Las ¿Personas?

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"¿En serio ella es la elegida? ¡La cegó la luz que ni es tan brillante!" "Oye, mira como la dejaste con esos juegos tuyos. Ha de ser muy brillante para los terranos" "Ya cállense quieren, mírenla, tiene miedo" "Concuerdo, Brann, ¿puedes bajarle un poco al brillo?

Okey, no estaba entendiendo nada de lo que pasaba.

"Le quitan lo divertido a la vida ¿saben?"

En ese momento dejaron de arderme los ojos, pero cuando vi lo que tenía al frente mío

-¡Guau! Son las criaturas más adorables que vi en mi vida. -dije y mi expresión, tono y postura se relajaron completamente y dejando el miedo que sentía de lado.

Eran unos zorros súper tiernos, de unos colores bastante extraños, el más normal era uno anaranjado casi rojo, los otros eran de colores raros pero igualmente hermosos, uno era de un azul oscuro, otro del color gris más bonito de todos, parecía plateado, y el último, que era más pequeño que los demás, tenía un color verde muy parecido al de mis ojos, parecía una hoja arrancada de un árbol, la única cosa que tenían en común aparte de ser zorros, es que tenían las patas, las orejas y el hocico de color blanco; eran tan hermosos e irreales que era como un sueño.

Si, seguro me había quedado dormida viendo las auroras y ahora estaba soñando todo esto.

"Claro, ella aún nos ve como animales" resopló el zorro rojo. Luego de eso los cuatro se transformaron en humanos, al ver esto, me hice para atrás con miedo de nuevo, este sueño estaba siendo muy raro.

­-Déjala Brann, es obvio que esto es nuevo para ella, los terranos no ven a animales convertirse en personas todos los días ¿sabes? -dijo la chica que tenía el pelo del mismo color que el zorro azul. Luego giró hacia donde estaba yo y sonrió para luego hablar. -Me llamo Vann, soy la mujer de las aguas, y hoy eres la elegida por mis superiores para llevar contigo siempre una parte del control sobre cualquier tipo de mares, océanos, ríos y lagos, tanto como manejar a tu antojo las aguas siempre que estén a tu alcance. -estoy segura de que mi cara en ese momento reflejaba un ¿Qué mierda? Y cambió a una sorprendida cuando un chorro de agua cayó sobre mí, pero en vez de mojarme desvío mi cabeza y formó un círculo alrededor de mis pies. Luego habló el de pelo rojizo, más oscuro que el mío.

-Yo soy Brann el lord del fuego o lo que sea, y hoy te eligen para portar parte de mi poder para controlarlo y crearlo cuando te dé la gana y blablablá. -cuando dijo eso reí un instante, pero mi cara volvió a como estaba antes cuando lo mismo que pasó con el agua pasó con fuego.

-Discúlpalo, es un grosero. Soy Lufty, la dueña de los vientos y maestra del aire. Has sido elegida por nuestros superiores para tener este don, te entrego la facilidad de controlar ventiscas y convertirlas en tornados, utilizar los aires cómo método de defensa personal y siempre que quieras podrás utilizarlo para divertirte, en cuanto sea con precaución. -Lufty tenía el pelo largo y plateado, y una bella sonrisa maternal en el rostro. -Él es Jorden, -señaló al de pelo verde, al más pequeño -el supervisor de las tierras y cuidador de la flora mundial. Aún está aprendiendo a ser uno de nosotros, pero ya lo logrará, igual tú.

Al terminar de hablar, aparecieron dos círculos a mí alrededor, uno estaba hecho de un suave viento, y el otro de algunas piedras y diferentes tipos de tierra. Al estar rodeada de esas cosas, no me sentía tan incómoda, hasta que hicieron algo raro.

Se agarraron de las manos e hicieron una ronda conmigo en el interior, empezaron a hablar un idioma que no entendía, y eso era extraño, pues había estudiado y dominado más de cinco idiomas a la perfección. Luego de eso, los círculos que rodeaban mi cuerpo se pegaron a mí; no me dolió nada, ni el fuego, ni las piedras, nada.

Aurora Boreal ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora