Cicatrices del Alma (Terminado)

El Clan de la Luna

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***Shaoran***

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-¿Tu mentor?- Sakura me miraba algo intrigada o tal vez no entendía bien de lo que estaba hablando. La ayudé a salir de la bañera y le puse una bata. Los dos vestidos regresamos a la habitación. Contar esta parte de mi vida me costaba mucho, así que decidí sentarme en la cama y abrazar a sakura, de modo que ahora se encontraba recostada en mi pecho.

-Si, mi mentor- tome un poco de aire- veras, en mi familia existe una tradición que viene desde los tiempos de las guerras. El clan Li fue uno de los clanes más poderosos en la antigua china, su conocimiento en las artes marciales era superior a cualquiera. Así que conforme fue pasando el tiempo se acostumbró que el primer hijo de cada generación fuera entrenado en artes marciales, con el fin de poder transmitirlo al sucesor del clan.

-Eso quiere decir que ¿ustedes son como una banda o triada?

-Algo mucho menos complicado- no pude evitar reírme- desde antes de mi padre que el clan dejo de hacer trabajos, un poco... fuera de lo común

-¿Qué cambio?

-Mi abuelo tenía una enfermedad que deterioraba su cuerpo, aun cuando se le entreno, la verdad es que no podía pelear. Años después se dieron cuenta que mi padre sufría de la misma enfermedad y no pudo entrenarme como era debido

-Pero... tu sabes pelear muy bien

-Si, es porque el clan Li estaba aliado con otro clan- sentí que el estómago se me estaba revolviendo nada mas de pensar en eso

-¿Con cuál?

-Con el clan Clow- sentí que Sakura se estremeció y yo la estreché más conmigo

-¿Clow? Espera... ¿te refieres a Yue Clow?- trate de mantenerme en el presente, pero poco a poco los recuerdos me fueron llevando

Flashback

Mi cumpleaños número 8 había pasado hace apenas unas semanas, estaba volviendo del colegio cuando una voz familiar comenzó a llamarme.

-Shaoraaaan, ¡Muévanse!- voltee y venia corriendo Meiling, aventando a todo aquel que no era capaz de quitarse a tiempo de su camino. Cuando llego hasta mi pude ver un rubor ocasionado por todo lo que había estado corriendo.

-¿Qué pasa Meiling?

-Tu madre me llamo y me dijo que el señor Li te esta buscando- tenia dias sin saber de mi padre, había ido al extranjero a hacerse un estudio que necesitaba- vamos, vamos no tenemos tiempo que perder- Meiling tomo mi mano y nos fuimos corriendo de ahí. El colegio estaba cerca de casa así que llegamos pronto.

Mi madre estaba esperándonos en la puerta, su cara parecía preocupada y seria. Regularmente mi madre andaba siempre con una sonrisa y mostrando el mejor animo del mundo. Alegre, divertida, una mujer espectacular. Verla así me preocupaba mucho.

-Que bueno que están de vuelta- dijo dibujando una sonrisa, pero sabía que era falsa, carecía de cariño.

-Buenas tardes, señora Li, cumplí con mi misión- Meiling hizo una señal que haría un cabo a su comandante.

-Sabía que solo podía confiar en ti Meiling- mi madre le dio un ligero beso en la frente- tu padre esta esperando en el dojo y por esta única ocasión también quiere que Meiling este presente- Meiling y yo nos sorprendimos tanto que volteamos a vernos rápidamente.