hacías que mí corazón se volviera loco...te amo más que a nada en este puto mundo y como dices tú...nada ni nadie hará que me aleje de tí-- no me dio tiempo ni para procesar bien sus palabras cuando ya tenía sus labios pegados a los míos.

Tan suaves...me embriague con su dulce sabor y me deje llevar, respondí el beso moviendo mis labios mientras su traviesa lengua intentaba entrar a mí boca.

--Chris, espe...-- intenté separarme de sus labios para poder hablar, por más que quiciera seguir besándolo tenía que decirle lo que sentía o si no jamás podré sentirme bien conmigo mismo.

--Chris yo...-- mierda, sus labios eran la gloria misma. Mí cuerpo se estremeció al sentir como sus frías manos me tomaban de la cintura para levantarme del sofá haciéndome caminar hacia el y pegar mí cuerpo al suyo.

--Losé, Erick. Se que jamás me tomarás en cuenta, se que no me quieres como yo a tí, pero déjame besarte por...-- no deje que terminara de hablar y pegue mis labios a los suyos ¿Cómo podía pensar que yo no lo quiero? Si, quizás antes prefería ignorar el tema de que el me quería, pero ahora me doy cuenta de que estoy mal, de que si el me quiero y yo a él ¿Por qué no estar juntos?.

Sus manos apretaron levemente mi cintura, y giró nuestros cuerpos quedando el enfrente del sofá, se separó de mí y se sentó en este palmeando sus piernas invitándome a sentarme.

--No, primero tienes que escucharme-- intenté hablar sin que me tiemble la voz, verlo sentado en el sofá con sus manos en los reposa-brazos y sus piernas un poco abiertas dejando ver un leve bulto entremedio de estas me puso nervioso.

--Aquí estarás más cómodo, gatito-- murmuró mandando corrientes eléctricas por mí espalda herizando mí piel, camine hacia el despacio eh inseguro, coloqué mis piernas a cada lado de el y sus manos rápidamente fueron a parar a mí trasero.

--Ch-Chris-- musité intentado apartar sus manos de ahí.

--Habla-- murmuró.

--Yo...yo también te amo Chris, solo que no me-- ¿Acaso no piensa dejarme hablar este idiota? Con un poco de fuerza empuje su pecho, mordió mí labio con fuerza para luego soltarme.