Cliché

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 WOOJIN

Narrador: protagonista.

 (5 meses atrás...)

  Ingresé con un ligero temblor en mis manos a esa dichosa habitación, una señorita que allí trabajaba me acompañó para que no me perdiera por todos los pasillos de esa gran empresa denominada como JYP Entertaiment. Recuerdo que todos (o al menos la mayoría) dejó de realizar lo que hacía para averiguar el ruido que provenía de la puerta al abrirse.

 No creía que hombres y mujeres ensayaran/practicaran juntos, creía que no compartían ninguna clase. Pero allí estaban, un promedio de 15 hombres y 8 chicas que vocalizaban juntos, sumado a la profesora con sentada frente al teclado, que miraban curiosidad.

 La señorita a mi lado dijo algo a la profesora que no pude entender en esos momentos, aún no recuerdo qué dijo ni lo que dijo, solo sé que luego hizo una reverencia y se fue por donde vino, dejándome en el umbral de la puerta con mis manos sudorosas.

 La profesora sin mostrar ninguna expresión hizo una seña con su mano para que entrara, eso hice, y luego me gritó algo también, supongo que era para que cerrara la puerta.

 Hizo que me presentara frente a todos ellos, no eran tantos, pero si me intimidaban un poco porque después de todo soy nueva. Dije lo que pude, lo que recordaba haber estudiado y que aseguraba que luego podrían preguntarme.

 Todo iba bien, en lo que se podía. 

 Miré un chico en particular, un chico alto y de cabello oscuro en ese tiempo. Él me miró a los ojos, algo que no había hecho nadie desde que entré al lugar, y en ese momento quise desaparecer.

Bajé mi vista hacia el suelo, mis garganta se secó y mi pecho se hundió. El chico dio un paso hacia delante, brindando una reverencia que los demás imitaron luego, volvió a mirarme y sentí morir.

 Era el que se encontraba en la punta de la fila de trainees por lo que tuve que pararme a su lado cuando la profesora lo indicó, acomodarme en el lugar para poder comenzar la clase.

-Hey -dijo en forma de saludo. Ahora miraba al frente, intentando disimular que hablaba conmigo.

 Le respondí con un corto "hola". Quería decir más, preguntar más, sin embargo me quedé en esa simple palabra porque lo demás no sabía como decirlo. Me observó otra vez y sonrió.

 Yo sentía un torbellino emocional.

 (3 meses atrás...)

 Cada palabra que él decía que hacía mi corazón temblar, todo lo que decía, por mayor tontería que fuera. Los días pasaban y seguía pensando lo mismo.

 Un chico ocurrente y encantador, esas dos palabras podrían decirse que lo describían a la perfección, encajaban con él. Siempre que algo me contaba, que como había sido su día o esas cosas, algo gracioso decía que lograba sonrojarme o alegrarme.

 Nadie podía competir con él. Era especial. Demasiado bueno para ser verdad.

 Ese día, ese mismo, había sido muy pesado. Horas y horas de baile, horas y horas de ensayo vocal, más horas de ensayo individual sumado al estudio que debía realizar. Exhausta, quedaba pequeña la palabra.

 Lo encontré por el pasillo, cuando llevaba mi gran bolso colgando en mi hombro y mis ojeras eran notables. El reloj marcaba más de las 2 de la mañana, parecía que él se encontraba en el igual de estado que yo.

-Hey -dijo al verme. Cargaba su mochila y una mirada cansada

-Hola, ¿cómo estuvo tu día? -alcancé a responder.

 Estábamos de pie en el medio del pasillo, si alguien quería pasar debíamos corrernos a un lado. Y eso no me importaba, por más que estorbáramos, porque me resultaba cómodo estar a su lado.

-Mejor ahora -contestó a mi pregunta con una sonrisa.

 Eso logró hacerme muy feliz, una felicidad que para tal cansancio no podía explicar.

 No quería enamorarme, pero solo con estar cerca y esas simples palabras me había alegrado el día. Mirarlo al rostro lograba perderme de lleno, y en allí comprendí que era muy tarde para mi.

(Un mes atrás...)

  Ya no lo veía tan seguido como antes. Él ya era un muchacho que había debutado, y yo era una chica que intentaba eso.

 Me llamaba cuando no estaba, venía a verme cuando si. Siempre era lindo, encantador, como desde inicios y hasta el final. Siempre lo fue.

 No podía ya disimular que estaba enamorada de él, ya hasta lo había aceptado. Quiero creer que él igual. Y siquiera sabía si estábamos hechos para funcionar, por más que encajáramos como piezas de Leggo.

(Unos días atrás...)

 Volviste con un nuevo color de cabello, te veías tan guapo que dolía, el mundo lo sabía. Tenías mejores ánimos y más ego (en el buen sentido de tenerlo). Tus pasos se volvieron más confidentes, más elegante te mostrabas. Todas notaban eso.

 Esto ya no se sentía igual. 

 Entré a la habitación donde mágicamente estabas, entrenabas con entusiasmo esa coreografía que creías no saber. Que ocurrente.

-Hola. Tengo que saber. ¿Te sientes de esta manera? -fui directo al punto.

 Yo considero que hay cosas que ya no necesitan explicación. Tampoco las quería.

 Te diste vuelta como si no me hubieras escuchado entrar, no asustado, pero si sorprendido. Ambos sabíamos que me viste por el gran espejo de la sala de baile.

-Si, lo siento -respondiste con calma cuando viste que no bromeaba- Pero estaba asustado de lo que podrías haberme dicho.

 Aún creo que eres lindo, no lo niego.

(Hoy...)

 Hoy no te veías con ánimos, tampoco lucías como para hacer bromas.

 Te crucé por el pasillo, me sonreíste como antes y luego atendiste una llamada.

¿Quieres saber algo? 

 Está bien.

 Solo somos un cliché, un pequeño cliché. Y está bien.

 Si... está bien.

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Pum baby.

I'm back.

~DEVON.







Stray Kids [ One Shots ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora