Mientras el joven iba a comisaría se puso a pensar en por qué no había dicho que era sobre el caso. ¿Creía acaso en algún rincón de su ser que Sam era inocente al cien por cien y no quería estigmatizarlo? ¿O era que no quería creerlo? Tal vez fuese que si decía que era el sospechoso principal del caso tendría que dar explicaciones de por qué se había guardado esa información...
Entre pensamientos se adentró en el edificio. La atmósfera se condensó y el olor de ambiente pasó a ser el de policía profundo.
—Ibai. —La voz de Yerai le hizo levantar la mirada del suelo y sonreír levemente.
—Siento haberme ido como me fui ayer, yo...
—No, es normal que el aso te afecte. No, lo que quería decirte es que vuelves a estar en el caso... he convencido al teniente.
—¿De verdad? —Al obtener una respuesta afirmativa se lanzó a abrazarlo, feliz de poder continuar siendo becario —. Gracias, gracias, gracias...
—Eh... si, lo que sea... —Lo apartó de su cuerpo e Ibai sintió como algo dentro de él se endurecía de nuevo.
Ese sentimiento de amor hacia su superior había estado siempre ahí, endurecido por miedo al rechazo de cualquier tipo. Aquella noche en casa del inspector todo había florecido, pero ahora... Al sentir la frialdad que recibía los primeros días de conocerse por la desconfianza que había entre ellos, ese sentimiento florecido se ocultó de nuevo tras los muros que había en su corazón.
Se acercó a la pizarra en la que su compañero escribía algo mientras empezaba a hablar, solo pudo callar todos los sentimientos, sintiendo la garganta arder por todo lo que le quería decir.
—Se encontró ADN también en el cadáver de Enara, lo procesaron lo más rápido posible, pero no ha dado coincidencias más allá de la muestra de pelo... Solo quedáis tú y otros tres... el tiempo corre... No podemos perder el juego... nadie nos asegura que si gana acabe la partida... tal vez se tome esto como un nivel de un juego más grande...
Ibai solo lo oía, sin escuchar, sumergido en sus pensamientos. Empezaron a llegarle imágenes de todas las veces en las que se había enamorado de un chico y luego no pasaba nada por ser hetero. Empezó a pensar en todas las chicas de las que Yerai le había hablado alguna vez, de lo extremadamente guapas que las describía. Pensó también en los chicos que alguna vez había mencionado y se comparó con ellos. Él no era alto, no estaba fuerte, no tenía unos ojos que te hiciesen querer perderte en ellos, su sonrisa no enamoraba a nadie...
Mientras el menor estaba cada vez más hundido en sus propios zapatos, el mayor seguía hablando sobre el caso.
—... Por eso creo que es buena idea teneros a todos aquí... el mayor tiempo posible... tu ya estas mucho aquí por las prácticas... pero tener a Maite, Samuel y Ane aquí estaría bien también... Como potenciales víctimas protegidas...
Seguía dándole vueltas a todo lo que tenía en la cabeza. Recordó la noche en la que perdió la virginidad con el hombre que tenía a poca distancia de él. Recordó cómo se había negado a un par de cosas, pero por cómo siguió la situación, supuso que no era eso lo que le había hecho ponerse cortante de repente. Pensó en cómo acabó la noche, las últimas palabras del mayor implicaban la expresión "hacer el amor", cosa que según le había contado no había hecho nunca...
Pero... ¿Y si era una manera de no echarlo de forma brusca y así no quedar como el malo? ¿Y si en realidad nada de lo que había dicho esa noche era real? Recordó cómo lo miraba con ojos enamorados en el desayuno del día siguiente mientras él se removía algo incómodo en la silla depende de cómo se sentase, sacándole una risilla al mayor...
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Sangre bajo la piel
Mystery / ThrillerUna lista con estudiantes universitarios. Una figura encapuchada que va haciéndolos desaparecer del plano mortal. Un pequeño pulso entre quien asesina y quién investiga el caso. Un juego que ambas partes quieren ganar. Un mes de septiembre que podr...