Capítulo 22

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Parecía haber tenido una mala pesadilla, pero la realidad era una, nunca creyó verlo tan destrozado, y tan vulnerable, siempre creyó que Lee Jihoon era el chico más fuerte a pesar de su aspecto tierno, ahora tenía abrazando al chico mientras ambos estaban acostados en la cama del mayor de ambos, simplemente en silencio.

—Lamento que vinieras a escucharme, seguramente arruine tu día, ¿no es cierto? –Mingyu soltó un suspiro, y simplemente negó a sus palabras.

—No me arruinaste el día, eres mi mejor amigo, ¿como podría dejarte solo? –Jihoon soltó una risa, pero en un segundo se terminó callando.

—Jeonghan me dejó solo... no, me traicionó, y creo que me duele más eso que las palabras de Seungcheol hyung. –Mingyu no dijo nada, no quería hacerlo sentir mal.– Creo que, entre Jeonghan y yo, el que salió más afectado fuiste tú. –Mingyu miró su rostro, quería una respuesta. Jihoon solo se encogió de hombros.– Jeonghan me dijo que tú fuiste el único que se enteró de eso, y que estuviste tomando partido aparte, en un punto llegue a pensar que tan patético puedo ser para que todo mi mundo se cayera abajo, pero me di cuenta que no fue tu culpa que te metieras en un problema ajeno, y mi mundo no se desmoronó por completo, aun te tengo a ti... y a Soonyoung.

—¡Por supuesto que me tienes a mí! Yo tampoco tengo perdón por no haberte dicho antes, pero Jeonghan también es mi mejor amigo, decidí alejarme como un idiota para no meterme en este embrollo, tal vez no hubiera cambiado nada, pero no estuviéramos aquí... –Mingyu comenzó acariciar el cabello de Jihoon tratando de darle consuelo.– No sé que hacer...

—No tienes que alejarte de mí ni de Jeonghan por una estupidez, aunque yo no pueda ver a Jeonghan a los ojos ahora, lo terminaré perdonando de todas formas, solo no quiero verlo ahora, me duele todo. –limpio con el torso de su mano las lágrimas que seguían saliendo.– Gracias, Mingyu, significa mucho que estes conmigo. –se acurrucó en Mingyu, como si de un niño pequeño se tratase.

El celular de a Mingyu comenzó a escucharse, así que lo saco rompiendo el abrazo que tenía con Jihoon, era el número de su madre, miró a Jihoon que le hizo una seña aceptando que tomara la llamada, de levantó de la cama de su Hyung para contestar para poder platicar con su madre.

¿Dónde estas? –su madre se escuchaba preocupada, no se había comunicado con ella en todo el día, era de esperarse.

—En casa de Jihoon, ¿pasó algo? –se escuchó el suspiro de su madre, y después unos sollozos, Mingyu comenzó a perder la cordura, odiaba escuchar a su madre llorar.– ¿Mamá?

Me corrieron del trabajo... me culparon de que me robé un dinero de un seguro, me están investigando... –Mingyu se sorprendió de las palabras de su madre.

—¿Dónde estas? Iré para allá. –tan solo escuchar las palabras de su madre hizo que terminara la llamada. Tengo que irme. –Jihoon observó cada facción desde el inicio de llamada.

—¿Qué pasó con tu mamá? –Jihoon se puso de pie.

—Le están acusando de un robo que no cometió, esta con la policía en la estación de Seúl.

—Te acompañó.

—Jihoon...

—Me diste apoyo en este momento, y creo que mi niñerías serán para después. –Mingyu asintió.

Ambos jóvenes se encontraban en una carrera, maldecía Mingyu por no haber comprado un auto con el ahorro de su cumpleaños, Jihoon y Mingyu estaban a unas cuantas de llegar, y habían corrido una vez bajándose del autobús que los llevó cerca de la estación de Seúl. Mingyu chocaba con la gente y se iba sin pedir disculpas mientras que Jihoon trataba de evitarlos. Se detuvo en la puerta con la respiración demasiada agitada, posó sus manos sobre su rodillas tratando de calmarse, Jihoon llegó poco después de él repitiendo su acción. Ambos caminaron a la estación viendo como en una de las esquinas estaba el jefe de su madre inculpándola de algo que no hizo.

—Mamá. –levantó la voz, haciendo que todos los ahi presentes lo miraran.– ¿Qué pasó?

—Joven, no debe de estar aquí. –uno de los policías en turno le pidió a Mingyu que se retirara y esperara a fuera.

—¿Qué fue lo qué pasó con mi madre? ¡La están inculpando de algo que no hizo! –Mingyu pedía a gritos una explicación.

—Mingyu, cálmate. –la voz de Jihoon hizo que se detuviera.– Hagamos lo que el policía ha dicho.

—Tal vez tu madre sea inocente, pero hasta el momento está bajo sospechas por el robo, aun necesitamos más pistas. –decía el policía.

Mingyu se quedó parado analizando la situación, mientras que Jihoon se había sentado en la sala. Miraba con atención a su madre, y a los hombre con los cuales estaba hablando. Al final el policía a cargo cerró la carpeta que tenía mientras que su madre asentía a lo que su jefe le decía. Apretaron sus manos como si de un acuerdo llegaron, y el hombre salió primero, dejando a la mujer con ganas de llorar. Fue en el momento en que a Mingyu se le dio la oportunidad de acercarse.

—Mamá, ¿estas bien? –ella negó.

—Se llegó un acuerdo... no meterían cargos contra mí si renunciaba al trabajo... estoy desempleada. –su madre comenzó a llorar y Mingyu la abrazó, como si la estuviera protegiendo de todo.

—No te preocupes... aun tengo mi trabajo, y con ello saldremos adelante. –se alejó para tomar el rostro de su madre entre sus manos, limpiando las lágrimas.– Vamos a estar bien. –ella asintió.

—Perdóname.

—No tengo nada que perdonarte. ¿Está bien?

My Boss's Son - SeventeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora