Las Prácticas.

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Dedicado a MoraimaBorja y  pimenta_girl ¡Gracias por el apoyo que siempre me dan chicas! 🥰❤










Desperté temprano, mis brazos estaban al rededor del torso de Axel mientras los suyos abrazaban mi cintura y espalda.

Debo admitirlo, no fue tan incómodo como creí el dormir en una pequeña carpa de campamento entre dos personas, de hecho fue divertido, incluso lo haría de nuevo si me lo pidiese.

No sé qué le pasó a él durante la noche, pero tenía que ser algo muy malo para que grite y llore como lo hizo, a las tres de la mañana, no le iba a preguntar, pues yo podía ser muy curiosa, pero esto se me hacía que era un tema delicado, en fin; eran las seis y media, según vi en mi reloj, así que decidí levantarme, pero cuando iba a hacerlo, los brazos de Axel me apretaron con más fuerza y me arrastraron hacia él.

Es lindo saber que tenemos ese nivel de confianza, en el que sabemos que ninguno de los dos intentará nada sin importar que durmamos juntos, sonreí y decidí dormir un rato más, total, teníamos todo el sábado y parte del domingo.

Cuando volví a despertar, Axel ya no estaba en la carpa, pero había un olor exquisito en el ambiente, decidí salir y me encontré al chico dedo-encendedor haciendo unos huevos fritos y sacando una botella de jugo de una conservadora, mientras hacía eso y no se percataba de mi presencia, decidí intentar asustarlo.

Con todo el sigilo del mundo camine hasta estar atrás de él para luego hablar en voz alta.

-¡Buenos días! –y como esperaba, se sobresaltó y llevó su mano al pecho, empecé a reírme.

"Cof cof, como foca, cof cof". Habla mi subconsciente, esa maldita voz interior que se cree mejor que yo cuando es parte de mí, la odio. "Sin mí serías estúpida... más de lo que ya eres" Auch.

-¡¿Estás loca o qué?! ¡Casi me matas de un susto! –dice Axel, yo solo seguía riendo por fuera y peleándome con mi subconsciente por dentro.

-Ay cariño, si así me quieres, con todo y mis pendejadas. –le digo con una vocecita dulce fingida para luego apretarle los cachetes y ganarme una mirada de odio de su parte.

-Eres la peor, yo aquí como todo un buen amigo haciéndote desayuno. –señala la mini fogata casi apagada –y tú así me pagas, me duele Rawson, en el corazón.

-¿No que me dirías Rainy? –pregunto con curiosidad.

-Dejaré el apodo para momentos especiales. –voltea los ojos y me regala una sonrisa de esas que tanto me gustan, la cual le devuelvo. –Vamos a comer, para luego entrenar más tiempo, ¿Qué hora es?

-Las nueve de la mañana. –digo luego de ver el reloj.

-Bien, hoy sufrirás niña.

-Ay no, ¿por qué eres así? –digo con un puchero.

-Calla y come Rawson, te espera un largo día.

Terminamos de desayunar rápidamente, Axel me señaló una pequeña casita y me dijo que eran los baños y que él había ido antes de hacer el desayuno; llevé mi ropa, el cepillo de dientes, la pasta, la toalla y el jabón. No me tardé mucho, volví a "nuestra zona" en unos veinte minutos y empezó el sufrimiento.

-¿Tienes buen estado físico? –me pregunta, apenas llego.

-Sí, la verdad que muy bueno, sin presumir. –le respondo, me encanta el deporte desde que tengo uso de razón entonces llegué a practicar tantos que mi estado físico es de admirar.

Aurora Boreal ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora