Capítulo 7: La Pregunta

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—Usted… ¿va a vender el campo?.

Nelson frunció el ceño y luego lo miró fijo por unos cuantos segundos.

—No —dijo al fin. Francisco sintió un gran alivio —¿De dónde sacaste eso?.

—En realidad es un rumor —le contó —Se ha estado diciendo que usted quiere vender el campo para irse definitivamente a la cuidad.

—Eso es una locura —aseguró Nelson —Jamás vendería este lugar. Es más… tengo pensando quedarme a vivir aquí.

Los ojos de Francisco se abrieron sin poder creerlo, y luego una tonta sonrisa se dibujó en su rostro.

—¿En serio? —inquirió sorprendido.

—Jamás bromeo con esas cosas, Francisco.

—Lo sé, lo sé…

—Lo que me extraña es que hayas siquiera pensado que yo podía vender este lugar. ¿Por qué?.

—Es que me dejé llevar —le quitó importancia —Además de que los muchachos lo vieron llegar con una… pareja o algo así. Pensaron que eran compradores.

—Ooooh, no, no, no. No son compradores —dijo divertido —Son solo Matt y mi…

La puerta del despacho se abrió y una agitada Paula entró rápidamente. Ambos hombres se levantaron exaltados.

—¿Qué pasó, mamá? —le preguntó Francisco.

—Hirieron… hirieron a tu primo —dijo agitada.

—Mierrrda —murmuró Francisco y salió rápidamente de allí.

Era increíble ver como en el campo todo se iba al carajo en menos de dos segundos. En un momento estaba todo tranquilo, pero al darte la vuelta y volver a mirar, todo era un desastre. Y que en ese momento el involucrado en los pleitos haya sido Roy lo ponía realmente de mal humor. A veces su primo no sabía mantenerse al margen. Le gustaban los problemas.

Salió de la casa con los pasos de Paula y Nelson detrás. Su madre hablaba efusivamente, mientras era contenida por el señor Brizz. Llegaron a las caballerizas. Todos los peones se giraron a verlo cuando entró. Divisó sentado sobre un barril a Roy con una venda rodeándole el brazo. El rubio miró con un poco de temor a su primo.

—Te juro que no quise que esto pasara —le dijo antes de que Francisco pudiera hablar.

—¿Qué pasó? —preguntó y se acercó más a él para revisarle la herida. Le quitó la venda y revisó los daños.

—Al parecer la bala solo lo rozó —dijo Pedro —Pero estuvo cerca… muy cerca.

—Quiero saber que demonios pasó —gruñó Francisco. Todos se quedaron callados —¡Es que nadie va a decirme nada!

—Fueron los Montoya —habló uno de ellos al fin. Alex lo miró asesinamente —Federico y Alejandro fueron los que le dispararon a Roy…

Francisco se masajeó las sienes. Ya estaba realmente harto de que los hermanos de Liliana intentaran asesinar a su primo. Estaba jodidamente cansado.

—Ya me tienen harto —dijo Francisco luego de unos segundos. Miró a Roy —No vas a acercarte más a sus propiedades, ¿entendiste?

—Pero… pero, pero, pero…

—Pero nada, Roy. No te quiero ni a dos metros de sus tierras. No hasta que arregle cuentas con ese par de…

—Tranquilo, hijo —habló Nelson mientras ingresaba con Paula. La mujer sofocó un sollozo y se acercó rápidamente a su sobrino. Le besó la frente, le acarició el rostro.

—Ya, tía —dijo Roy algo avergonzado. Francisco miró fijo a su jefe.

—Yo mismo voy a encargarme de hablar con ellos. Montoya me debe varias cosas —aseguró Nelson

Will Horses - Adaptada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora