Stray Kids [ One Shots ]

Stay II

HAN JISUNG.

Narrador: protagonista.

 Llevaba al rededor de una semana completa desde aquel momento en el concierto, pensando en todo lo que creía que tal vez era la respuesta ante el comportamiento de Jisung.

 Comprendo el estrés que puede generar mantener su imagen de idol, comprendo el estrés de los ensayos, de las prácticas, de las pruebas. Puedo comprender cada una de esas cosas, llevamos juntos el tiempo suficiente como para conocer esa "fase" de estrés o preocupación. Aun así, lo que no puedo comprender, es su caracter.

 Miré el reloj en mi muñeca para luego soltar un largo suspiro. Mi vista llegó a las sabanas de la cama desordenada donde me encontraba sentada, pero siquiera tuve la idea de arreglarlas, mi ansiedad de hacía presente cada vez más con cada segundo.

 Estaba esperando a Jisung con el corazón en la boca, algo que no había pasado nunca antes. Usualmente lo espero con la cena lista o dispuesta a pregúntale cómo fue su día, pero las últimas semanas habían cambiado toda la rutina.

 Él ya no quería cenar, decía que no tenía hambre. Ya no me respondía, solo soltaba una frase de "bien" o "como siempre" para luego bañarse y acostarse a dormir sin interés alguno. Como estas, había más, pero no tenía el valor para preguntar su razón. Hasta hoy.

 Si mi memoria y reloj no fallan, debería estar llegando a casa en poco tiempo. Y bueno, no falló, porque escuché la puerta principal abrirse para luego azotarse de un golpe. Ya llegó.

 Me acomodé en la cama mientras escuchaba los pasos cada vez más cerca, y con cada uno de ellos, más nerviosa me ponía.

-Hola cielo, ¿cómo te fue hoy? -pregunté con una sonrisa cuando abrió la puerta. 

 Su rostro no tenía expresiones, plenamente serio y con ojos cansados. Todo lo contrario a lo que recordaba. Y decir "recordaba" me suena a miles de años, pero es como se siente.

-Igual que siempre -respondió sin interés.

 Se dirigió al mueble de la ropa, sabía que sacaría una blusa grande y pantalones deportivos para ir a bañarse y luego volver sin palabras a tirarse sobre la cama. Eso es lo único que no ha cambiado.

-Tenemos que hablar.

 Me levanté de un salto de la cama mientras lo decía. Esas tres palabras son la clásicas que se usan cuando hay problemas, pero es la primera vez que se siente como si se acercara el final.

-Estoy cansado -dijo, jalando de una remera haciendo que otras cayeran al suelo. Maldijo entre dientes, juntó de ellas y solo las arrojó adentro de su lugar- Luego.

-Ahora. -insistí con voz dura. Hace unos pocos minutos estaba que moría de nervios, ahora estoy poniéndome de un extraño humor- ¿Puede ser ahora? -aflojé un poco mi voz.

 Dió un exagerado suspiro y se giró a verme. Sus ojos no me transmitían algo, es como si no sintiera nada. Solo cruzó sus brazos en su pecho y esperó a que hablara.

-¿Qué te ocurre? -pregunté suave, como si le preguntara por algo prohibido.

-No hay nada que ocurra.

 Frase suficiente para que mi interior estallara de emociones. No de emociones bonitas, sino de una mezcla de ira, curiosidad, tristeza e ignorancia. Era una mezcla de todo lo malo.

 Acomodé mi cabello, peinando desde la raíz hacia atrás mientras miraba al suelo intentando buscar las palabras correctas para esta situación. Lamí mis labios y suspiré nuevamente.

-¿Dónde está mi novio? -pregunté mientras volvía mi vista a su rostro. Estaba derrumbándome otra vez.

-¿Qué? -preguntó sin comprender- ¿Qué clase de pregunta es esa? -soltó una pequeña risita con sarcasmo.

-No, Jisung -dije dura. No me estaba comprendiendo- ¿Dónde está mi novio? El que me sonríe al llegar, el que me pregunta cómo me fue en la universidad, el me abraza en la cama al dormir, el que me hace cosquillas si me rehúso a darle un beso. ¿Dónde está?

 Él parecía desorientado, pero yo sabía que me había entendido a la perfección. No eran palabras tan difíciles, y él no es idiota.

-No lo entiendes -intentó excusarse- Estoy cansado, tengo horas de ensayos, horas de practicas, y solo quiero dormir.

-Mira, yo comprendo todo eso y tu bien lo sabes -me acerqué un poco, quedando a tal vez menos de un metro de distancia- Todas tus horas de lo que sea nunca fueron un problema, todos tus humores los resolvíamos, todas tus inquietudes las escuchaba. Solo dime la verdad, o algo que al menos me crea.

Estaba poniendo en una posición dura, pero por dentro iba a caerme en segundos.

¿Cómo enfrentas de tal forma a la persona que crees que es el amor de tu vida? O al menos, que creíste que lo era. ¿Cómo enfrentas aquello que crees que es lo peor?

 Esperé por una respuesta que nunca llegó, y aseguro que nunca llegará. Cuando su mirada evadió la mía, sabía que siquiera él no tenía la respuesta o una excusa válida para darme. Sabía que ya siquiera lo estaba intentando.

-¿Sabes, Han? Cuando comenzamos a salir no necesitaba que me hablaras para saber que estabas a mi lado. No necesitaba que te quedaras para saber que te tenía. Y ahora que aquí te tengo frente a mi, siquiera te encuentro. -dije con las lagrimas dispuesta a salir de mis ojos.

Silencio. Silencio era todo lo que ahora evadía la habitación completa.

-¿Qué se supone que debo decirte, ________? ¿Qué quieres oír? -preguntó como si él estuviera ofendiéndose.- Díme qué quieres escuchar.

 Reí con algo de sarcasmo mientras una lagrima silenciosa caía por mi mejilla. Estoy intentando ser fuerte, lo juro.

-La verdad -insistí nuevamente- Y si la verdad es que ya no me quieres, pues solo dilo.

 Hice unos pasos hacia atrás. Mi esperanza no quería abandonar mi cuerpo y mis palabras se iban quebrando con cada letra. Solo me queda retroceder ahora, de la forma metafórica y sentimental.

 Me abrazaba a mi misma, era lo único que podía hacer ahora. No importaba cuando quería que él me convenciera de lo contrario, son solo tonterías.

-Ya no te quiero. 

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¡It's Devon, bitch! (inserten canción de Britney Spears)

 Que las buenas porque he vuelto para quedarme (luego de como 2 meses jiji) y con noticias de las que ustedes serán parte. Las leerán en la siguiente nota.

-DEVON.