—Hace diez años atrás aproximadamente—
Se había escapado de su progenitora, para escabullirse hacia el grupo de solteros. Ella quería conocer sobre la fiesta, que es lo que hacían, porque era tan especial.
—Hola —sonrió algo incómoda, observando al grupo de jóvenes.
—Hola, bienvenida —le dijo amable una muchacha, explicándole un poco dónde se encontraba, que es lo que harían y presentándola al resto del grupo.
Luego de su presentación, se sentó junto a un joven, en una gran ronda que estaban haciendo, mientras esperaban que unos muchachos asistentes trajeron toda.
Era el primer día del Kok'ta, y Lía se había perdido la presentación, por lo que todos ya conocían su nombre, pero ella no el de los demás.
Miró las finas tiras de hilo trenzado, algunas semillas, piedras, y luego observó al muchacho junto a ella.
—Disculpa, es mi primera vez aquí. ¿Podrías decirme para qué es esto?
—Es para hacer un brazalete y la opaka. Generalmente esto lo realizan las parejas, pero aquí les enseñarán a hacerlo, para que cuando estén en el otro grupo, sepan cómo es. Digamos que éste es como un curso intensivo para el verdadero Kok'ta Kanat'ma —sonrió.
—Oh, muchas gracias, soy Lía —le dijo dándole la mano.
—Ketall.
—¿Y tú ya habías estado aquí antes? —le preguntó imitándolo, tomando una tirilla se hoja para comenzar a formar el brazalete.
—Sí, éste año me toca formar parte del grupo, el año pasado también fui uno de los asistentes.
—Genial, estoy sentada con un profesor —sonrió divertida.
Él la miró y luego sonrió.
—Ten, toma ésta tira que es más larga. Recuerda, las mujeres deben hacer la opaka y los hombres el brazalete.
—¿No te ofende si te pregunto que es una opaka? —sonrió incómoda.
—La opaka es un collar, cada piedra que utilices, cuenta, o lo que quieras para adornarla, tiene que ser pensando en tu Shi-e'tu, es decir pareja, y lo que él te hace sentir.
—Ah, es eso ¡Adoro hacer artesanías! —exclamó emocionada, tomando varias piedritas de colores y semillas huecas—. Cuando era niña, me encantaba hacer estas cosas —le dijo tejiendo con sus manos un collar.
—Yo no soy muy hábil con esto, pero lo intento —sonrió divertido.
Unos diez minutos después, una de las coordinadoras habló.
—Ahora, como un lazo de amistad, quiero que se entreguen sus opakas y brazaletes entre ustedes —sonrió suavemente.
Lía miró a Ketall, y sonrió, inclinándose hacia él para colocarle su opaka, un hermosos collar de tres hileras formadas para varias semillas negras y rojas, y pequeñas piedras doradas colgando de algunas filas.
Él la observó sorprendido, porque nunca había visto una opaka tan bonita, y mucho menos elaborada tan rápido. Por lo general, las opakas eran collares de una sola hilera, pero ella había hecho una muy especial.
—Gracias, mí brazalete no se compara con tu regalo —le dijo tomándola de la mano izquierda, colocándoselo.
—Pero si es muy bonito, me encanta —sonrió.
Él la miró, y luego sonrió suavemente. Era una humana muy bonita, y tenía una sonrisa preciosa.
—Lo siguiente que haremos, antes de dirigirnos a todos a almorzar, son las vasijas tradicionales —sonrió un muchacho, mientras otros traían baldes de arcilla—. Las vasijas son utilizadas para crear la pintura ceremonial que se utiliza el último día del Kok'ta.
—¿Qué se hace el último día? —le preguntó en un tono bajo Lía a Ketall.
Él sonrió divertido, ganándose la atención de ella, que lo miró curiosa.
—El Kok'ta culmina con la unión de ambos, es decir, apareándose.
...

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Ketall
Short StoryHistoria corta, libro especial de la serie "Bestias" Inicio 11/02/20