Ambos se sobresaltaron ante el repentino sonido de algo rompiéndose. Giraron la cabeza para ver como White se paraba entre sus patas traseras y luego salía hecho una fiera de la caballeriza. Francisco se puso rápidamente de pie.
-¡White! -lo llamó en un grito y salió rápidamente para ver hacia donde se dirigía.
Nikki lo siguió. Aun estaba algo tonta por lo que había pasado.
-¿Qué sucede? -le preguntó confundida.
Francisco seguía mirando el camino del caballo. No podía dejarlo, tenía que ir tras él.
-Algo no... -la miró y no pudo decirle nada. Ella estaba tan cerca. Nikki fue conciente y se alejó rápidamente.
-Lo siento -dijo apresurada. Francisco sacudió la cabeza.
-Va a ser mejor que vuelvas a la casa. voy a ir a buscar a White...
Entró de nuevo al establo, ella detrás de él. Francisco se acercó a un nuevo caballo y lo montón sin ningún problema.
-Pero, Francisco, estás todo mojado -dijo preocupada.
Él le dedicó una pequeña sonrisa.
-No te preocupes, enana -la calmó -Casi siempre vivo así.
Sin decir más nada salió galopando en el caballo. Nikki se quedó parada observando el lugar por el que él había salido. No era posible que él hombre se viera tan bien mojado, sudado, lleno de barro y olor a caballo. Pero lo hacía.
Una suave brisa sopló dentro del establo haciéndola temblar. Decidió hacerle caso a Francisco y volvió a la casa.
Cuando ingresó el reconfortante calor hogareño la hizo cerrar los ojos. Lo que ella necesitaba ahora era un buen baño de espuma y dormir un poco.
Pero a decir verdad no iba a poder hacerlo. No hasta que Francisco volviera y ella lo viera sano y salvo. Subió hasta su habitación, entró al baño y abrió la puertita en donde estaba el espejo para sacar las sales de baño. Cuando la cerró dio un respingo ante el repentino reflejo de Matt detrás de ella.
-¡Matt, me asustaste! -lo retó. El rubio sonrió pícaramente. Ella ya conocía esa sonrisa.
-¿Dónde estabas? -preguntó.
-Mmm... yo estaba...
-¿Por qué estás toda mojada?.
-Bañé a los caballos y tan torpe como soy, ya sabes, me terminé bañando yo.
-¿Se puede saber que estabas haciendo con el papitaso de telenovela?.
-Nada, yo no estaba haciendo nada -dijo nerviosa.
De repente recordó la manera en la que él la había acariciado en el establo. Había sido tan tierno, tan delicado.
-Pero por favor, querida -dijo como si estuviera ofendido. Se acercó a la bañera y prendió el agua mientras le quitaba a Nikki las sales de las manos -¿Cuándo vas a entender que no puedes ocultarme nada? Soy como tu gemelo, sé todo lo que te sucede, siento tus emociones.
-Wow, eso me asusta -dijo ella.
-Lo que pasa es que tú te estabas haciendo la Heidy en versión moderna y en rubia. Te vi, Sweetness. Te vi yéndote con el bombón campestre hacia el bosque ¿Qué hicieron?.
-No hicimos nada de lo que estás pensando -aseguró ella.
Matt soltó una divertida carcajada.
-Yo no pensé nada. La que esta pensado eso eres tú.
Nikki lo miró con los ojos entrecerrados.
-Solo me acompañó a montar, ¿contento?.
-Mucho -sonrió.
-Matt...
-¿Qué? -inquirió.
-A ti... ¿te gusta Francisco?.
-¿Si me gusta Francisco? -dijo confundido -Claro que sí linda, ¿a quién no?.
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Will Horses - Adaptada-
RomancePrólogo. Que nerviosa se sentía, le temblaban las piernas. No recordaba, o eso creía, haber pasado un día tan emocionante como ese. Su cumpleaños número doce. No podía dejar sus manos quietas y se mordía el labio,nerviosa. Sí, estaba nerviosa. Su...