• Locos •

942 43 11
                                        

Voten y comenten 💟🌈

Bueno, quizás si mí chico hubiese entrado a este "internado" no estaría pasándola tan bien.Tengo bebida, drogas y sexo gratis ¿Qué mejor?.
Si Erick estaría aquí no podría ni beber, ni fumar y mucho menos tener sexo con otras chicas.

Hace dos meses estoy aquí y sinceramente no tengo ganas de salir ¿Para que? ¿Para volver a tener esa vida tan aburrida que tenía antes?¿Para estar con Erick todo el día sin poder hacer absolutamente nada por que a él no le gustaba?.

--¿En que piensas, cariño?-- la voz de Paula me saco de mis pensamientos.

--En que tienes que largarte de mi habitación si no quieres meterte en problemas-- ¿Por qué tengo que ser suave con ella? Solo era sexo y nada más.

--¿Por qué en problemas? No creo que vengan a las dos de la mañana a revisar tu cuarto, no me quiero ir-- murmuró pasando su nariz entre mi cuello y hombro.

--No te estoy preguntando, te estoy diciendo lo que tienes que hacer-- quitó su mano (la cual estaba dibujando cosas abstractas en mi pecho) y se levantó para colocarse su ropa interior y una corta falda.

--Eres un idiota-- dijo saliendo de mi cuarto dando un portazo.

Las carcajadas salieron de mi boca sin permiso, me acomodé en mi cama para poder dormir.

...

Hoy me siento extraño, mi corazón late rápidamente cada vez que alguien entra por mi puerta ¿Por qué? No tengo ni puta idea.

Hace más de dos días que estoy así, hablé con mi psiquiatra y me dijo que quizás presentía algo o era por qué los médicamentos que me estaban dando para las alucinaciones no me servían y eso estaba provocando que yo me sienta perseguido. ahora me obligan a tomarmelos todas las noches.

Cuando yo me sentía así Erick siempre me tranquilizaba, me decía que no pasaría nada y que debería estar tranquilo por qué él estaba para todo lo que yo necesitaba.

Sí, quizás en este momento lo necesito.

--Christopher Vélez, tienes visitas-- la enfermera que siempre me daba cigarrillos entro a mi cuarto.

--¿Quién?-- no es que fuera desconfiado o algo así, pregunté eso por qué yo no tengo a nadie, ni familia, ni amigos ni nada.

--Tu sólo sígueme-- la mire con los ojos entrecerrados, pero la seguí.

--Oye ¿A donde vamos? Que yo sepa la sala de visitas es por allá-- apunte un pasillo, el cual habíamos pasado por seguir caminando.

--Chris-- No. Puede. Ser.

--¿Erick?-- no podía creerlo ¿Como llegó aquí?¿Qué no estaba en el otro internado cruzando la cuidad?¿Se habrá arrancado?¿Lo vinieron a dejar?¿Quién lo trajo? Espero que no haya sido ese enfermero llamado "Zabdiel" por qué juro que lo mataré.

--Amor, te extrañé tanto-- sentí sus delgados brazos rodearme, y yo hice lo mismo.

Sí, Quizás lo había extrañado más de lo que pensaba.

--¿Cómo estás bebé?-- le pregunté acariciando su suave rostro, está más hermoso que nunca.

--Exelente-- afirmó sonriendo, dejándome embobado por su preciosa sonrisa.

Short-StoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora