My Boss's Son - Seventeen

Capítulo 23

Un día paso y el inicio de semana estaba presente, Mingyu había llegado a su trabajo, entrando rápidamente para cambiarse y estar listo para su turno de trabajo. Cuando salió, vio a la Señora Kim acercarse a él. Hizo una reverencia, pero parecía que el rostro de la Señora Kim estaba molesta.

—Ven a mi oficina. –el tono de su voz era dura, que hasta el mismo Mingyu no sabía el porqué de ese modo. ¿Había hecho algo malo? Sin duda, no lo creía.

Siguió a la Señora Kim con pasos dudosos, hasta estar adentro de su oficina, cerró la puerta y la mujer se sentó en frente de su escritorio, dándole una señala que el también tomara asiento. Mingyu notaba el ambiente seco y serio en el que se encontraban.

—¿Sabes lo doloroso que tengo que hacer esto? –Mingyu no entendía sus palabras. La mujer solo suspiró.– El día viernes mercancía desapareció de la noche a la mañana, durante tu turno. –Mingyu se sorprendió por escuchar aquello.

—¿Qué quiere decir?... –estaba entrando en pánico.

—Se ha reportado material perdido, sé muy bien que no eres el responsable. –«Gracias a Dios...» pensó.– Sin embargo, debo de darte el crédito de haberlo robado.

—Señora Kim, ¿esto no es algo justo? Usted sabe que yo no he hecho nada, ¿por qué trata de inculparme?

—Porque se me ha ordenado hacerlo, la única condición para no meterte a un juicio sobre robo... es alejándote de Wonwoo, de la tienda, y todo lo relacionado a nosotros.

—¿Qué? –Mingyu no entendía lo que pasaba.– ¿Está diciendo tonterías, verdad? –la mujer negó con su cabeza.

—Fue mi error acercarlos, no debí meterte en esto, estas despedido, y sobre todo, si no quieres ir a la cárcel y que tu madre pierda todo, por tu bien y el de ella, no vuelvas a encontrarte con Wonwoo, ni aunque él te lo pida. –Mingyu apretó su mandíbula con molestia.– Lo siento Mingyu. Te enviaré tu paga por transferencia bancaria.

Wonwoo estacionó su auto en frente de la puerta donde trabaja, salió de su auto para entrar a la tienda. Busco con la mirada en todos los lugares donde podría estar Mingyu, entrando incluso al vestíbulo y abriendo cada unos de los cubículos, pero no había nada, salió rápidamente de ahí y abrió la puerta de la oficina principal, encontrándose con su madrastra sentada frente al escritorio revisando naturalmente las hojas de trabajo.

—¿Dónde está? –tenía la respiración agitada, y un rostro molesto. Su madrastra lo miró de reojo pero no apartó la mirada de los papeles.– ¡Dime donde esta! –alzó la voz. Sus empleados comenzaron a fisgonear entre la puerta para ver lo que sucedía.

—¿Por qué te preocupas por él a estas alturas? No quiere saber nada de ti. –tomó un marca texto pintando las letras del color amarillo fluorescente.– Al saber que lo único que hiciste por él, era usarlo, se sintió traicionado, ahora mismo debería de estar de camino a su casa.

—¿Qué demonios fue lo que le dijiste? –puso las manos sobre el escritorio acercándose al rostro de su madrastra, su voz era demandante.

—¿Qué más pude decirle? ¿Que el gran Jeon Wonwoo deseaba a un chico que solamente fuera para un rato?, no lo sé, quizá la mentira nunca fue mentira. ¿O si? Acéptalo, perderás mucho con él.

—Tú. –señaló con su dedo.– Eres una bruja, finges mucho como si de un ángel se tratase, incluso Yoon está atado a tus mentiras, armaste todo esto.

—¿Que tonterías dices? –soltó una risa. Se levantó de su asiento para cerrar la puerta, mientras que Wonwoo no dejaba de mirarla.– ¿Decirle a Jeonghan que una vez lo amaste? Sí, fue una mentira, ¿Usar a Mingyu a mí favor para quitarte la herencia? Dime algo, ¿quien es peor? ¿La mujer que ha tratado a Mingyu como un chico bueno o el chico que le ha mentido? Uno de los dos tiene que ser el egoísta.

—Todo tu teatro se caerá. –la encaró, la evidencia de altura era demasiado, pero la mujer ni se inmutó, cruzó sus brazos.– Desde un principio he sabido que solo eres un demonio, has chantajeado a mi padre con miles de cosas, le dijiste mi relación con Mingyu aun cuando según la apoyabas, y peor aun, lo usaste para quitarme la herencia...

—¿Y que esperabas? ¿Que el hijo de Park Solkyung viniera a quitarme todo lo que planeé? Saber que te habías metido con un chico me beneficiaba a mí, pero que tu padre por amor te haya salvado de los rumores hacía que mis planes se cayeran, tarde un millón de minutos para armar uno nuevo, y ahora no habrá algo que lo detenga.

—Maldita perra.

—No pienses que tus amenazas funcionan conmigo, dejaste de ser el hijo perfecto para tu padre. ¿Por qué no buscas a Mingyu? ¿Tienes miedo de que las palabras de tu padre se cumplan? ¿O acaso no quieres ser feliz? Solo acéptalo, Wonwoo, ¿herir a tu padre o herir Mingyu? –Wonwoo negó levemente con su cabeza, no quería caer en su trampa.– Tienes poco tiempo.

Con una última mirada, salió de la oficina, saliendo por el pasillo y teniendo a miles de chicas siguiéndole hasta subir a su auto, saco su celular comenzando a llamar el número de Mingyu que de inmediato lo mandaba a buzón.

—¡Maldita sea!