Liliana se asomó por la puerta del establo y lo vio allí, peinando a uno de los caballos. Sintió su corazón latir con fuerza.
-Roy. -lo llamó.
Él giró rápidamente a verla.
-Princesa -dijo algo sorprendido y dejó todo lo que estaba haciendo para acercarse a ella. Cuando llegó a su lado la abrazó.
-Es tan lindo verte por aquí.
-Te echaba de menos -le confesó ella.
Él se alejó y la miró.
-Lo mismo digo...
-¿Cómo sigue, Francisco? -le preguntó.
-¿Cómo sabes que está mal? -dijo sorprendido.
-Oh, Roy, las noticias malas vuelan por aquí. -dijo divertida -Además de que ayer tu primo golpeó a Federico.
-¿Qué hizo que?.
-Estás más tonto de lo normal, Roy.-le aseguró. El chico se sonrojó ligeramente. Maldita sea, parecía idiota. -Lo golpeó... lo dejó casi en cama.
-¿Por qué?.
-No lo sé bien -le contó ella -Pero creo que fue por Nikki.
-Nikki -murmuró pensativo. Sacudió la cabeza -Esos dos van a terminar más que juntos, yo lo se.
-¿Crees que Francisco va a dejar a Nabila? -quiso saber.
Roy se acercó un poco más a ella y acomodó un mechón de su cabello detrás de su oreja. La miró bobamente.
-Puede que si. Ya casi ni la puede ver... Es tan exasperante.
Liliana tembló ante aquel tonto gesto de parte de él. Recordó que la última vez que lo había visto casi la había besado.
-¿Crees que ella lo ama de verdad? -preguntó como para seguir hablando de algo.
Roy se encogió de hombros y luego acarició su mejilla.
-No lo sé. Pero ¿sabes que cosa si sé?.
-¿Qué?.
-Que nos quedó algo pendiente el otro día.
El corazón de la castaña latió más rápido. Sus mejillas se sonrojaron al instante y sus piernas temblaron al escuchar la suave risita de él.
-¿Qué cosa? -se atrevió a preguntarle.
Él suspiro y miró a su alrededor para percatarse de que nadie los estaba mirando. Volvió la vista a ella.
-Nuestro beso -murmuró y se inclinó un poco para chocar por primera vez con los suaves labios de su princesa.
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Will Horses - Adaptada-
RomancePrólogo. Que nerviosa se sentía, le temblaban las piernas. No recordaba, o eso creía, haber pasado un día tan emocionante como ese. Su cumpleaños número doce. No podía dejar sus manos quietas y se mordía el labio,nerviosa. Sí, estaba nerviosa. Su...