My Boss's Son - Seventeen

Capítulo 08

Mingyu había tomado su mochila después de chequear su salida, observó la oficina de Wonwoo, parecía que aún no salía. Canto victorioso cuando salió del lugar para irse con Jeonghan. El mayor de los dos conducía hacia la casa de la Señora Kim, hogar de Wonwoo, el chico que le ha estado comiendo la mente desde hace una semana. A decir verdad, después del primer día de capacitación las cosas se volvieron extrañas en el ambiente.

Ambos llegaron con la Señora Kim, Jeonghan apretó el botón del timbre para avisar que estaban ahí. Un empleado de la casa de los Jeon, los atendió, dándoles paso. Jeonghan platicaba de lo maravillosa que era la casa de la Señora Kim, anteriormente había ingresado por temas de trabajo y respeto ante la señora. Cuando abrieron la puerta miraron a una elegante señora con un vestido rojo. Su cabello suelto, y un maquillaje que le favorecía. Extendió los brazos y Jeonghan se acercó para abrazarle.

—Hannie~ me da gusto verte de nuevo, sigues estando igual de guapo. –tomó el rostro de Jeonghan entre sus manos para regalarle una sonrisa, Jeonghan amaba a esa señora como una segunda madre.

—A mi también me da gusto verla, Señora Kim. –la señora soltó a Jeonghan para acercarse a Mingyu, tomándolo de los hombros.

—Relájate pequeño, bienvenido a mi casa, cualquier amigo de Jeonghan es invitado aquí. –Mingyu sonrió, aquellas palabras lo hacían tranquilizar, había una gran diferencia de cuando vio por primera vez a la Señora Kim, como actualmente la veía.– Wonwoo ha dicho que has echo un buen trabajo.

—Gracias, Señora Kim, siempre intento dar lo mejor de mí, no quiero fallarle a mis jefes. –sonrió.– Lo que si me pone inseguro...

—Si hablas por tu salida temprano, no hay problema, hablaré con Wonwoo, yo misma. Por ahora, pasen al comedor. –dijo la Señora Kim.

La Señora Kim camino hacia el comedor, y Jeonghan se acercó a Mingyu, golpeó levemente su hombro con una sonrisa y murmuró.

—¿Lo ves? Te lo dije, ella lo tiene arreglado. –pero seguí un convencer del todo a Mingyu.

Si Mingyu creía tener un problema, pues estaba en lo cierto. Wonwoo salió de su oficina observando que había mucha gente en el lugar, y que solo tres empleadas estuvieran tan ajetreadas no le daba buena espina. Se acercó a Sooyoung, era quien menos trabajo tenía.

—¿Dónde está Mingyu? –la voz de Wonwoo era un tanto molesta.

—Se fue temprano, Señor, un amigo de él vino y se lo llevó. –dijo Sooyoung a la vez que atinaba a realizar la compra de sus clientes.

—¿Con qué permiso? –Wonwoo ahora sí estaba molesto. Sooyoung se encogió de hombros.– Ese chico... dile a Jimin que cierre esta noche, tengo que salir.

Unos minutos antes de salir de su oficina, Wonwoo recibió una llamada de su padre, quien le había citado en casa temprano debido a unas visitas sorpresa de su esposa. Wonwoo no tuvo remedio que ir, desconfiaba tanto de la mujer, que cualquier cosa extraña él tenía que ponerle fin. Tomó las llaves de su auto, para salir directo a su casa. Tenía un mil maneras de que hacer en caso de encontrar a la mujer con gente que los traicionaría.

Llegó a casa en menos tiempo de lo esperado. Salió del auto, y abrió la puerta de su casa. Risas se escuchaban por el comedor, y caminó con algo de duda hacia aquel lugar. Las voces las reconocía. Cuando dio paso al comedor miró la escena. Jeonghan, el chico homosexual del cual se había topado hace tiempo en la tienda como trabajador, riéndose con su madrastra. Peor aun, Mingyu estaba ahí con una sonrisa, una jodida y hermosa sonrisa.

—Mingyu. –su voz grave se hizo escuchar en el comedor reemplazando el ruido por el silencio. Mingyu se levantó de su asiento con una mirada de sorpresa. No esperaba ver a Wonwoo temprano.– Vaya, no creí que el 'un amigo vino y se fue' se debía a esta reunion.

—Wonwoo... yo–

—Estas despedido. –el corazón de Mingyu latía con rapidez al escuchar esas palabras. Se decepcionó de sí mismo al arruinar lo que apenas estaba comenzando con su nuevo trabajo.

—No puedes despedirlo, Wonwoo, ¿recuerdas quien es la persona encargada de la tienda y de ti? –habló la Señora Kim, en ese momento Jeonghan tenía una sonrisa.– Yo lo invité, y su salida está justificada.

—Mingyu trabaja para mí.

—Te equivocas, querido. –la Señora Kim se puso de pie y se acercó a Wonwoo.– Ese lugar me pertenece como directora, tu padre me lo cedió al ser una de las tantas tiendas que ha fundado, tú trabajas para mí y la que toma las decisiones, soy yo. Y si Mingyu es despedido, será por algo que para mí lo amerita. –Wonwoo se quedó en silencio, y miró con enojo a Mingyu que solo tenía la mirada baja, estaba apenado de la situación.

—Wow, Wonwoo, hace mucho que no nos veíamos. –dijo Jeonghan con sarcasmo.– Me alegra que verte de nuevo.

—Cállate Yoon.

—Respeta a Jeonghan. –dijo la Señora Kim.– Ahora, tienes dos opciones, querido, o te vas de aquí o te quedas a cenar. –Wonwoo volvió la mirada a Mingyu, su cara de incomodidad estaba presente, lo que hizo sacarle una sonrisa.

—Me quedo.

Y Mingyu sintió cómo su alma salía de su cuerpo.