Shine II.

1.9K 72 14
                                    

YANG JEONGIN.

Narrador: Jeongin/ I.N

Me dije a mi mismo, que pasara lo que pasara, no me tomaría muy personal lo que ella respondiera aquella tarde de domingo en mi propio patio. Creo que me había mentido a mi mismo.

Recuerdo que ninguno de los dos dijimos más palabras ante el asunto (por más que fue para mi una gran carga haberle dicho que ella realmente me gustaba), ambos nos quedamos mirando la nada por un buen rato hasta que se hizo de noche y debió despedirse con una sonrisa.

Ya han pasado una semana desde ese momento, ya hasta le había contado a Seungmin el asunto y él tan solo se rió de mi por lo tonto que fui. Sin embargo, Seungmin tenía razón, tan solo llevamos 3 meses (poco más) de conocernos y yo ya me había confesado.

Ella no me escribió en ningún momento, y yo no me atreví a hacerlo tampoco. No tenía mucho que decirle, y la vergüenza me ganaba cuando veía su nombre en mis contactos. Supongo que aún tenía un poco de esperanza que me respondiera o que, al menos, me hablara primero.

Acomodé la almohada debajo de mi cabeza mientras intentaba no pensar mucho, supongo que me estoy torturando a mi mismo por nada. Mis piernas estiradas sobre la cama me dan ganas de dormir, sumado a la oscuridad de mi habitación esta noche.

La luz de mi celular se prende sobre el escritorio, es una llamada, como no tenía volumen no podía oírla. Estiro mi brazo para ver qué ocurre y el nombre de Seungmin aparece en la pantalla.

-¿Qué ocurre? -pregunto instantáneamente antes que un "hola".

-Si, hola -responde en la linea de manera sarcástica- Lo diré simple...

-Dime.

-Me preguntó por tí hace un rato.

Como si toda la energía del mundo y toda la vida me hubiese escuchado, esa oración me alegró todo lo que podía y un poco más. Por más que eso suene algo cliché o demasiado cursi.

-¿De verdad? -me senté de un salto, apoyando mi espalda al respaldo de la cama- ¿Qué te dijo?

-Que eres un idiota y que te odia.

-¿En serio? -pregunté tirando toda la anterior esperanza que había nombrado y sacando la sonrisa que traía.

-No, es broma -respondió soltando una carcajada.

-Imbécil.

-Tranquilo, tranquilo. No te enojes.

Si no fuera por el hecho de que realmente creí que ella había dicho eso no estaría enojado ahora por esa broma sin gracia. Pero no puedo demostrar que estoy enojado con él porque no me dirá qué habló de mi.

-Y entonces... -insistí. Seguro debo sonar algo desesperado.

-Solo me preguntó si había hablado contigo, y de cómo estabas -contestó tranquilo.- Le dije que te veía todos los días, claramente, y ella solo rió. Y le dije que estabas bien, solo algo herido.

-¿¡Realmente le dijiste eso!?

"Solo algo herido" sonó tan idiota que si tan solo lo hubiese tenido cerca, le hubiese tirado una silla por la cabeza. ¿Cómo pudo decirle semejante cosa? Debí quedar como un tonto sin siquiera estar cerca.

-¿Quieres morir? -pregunté más enojado que antes. Nuevamente, él solo rió- ¿Qué te da gracia?

-Que en realidad deberías agradecerme.

-¿Por qué haría algo como eso?

-Porque te conseguí una cita con ella.

No tenía ganas de contestar eso, más bien, las palabras no salían de mi boca. Ya no tenía idea si creerle o no, si era otro de sus juegos o no lo era. Ya no lo sé.

Stray Kids [ One Shots ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora