Jeonghan había despertado, dándose cuenta que estaba solo, completamente solo, en la casa de Jihoon. Se levantó del suelo y sintió su cuerpo adolorido, se quedó durmiendo en una mala posición. Salió de la recámara de Jihoon y bajó a la primera planta, viendo una nota en la mesa junto con un plato.
"¡Hyung! Por favor ayude a limpiar mi casa, se lo agradeceré demasiado, a cambio le dejé un plato con una deliciosa comida. ¡Gracias!»
Jeonghan sonreía, siempre le fascinaba los platillos de Jihoon, el menor había estudiado gastronomía, convirtiéndose en chef, lamentablemente, aun no ejercía su especialidad en un trabajo, y se quedaba de mesero, pero algunas veces ayudaba a preparar los deliciosos pasteles que tenía el lugar donde trabajaba.
Dejó la nota a un lado, levantando la tapa que cubría la comida dejándola intacta, tomó asiento y sujetó los utensilios para comer de ella. Jihoon tenía un excelente sazón. Si que adoraba a ese pequeño que lo consentía.
Después de comer, se encargó de la casa de Jihoon como le había pedido, la recogió, tiro la basura y se deshizo de las latas de alcohol, la madre del menor odiaba que tomaran. Una vez echó su trabajo, se dispuso a salir de la casa ajena hacia su propia casa, y al abrir la puerta se topo a alguien que no veía después de tanto tiempo.
—Jeonghan, ¿qué haces aquí? –Seungcheol estaba de pie, en frente de la casa de Jihoon, unos lentes oscuros traía puesto junto con una vestimenta demasiada atractiva.– ¿Jihoon está?
—No, salió a trabajar, anoche vine a quedarme a su casa, y ya me iba. –aclaró Jeonghan, pasando a un lado de Seungcheol, cerrando la puerta bajo llave, estaba dispuesto a irse.– Nos vemos luego, Jihoon llega hasta la noche.
—Jeonghan, espera. –Jeonghan se detuvo mirando a Seungcheol.– ¿tienes tiempo para salir?
No sabía cuánto tiempo había pasado, pero estaba ahí, estático bajo la mirada de Wonwoo quien solo tenía una sonrisa. Mingyu no comprendía porque las acciones de Wonwoo no concordaban con sus palabras. El mayor se alejó soltando un suspiro, bajo la mirada pensando lo que quería decir.
—Vendré por ti en la salida de tu turno, no te vayas, yo aún tengo cosas que hacer con mi padre, puedes irte. –Mingyu reaccionó ante aquellas palabras para salir de su oficina.
Se topó al Señor Jeon en la puerta, sorprendiéndose de que Wonwoo compartía la misma cara de seriedad que le distinguía. Eran idénticos. Mingyu hizo una reverencia apartándose del camino del Señor Jeon.
—Eres nuevo aquí, ¿cierto? –Mingyu miró al Señor Jeon con algo de duda, solo hizo una sonrisa.
—Claro que sí, Señor. –contestó con respeto.
—¿Cuál es tu nombre?
—Kim Mingyu, Señor.
—Bien Mingyu, no sé qué problemas hayas tenido para que mi hijo te citara dentro de su oficina, pero no pasaré de alto cualquiera de tus acciones.
¿Eso era una amenaza? Parecía ser una. El Señor Jeon avanzó hasta la puerta de la oficina de Wonwoo para adentrarse, Mingyu soltó el aire que sus pulmones se negaban a sacar, su cuerpo tembló por segundos, y luego sintió la mano de la Señora Kim en su hombro.
—Sé que es duro, pero no quiere hacer que Wonwoo vuelva a caer en lo prohibido, sabes bien de lo que hablo. –Mingyu tenía el rostro lleno de preocupación.
—Temo más por Wonwoo que por mi mismo. –se sinceró.
En poco tiempo, el producto nuevo había llegado a la tienda, Mingyu fue el encargado de revisar el inventario y anotar todo el producto que había ingresado. Mientras que Wonwoo, la Señora Kim y su esposo se habían marchado a otra tiendas. Mingyu estaba solo en el pequeño almacén checando aquello. Contaba cada una de la piezas y anotaba en una hoja que cantidad estaba estable y cual no, dentro de una de las cajas tres frascos estaban dañados. Mingyu los aparto llenándose de perfume, en ese momento salió de la bodega por el fuerte olor que se impregnó en su nariz, al mismo tiempo que su celular se escuchaba.
—Jeonghan, estoy ocupado, llama después. –terminaría la llamada, si no fuera por la ruidosa voz de su amigo que se lo impidió.– ¿Qué carajos hiciste?...
Soonyoung había ido a la misma hora que el día anterior al restaurante, se quedó parado en la puerta observando al chico rubio que dejaba un par de platos a una familia. Como su sonrisa era demasiada linda, después ingreso directo a la cocina.
—¿Puedo ayudarlo? –uno de los empleados se acercó a Soonyoung para atenderlo.
—Una mesa para uno. –dijo.
El mesero lo llevo a una mesa cerca de una ventana, Soonyoung le agradaban las grandes vistas y agradeció por ello. Paso el rato, ordenó comida y al poco tiempo se encontraba comiendo de ello. Jihoon se sentó en frente de él con los brazos cruzados.
—¿Hoy no viniste acompañado? –miraba a Soonyoung atentamente, estaba a casi terminar su plato.– Esta vez si ordenaste.
—Tenía que hacerlo, ayer fue el día más pésimo que tuve, pero gracias a ti me sentí mejor, solo que... –Jihoon lo miró curioso.– tenía que probar la comida de este lugar, es deliciosa.
—Me da gusto que te fascine, cualquier comida debe ser grata para cada persona. –Soonyoung levantó una ceja preguntándose a qué se refería.– Ah, lo digo porque estudie gastronomía, quiero abrir mi propio restaurante.
—¿En serio? Pues, ¿qué dices si somos socios? –Jihoon no entendió las palabras de Soonyoung.– Estudie administración, y mi Padre me dio la libertad de iniciar un negocio propio si quería, ¿que tal si juntos abrimos un restaurante? Yo manejo lo económico y tú manejas lo comestible. –Jihoon rió por sus palabras.– Me gusta cuando ríes. –Sintió sus mejillas arder ante las palabras de Soonyoung.
—Me agrada tu idea... –murmuró algo apenado.– Pero necesitó pensarlo. Volveré al trabajo, saldré a la misma hora de ayer.
Si publico la historia de una, ¿les gustaría? Aclaró que ya estoy escribiendo los últimos capítulos. También pienso hacer una mini historia de tres capítulos o un oneshot de Hozi.
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My Boss's Son - Seventeen
FanfictionMingyu comienza a trabajar en una compañía reconocida en Corea Del Sur. La empresa AmorePacific es una compañía de cosméticos en donde ha tenido millones de comprar alrededor del país e internacional. Mingyu conoce al heredero de la de la compañía...