Salió del baño, yendo a su habitación, y vio que Ketall estaba sentado en la cama, con una hoja en sus manos. La rubia se subió detrás de él, y lo abrazó por la cintura, depositando suaves besos por su cuello.
—¿Qué pasa, mi amor?
—Llegaron los resultados del laboratorio —pronunció bajo.
—¿Tan pronto? ¿Y qué dice, amor? —preguntó sorprendida.
—Sí tengo más familia en la isla.
—Eso es muy bonito, Kell —le dijo en un tono suave, levantando una de sus manos para acariciarle el cabello—. ¿Quieres contarme? ¿O qué lea el informe yo misma?
—No, no hace falta... La madre de nuestra líder, Micaeli, es mi hermana, Shimei también lo es, y eso me convierte en tío de Kumi.
—Wou —pronunció sorprendida—. Esto es... increíble, Ketall.
—Y también tengo hermanos por parte de mi padre.
—¿Cuántos?
—Cinco.
—Mi amor, todo estará bien —le dijo abrazándolo nuevamente, al ver lo afectado que estaba, besando su mejilla—. Ahora puedes cerrar una parte importante de tu historia, de tu identidad. Si aún no te sientes preparado para hablar con ellos sobre esto, está bien, no te sientas presionado.
Ketall la tomó de una de sus manos, y asintió levemente con la cabeza.
—¿Quieres hablar conmigo?
—Ellos criaron a todos sus hijos, sabes. Micaeli y Shimei fueron criadas por esa mujer, mis hermanos varones fueron criados por sus madres, y luego por mi padre. ¿Lo entiendes? Al único que rechazaron, fue a mí. Yo fui el único error para ellos, yo... Yo les arruiné la vida a ambos.
—No, amor, claro que no, tú no tienes la culpa de nada, Ketall. Ambos eran adultos cuando te concibieron, y por lo que sabes, fue consensuado. Ellos hicieron las cosas mal, pero tú ninguna culpa tienes.
Sus ojos se cristalizaron, y apretó sus puños, sin decir nada. No importaba lo que su mujer dijera, él jamás podría borrar esa sensación de despreció, de abandono, que lo invadía por dentro.
—Ketall, tú tienes tu familia ahora. Tenemos dos hijos preciosos, y yo te amo tanto, que desearía con mi alma poder llenar ese vacío que ellos te provocaron.
Giró su rostro, y la besó suavemente, siendo correspondido por ella.
—Te amo.
—Yo también te amo, mi amor —sonrió contra sus labios Lía, antes de volver a besarlo.
***
—Es un honor volver a estar aquí, gracias por invitarme.
—Ketall, no hace falte tanta cordialidad, toma asiento —sonrió Micaeli.
—Sí, gracias.
—Ayer mi hija llegó aquí con una noticia que me dejó... Sorprendida —pronunció buscando la palabra adecuada, sirviéndole un poco de té.
—Yo no sabía que se lo notificarían a Kumi, jamás hubiese deseado que las cosas se dieran de éste modo. Yo sólo-
—Tranquilo —sonrió dándole la taza de té, interrumpiéndolo al ver su nerviosismo—. Ni Kumi, ni yo, estamos molestas por los resultados, Ketall. Sólo sorprendidas, y si te invité a venir, es porque creí que tú tendrías muchas preguntas.
—Sí, sí las tengo. ¿Tú sabías que era hijo de ella?
—No, no lo sabía. Cuándo tú llegaste a la tribu, yo tenía trece años, y hacía ocho años que no la veía. Me fui de su casa porque ella me maltrataba, jamás me quiso.
—¿C-Cómo qué no te quiso? Yo creí... Qué ella se fue cuando nací.
—No, ella nunca quiso hijos, y tú tuviste suerte de ser criado aquí, a vivir con ella. Imagínate, siendo una niña preferí dejar mi "hogar", salir a la selva sola, para poder llegar a la tribu, y que alguien se apiadara de mí. No era una buena mujer, Ketall.
El azabache miró hacia abajo, su taza de té humeante, y respiró profundo.
—¿Cómo era ella?
—No tengo ni un recuerdo bonito de esa mujer. Era fría, cruel, siempre me miraba con desprecio. A veces pasaba días sin comer, porque ella se iba y no volvía. Le molestaba ser mi madre, siempre estaba furiosa conmigo, y me golpeaba por cualquier cosa que hiciera. Incluso, cuando llegué aquí no hablaba. A ella le molestaba tanto escucharme, que dejé de hablar.
—Lo siento mucho, Micaeli, jamás imaginé que ella pudiera ser tan... Malvada —le dijo con tristeza.
La rubia sonrió suavemente y negó con la cabeza.
—Son sólo malos recuerdos ahora, supongo que la perdoné cuando murió, o tal vez cuando conocí mi propia felicidad. Yo tampoco fui la mejor madre con mis primeros hijos, pero después de que ellos se fueran, y tuviera a mi tercera hija, comprendí lo dura que había sido con Kumi y Sashie. Y le estoy tan agradecida a Kanat'ma que ellos pudieran perdonarme, de haber podido enmendar nuestra relación.
—Supiste ver tus errores, aceptarlos y cambiar, y eso te hace una mujer aún más increíble de lo que ya eras. ¿Quién no te respeta en la isla, Micaeli? Tú eres única, eres tan importante como Kumi, una consejera admirable.
—Y muy orgullosa de mi hermano oficial también —sonrió—. Y no cualquier oficial, el líder de nuestros oficiales. Eso sólo demuestra el buen hombre que eres, Ketall.
Sin poder evitarlo, los ojos de él se cristalizaron.
—L-Lo siento, yo...
Ella sonrió y se puso de pie, antes de abrazarlo y sentirlo llorar en silencio.
—Si lo hubiese sabido antes, todo habría sido diferente, lo juro. Te habría cuidado yo misma, pero así debieron ser las cosas. Y por más malo y triste que haya sido el pasado, es gracias a él que ahora eres éste increíble hombre.
—G-Gracias por aceptarme, es lo q-que necesitaba.
—¿Y cómo no hacerlo? Si eres un muchacho increíble —sonrió.
—¿Puedo hacerte una última pregunta?
—Las que quieras.
—¿Cuál era su nombre?
Hacía tanto tiempo que no la nombraba, que incluso hasta había olvidado su nombre.
—Betamell —susurró—. Para desgracia de ella, me parecía mucho físicamente. Su cabello era rubio, pero algo ondulado. El color de sus ojos era verde, era alta, habrá medido como un metro ochenta casi, y te juro, que jamás la vi sonreír.
Ketall se animó a abrazarla, aún con los ojos cerrados.
—Gracias por todo, creo que ahora finalmente cerraré éste capítulo de mi vida.
—Y abriremos uno nuevo como familia, Shimei y mis hijos están muy emocionados por darte la bienvenida —sonrió sinceramente.
...
Hola amores, les cuento, ya se que es lo que tengo, se llama neumopatia, y me dieron antibióticos. Estuve dos semanas con fiebre, tirada en la cama con fuertes dolores de cabeza y mareada :c
(Y ahora estoy con fuertes dolores de gastritis, porque el antibiótico es tan fuerte, que me hace mierda jajaja no se que es peor, si la cura o la enfermedad 🤣🤣)
Pero bueno, hoy me sentí un poquito mejor y quería terminar con esta parte ♥️💞
