En comisaría las cosas no mejoraron. Cuando Yerai estaba a punto de coger el teléfono para llamar a las tres víctimas que quedaban, sonó.
—¿Esan? —La voz al otro lado del teléfono sonaba acelerada, era complicado de entender, pero no le costó demasiado unir las palabras que entendió. Al colgar miró a Ibai —. Alguien diciendo que han atacado a Maite en pleno directo, que la han matado... ¿Deberíamos creerlo? —Ibai solo asintió, enseñándole el final del directo a Yerai.
—Acabo de entrar para mirar si era verdad... Deberíamos darnos prisa...
Salieron rápido del lugar y pusieron las sirenas al coche. No sabían que se iban a encontrar, peor aún, no sabían que se iban a llevar. ¿Un cadáver? ¿Otra herida que podían salvar? ¿Una herida que no pudiesen salvar? No sabían cuál de las tres opciones era peor. Unas eran mejores para el bien común. Otras eran mejores para la investigación. Alguna solo era buena para la víctima, pero era mejor que nada.
El recorrido en coche eran unos 15 minutos por el tráfico y los coches, pero no tardaron más de 3 gracias a la sirena de policía. Cuando subieron al piso vieron que la cerradura estaba forzada y Yerai sacó el arma, Ibai se protegió tras de él y lo dejó pasar primero.
La casa era pequeña y oscura, pero se notaba en todas partes que era de una pareja, o al menos lo había sido hasta hace poco. Entraron con cuidado, sin hacer ruido, y Yerai revisó todas las habitaciones. En la última encontró el cadáver de Maite con un Post-It en la frente con un reloj de arena al que se le acababa el tiempo dibujado.
—Ese no es su símbolo... ¿Un imitador? —Yerai negó ante la pregunta de su becario.
—Ese no es su símbolo... solo se rie de nosotros y nos dice que se nos acaba el tiempo... Ha muerto porque le inyectó aire... ¿Qué hace eso? —Miró al menor con una sonrisa, pero este no respondió —. Vamos, antes te gustaba responder.
—Ataque al corazón...
—Y se supone que las cosas y las personas nos gustan con el corazón, ¿No?
—No... —Ibai negó, lo que decía Yerai podía ser válido, pero no era la realidad, por primera vez él tenía la sartén por el mango por haber pasado tiempo en redes sociales, cosa que Yerai detestaba porque siempre acababa perdiendo el tiempo en ellas —, no es por eso... Su símbolo era un "me gusta" de facebook... el facebook ya no se usa, es algo que los jóvenes sólo tenemos si nos lo ha hecho alguno de nuestros padres cuando aun no teniamos uso de razón o por algun juego...
»En cambio, el Instagram, en ojos de muchos, es el Facebook de los jóvenes... ya sabes, por ser más nuevo y tal... El "me gusta" se mantuvo, pero se le cambió la forma... ya no es un pulgar hacia arriba... en Instagram el "me gusta" es un corazón... hay que tocarlo para decir que algo te gusta... Maite ha muerto porque le han dado un like.
—Eso es algo cruel... el decirlo así, me refiero...
—Tú haces cosas que son crueles también y no te lo echo en cara...
Yerai no respondió a eso, sacó el teléfono para llamar a la científica para que viniese junto a un equipo de agentes para acordonar la zona. Se dio cuenta de que este crimen era el primero con testigos y, si se daba cuenta, eran muchísimos testigos.En casa de Ane, la histeria se había apoderado de ella. Tenía dos guardias de seguridad en la puerta a diario y le seguía un coche de policía allá donde fuera, pero no era suficiente para calmarla, sobre todo ahora que acababan de matar a Maite en directo.
Sin que los guardias se dieran cuenta vació la mochila de la universidad de cuadernos, bolígrafos y todo lo que hubiese y metió ropa para unos días, algo de comida y todos sus ahorros, pensaba huir hasta que todo se hubiese calmado, no podía más con la presión.
Cuando estaba por abrir la ventana para salir por las escaleras de incendios, su teléfono móvil sonó, asustandola tremendamente. Cuando vio que le llamaba Ibai se relajó bastante, podían ser buenas noticias.
—¿Si?
—Ane, ¿Estas bien? Quiero pedirte que vengas a comisaría para tenerte mejor protegida... estaremos los tres, Sam, tu y yo aquí el mayor tiempo posible... es el lugar más seguro de todo Donosti...
—Pensaba irme de Donosti...
—Por favor, Ane... ven, estará más segura...
—... Llego en 15 minutos...
Cerró la ventana y se fue hacia la puerta, llevándose consigo la mochila por si tenían que quedarse allí a dormir o algo así.
Les dio la explicación a los guardias, que asintieron y se bajaron con ella para luego meterse en un bar a tomarse un cafe. El agente que la seguía en el coche patrulla comenzó la marcha al verla salir y Ane se sintió levemente aliviada de saber que seguía protegida.
Según iba hacia comisaria el coche se acercaba más hasta que se paró al lado. Los cristales del coche estaban tintados, igual que siempre, así que cuando la voz del agente le dijo que se subiese, que la llevaba a comisaría, lo hizo sin dudarlo.
Una vez se sentó y dio las gracias escucho los seguros anti niños ponerse y miró al conductor. Capucha, buff y gafas de sol. Obviamente no era el agente de policía que la vigilaba por su seguridad, era quien quería matarla.
—Piedad, por favor...
—Puede que sobrevivas... todo depende de lo bien que te portes...
La voz metalizada asustó a Ane mientras caía dormida, drogada por lo que soltase al aire acondicionado del coche.
La figura conducía con tranquilidad, mientras se quitaba la capucha y las gafas para que nadie sospechara, dirección al monte en el que la tendría cautiva hasta el momento de tener que usarla. Era una marioneta, nada mas, siempre lo había sido y así moriría, siendo la marioneta de quien tenia mas poder que ella.☉ ★ ☉ ★ ☉ ★ ☉ ★ ☉
Shhdhrjr, día con mucho que hacer, casi se me olvida actualizar.
Bueeeeno, espero que hayáis disfrutado del capítulo. Comentad, dadle like (jeje) y compartid.
Andrea Marauri
ESTÁS LEYENDO
Sangre bajo la piel
Mystère / ThrillerUna lista con estudiantes universitarios. Una figura encapuchada que va haciéndolos desaparecer del plano mortal. Un pequeño pulso entre quien asesina y quién investiga el caso. Un juego que ambas partes quieren ganar. Un mes de septiembre que podr...